Todo ello, unido al hecho de que el régimen del Presidente Nursultán Nazarbayev - en el poder desde 1989 - es el más estable de los cinco surgidos a la independencia en 1991 en Asia Central y a que este país ha jugado un importante papel en el ámbito del desarme y de la no proliferación nuclear, hacen de Kazajstán un interesante objeto de estudio. Con unas reservas de petróleo estimadas en 110.000 millones de barriles, según las fuentes más optimistas, este país tiene cinco veces la superficie de España, con sus 2,7 millones de kilómetros cuadrados, pero sólo 15,4 millones de habitantes, siendo un 47% de ellos musulmanes, otro 47% cristianos y el resto de otras religiones incluida una pequeña población judía. La enorme Mezquita de Nur-Astaná, inaugurada en 2005 en la nueva capital del país, con capacidad para 5.000 fieles y coronada con cuatro minaretes de 62 metros de altura cada uno, refleja el carácter musulmán del Estado más rico de Asia Central y que, por otro lado, es enormemente pragmático a la hora de jugar sus fichas en el tablero regional y mundial como lo demuestran tanto sus equilibrios con las grandes potencias como el mantenimiento de relaciones con Israel.

Una destacada evolución en términos de seguridad

Desde tiempos muy tempranos Kazajstán destacó por ser el primer país que decidía cerrar unilateralmente su polígono de pruebas nucleares de Semipalátinsk y entregar a la Federación Rusa, como heredera de la Unión Soviética en esta materia, su arsenal de misiles nucleares, el cuarto del mundo en la época. Años después, en septiembre de 2006, comenzaría incluso a promover la firma de un Tratado para el Establecimiento de una Zona Libre de Armas Nucleares en Asia Central. Una frontera terrestre compartida con la Federación Rusa de más de 7.500 kilómetros se impone en el mantenimiento de unas relaciones fluídas entre Astaná y Moscú que se reflejaban, a título de ejemplo, en la invitación del Presidente ruso Vladimir Putin a su homólogo kazajo a participar en la Cumbre del G-8 celebrada en San Petersburgo en 2007. También es bien visible hasta la actualidad la cooperación entre ambos países en el ámbito espacial pues Moscú sigue aprovechando las instalaciones del centro de Baikonur, el punto más cercano a la línea del Ecuador desde donde ha venido realizando sus lanzamientos espaciales desde hace décadas. De hecho, durante la época soviética Kazajstán sólo era conocido por los lanzamientos de Baikonur, aparte de por sus pruebas nucleares al aire libre en el polígono militar de Semipalátinsk - donde se ha conservado hasta la actualidad un Instituto de Física Nuclear que estudia la conducción de metales a altas temperaturas - o por sus emblemáticos y numerosos pastores de ovejas.

Es de destacar que en sus 13.500 kilómetros de fronteras terrestres con sus vecinos Kazajstán no tiene ni un sólo contencioso territorial a destacar. Esto ha sido muy importante para encarar unas relaciones con la República Popular China que son especialmente fructíferas siendo Kazajstán un importante abastecedor energético de esta potencia emergente. El comercio entre ambos países alcanzó los 6.000 millones de dólares en 2006 y se espera que llegue a los 10.000 millones en 2008. En 2006 Kazajstán exportó la mayor parte de sus 54,6 millones de toneladas de crudo producidas por territorio ruso y los 8.000 millones de metros cúbicos de gas por gasoductos del monopolio Gazprom y conviene también referirse en este eje bilateral al destacable Centro de Cooperación Internacional Transfronteriza de Khorgos.

Todo ello y su confirmado pragmatismo han llevado a Kazajstán a encabezar un constructivo proceso regional con el lanzamiento de la Conferencia sobre Interacciones y Medidas de Confianza en Asia (CICA, en sus siglas en inglés), que en junio de 2006 celebraba su segunda Cumbre en la que se creaba una Secretaría garantizando con ello la institucionalización y la permanencia de este marco. Este pragmatismo es envidiable y más aún al producirse en un Estado cuya sociedad es compleja, donde las lealtades se deben a clanes y tribus y que incluye a unas 130 nacionalidades y grupos étnicos a los que se coordina en la Asamblea del Pueblo de Kazajstán. A título de ejemplo, el 36,5% de sus habitantes son rusos. Los equilibrios perceptibles en este país en dicho ámbito interétnico e interconfesional llevaron al entonces Secretario General de la ONU, Kofi Annan, a calificarlo, durante su visita a Kazajstán en el otoño de 2002, de ejemplo de estabilidad interétnica y de tolerancia religiosa. A este escenario idílico se ha llegado a través de un proceso que conviene ilustrar y en el que, como no podía ser de otra manera, hay algunos claroscuros. Si bien hoy los kazajos son mayoría en la Administración ello se ha debido al efecto combinado de la emigración de individuos de origen eslavo y alemán tras la independencia y el reforzamiento de una política nacionalista que ha ido dando protagonismo de forma progresiva a los kazajos étnicos. En cuanto a la armonía interétnica esta ha sido cuestionada en diversas ocasiones por algunos incidentes que podrían multiplicarse dado que Kazajstán sigue y seguirá atrayendo a muchos inmigrantes de países vecinos - y en número creciente centroasiáticos de Kirguizistán, Uzbekistán y Tayikistán - gracias a su constante crecimiento económico. A destacar el que entre el 18 y el 19 de marzo de 2007 enfrentaba a algunos ciudadanos kazajos con otros chechenos en Kazatkom, al sur de la antigua capital del país, Almatí, y cerca ya de la frontera con Kirguizistán, en el que una simple riña terminó con al menos cinco muertos.

