La primera víctima fue la cantante Zayda Peña, quien luego de haber sido herida en un motel, fue rematada por un grupo de sicarios mientras era atendida en un hospital de la ciudad de Matamoros (Tamaulipas).

Dos días después le tocó el turno al líder de la banda K-Paz de la Sierra, Sergio Gómez, cuyo cuerpo fue encontrado al lado de una carretera en Michoacán y con huellas de tortura. El hallazgo más reciente sucedió en Oaxaca, donde fueron recuperados los restos de José Luis Aquino, trompetista del grupo Los Condes, famoso en la región del Pacífico mexicano.

Nexos con narcotráfico

Aunque oficialmente las autoridades no han señalado un móvil específico, especialistas en seguridad nacional sospechan que estas ejecuciones pudieran estar relacionadas con el narcotráfico.

"Todo apunta a eso, la forma en que fueron asesinados llevan el sello del narco, no se puede descartar que tengan vinculación", dijo a EL TIEMPO Erubiel Tirado, académico de la Universidad Iberoamericana.

La música grupera es uno de los géneros más populares en México y se caracteriza por los "narcocorridos" que tocan, en los que ensalzan la actividad del tráfico de drogas y a personajes relacionados con ella.

"En esos territorios del crimen es muy probable que algún cabecilla del bando contrario se haya incomodado con lo que cantaban estos músicos", dice Tirado.

El especialista también señala que es muy común que los cantantes de este género musical sean contratados por grupos de narcotraficantes para amenizar sus fiestas.

"Es probable que estos pudieran sentirse vulnerables porque alguien ajeno a su organización conozca su ubicación, esa también puede ser una razón para matarlos" asegura Tirado.

Sin embargo, para Juan José Reyes Medina, locutor de la estación de radio La Mejor FM en la que se toca música grupera, esas sospechas son especulaciones.

"No hay elementos certeros que nos diga que existe algún lazo de amistad entre la gente de las bandas y la delincuencia organizada, solo se presume que es así por el tipo de música que tocan", dijo a EL TIEMPO Reyes Medina.

El locutor explicó que por la naturaleza de su trabajo, estas bandas pueden ser contratadas por mucha gente que desconocen. "Hay una regla no dicha y es la de no preguntar quién los contrata y eso no quiere decir que tengan vínculos con ellos (los narcotraficantes)", asegura Reyes Medina.

Hasta el momento las autoridades desconocen quiénes o por qué se cometieron estos crímenes y ello ha servido para que se construyan historias a su alrededor.

Pero estas ejecuciones no son nuevas en México. Desde el año pasado unas seis muertes más se han registraron en contra de los representantes del gremio grupero.

Entre ellas se encuentra la de Valentín Elizalde, apodado "el Gallo de Oro", uno de los cantantes más representativos de música grupera, quien fue acribillado con armas de alto poder en noviembre del año pasado al terminar una de sus presentaciones también en Tamaulipas.