Los chechenos que habitan Kazajstán son en su mayoría descendientes de los que deportara en masa Josef Stalin en 1944, acusándoles de colaboracionismo con los invasores nazis, y en tiempos recientes han protagonizado incidentes con ciudadanos kazajos en localidades como Malovódnoye o la citada Kazatkom. La “balsa de aceite” interétnica podría también alterarse en el futuro al ser Kazajstán un país obligado a importar mano de obra foránea para trabajar en su pujante sector energético pues ya se han dado enfrentamientos en la zona del Mar Caspio entre trabajadores kazajos y extranjeros, estos últimos mejor pagados que los primeros: en octubre de 2006 kazajos y turcos se enfrentaron por este motivo en la región de Atiráu, resultando heridos más de un centenar de turcos. Los recientes esfuerzos por comenzar a construir un sentimiento nacional kazajo - reflejados, por ejemplo, en la presentación por la compañía cinematográfica nacional KazakhFilm de la vistosa película “Mongol” sobre la figura del caudillo Gengis Jan que recibía en el presente 2008 una nominación a los Óscars que finalmente no ganó - sólo podrá llevarse a buen puerto si es capaz de integrar prudentemente a las distintas capas de la población.

En cuanto al proceso político, en las últimas elecciones legislativas, celebradas el 18 de agosto de 2007, el partido gubernamental Nur Otán (Partido Resplandeciente) obtenía el 88% de los votos siendo así el único representado en la Cámara. Aunque el proceso recibió algunas críticas de los observadores de la OSCE presentes fueron avaladas por esta Organización al situarlas en un contexto de progresiva normalización política. El que los partidos concurrentes debieran de obtener como mínimo un 7% de votos para entrar en el Parlamento dejó fuera del mismo a los siete partidos que rivalizaban con Nur Otán, destacándose el caso del partido Ak Schol que hasta entonces sí había tenido presencia parlamentaria. Esta realidad y el hecho de que Nazarbayev lleve gobernando desde 1989 lleva a sus detractores a acusarle de gobernar al estilo soviético, máxime tanto por obtener éste el 91% de los votos en las últimas elecciones presidenciales, celebradas en 2005, que le abrían un nuevo mandato de siete años, como porque el 18 de mayo de 2007 pasara a calificar su cargo de vitalicio al hacer aprobar por el Parlamento una modificación en la Constitución que le permitirá presentarse como candidato cuando quiera a partir de 2012. Por otro lado, medios de comunicación extranjeros como la cadena “Al Jazira” no dejan de recordar que el principal líder opositor, Altynbek Sarsenbaiuly, apareció muerto al poco tiempo de haber denunciado fraude en las elecciones presidenciales de 2005.

De la geoeconomía a la geoestrategia

La faceta económica más conocida de Kazajastán es la de Estado productor de petróleo, que le garantizaba en 2006 el crecimiento más alto de la región centroasiática, del 9% y cercano pues al chino, y una renta per cápita de 6.820 dólares, también la más alta de Asia Central. Según las fuentes más exageradas sus reservas podrían alcanzar los 110.000 millones de barriles, dos tercios de las reservas de crudo del Caspio, mientras que otras más comedidas las sitúan en los 39.600 millones, pero lo cierto es que Kazajstán es un gran productor - 1,5 millones de barriles diarios en 2007 y 25.650 millones de metros cúbicos de gas natural en 2006 - que atrae a las más importantes petroleras del mundo, como Exxon Mobil o Chevron, entre las occidentales, la rusa Gazprom o la china Empresa Petrolera Nacional China, y que espera llegar en cuatro años a ser ya capaz de refinar su crudo. En cuanto a la presencia española en este sector destaca la de Repsol YPF, que explotará a partir de 2009 un 25% del yacimiento de petróleo y gas de Zhambay en el Caspio, situado junto a la desembocadura del Volga, donde comparte la explotación con la kazaja Kazmunaigaz, que posee el 50%, y la rusa Lukoil que tiene el 25% restante. Como tal riqueza energética permite al país crecer rápidamente y pugnar por dotarse de servicios de todo tipo ello ha creado oportunidades para otras empresas españolas que, como Talgo o Indra, ya se han asentado en Kazajstán.

Menos conocida pero igualmente importante en la faceta de Kazajstán como productor de uranio, mineral del que produjo más de 6.600 toneladas en 2007 esperándose que la cifra se eleve hasta los 9.600 en 2008 y alcance los 15.000 en 2010. Si lograra tal nivel pasaría a ser el primer productor mundial, por delante de Australia que es hoy el primero en el ranking y que dispone de las primeras reservas probadas del mundo. Además, su previsión de desarrollo del sector llevaría también al país a ser no sólo exportador del mineral en bruto como es hoy sino también de combustible nuclear obtenido en su territorio dado el precedente sentado en 2006 cuando fue capaz de transformar 2.900 kilogramos de uranio altamente enriquecido en combustible nuclear.

Tal horizonte obliga a plantearse algunas preguntas tanto sobre la evolución económica y tecnológica interna de este Estado centroasiático como sobre sus vínculos con sus potenciales clientes. En una entrevista publicada en enero de 2008 por el diario El Hayat, publicado en Londres, Mohamed El Baradei, Director General de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) de la ONU, recordaba que Kazajastán es uno de los cuatro Estados donde se han dado más casos de tráfico de material nuclear, si bien también es preciso recordar que en términos de confianza dio una lección al mundo cuando tras desintegrarse la Unión Soviética transfirió a la Federación Rusa las 1.400 cabezas nucleares que poseía. Además ha colaborado en diversas ocasiones con los EEUU en la gestión de material nuclear y es miembro de la OIEA y del Grupo de Abastecedores Nucleares (NSG, en sus siglas en inglés). Por otro lado, sus vínculos con el exterior pasan por la exportación de uranio a Rusia, a China o a Japón, aunque lo que realmente preocupa hoy y preocupará más aún de cara al futuro es su vecindad o proximidad con países como Afganistán o Pakistán y el riesgo siempre presente tanto de poder ser objetivo de terroristas como de que algún caso de corrupción interna pueda facilitar el acceso a material nuclear a destinatarios inconvenientes. Además, y como ya hemos visto recientemente para el caso del sector nuclear paquistaní, sus medidas de seguridad no han sido nunca puestas a prueba y el hecho de que hace algún tiempo un tren kirguizo atravesara Kazajastán con material nuclear que nadie detectó preocupa dentro y fuera de Asia Central.

Volviendo al terreno comercial y de cooperación con terceros países Rusia es el mercado natural de Kazajastán para su uranio como también lo es para su petróleo, China es un destino emergente para ambas materias primas y mercados como estos y como otros que se vienen añadiendo podrían garantizar en poco tiempo la independencia energética que el régimen de Astaná ansía. El futuro pues de Kazajstán como productor y exportador de uranio se dibuja en paralelo a su progresiva apertura al mundo como productor emergente de petróleo y, en menor medida, de gas natural. El protagonismo creciente de la compañía pública de energía y minas kazaja, Kazatomprom, presidida por Mukhtar Dzhakishev y encargada también de gestionar la producción y comercialización del uranio, recuerda mucho al dinamismo exterior de la rusa Gazprom. A los vínculos tradicionales y en buena medida obligados con Rusia - con la que en 2006 acordó comenzar a enriquecer uranio kazajo en el Centro Internacional de Enriquecimiento de Uranio de Siberia - Kazajstán comienza a añadir prometedores acuerdos con otros socios. Así, con la compañía canadiense Cameco construye actualmente una de las mayores plantas de procesamiento de uranio del mundo en la localidad de Ulba, en el este del país, y con la japonesa Toshiba alcanzaba en 2007 un acuerdo para adquirir el 10% de la estadounidense Westinghouse, líder mundial en la construcción de reactores nucleares, que mejora notablemente la posición de Kazatomprom en cuanto a la producción de combustible nuclear.

Si la tendencia señalada se mantiene, tanto en la elaboración interna de combustible nuclear a partir del uranio que alberga como en la ampliación de sus clientes en el mundo, es previsible que Kazajstán ingrese hacia 2030 unos 15.000 millones de dólares anuales por la exportación del mismo que, unido a la prometedora comercialización de su petróleo, harán de este país centroasiático una de las economías más dinámicas de esa emergente región. Además Kazajstán se plantea ahora la construcción de una central nuclear y según el Presidente de la empresa de energía atómica kazaja, Mujtar Dzhakishev, el reactor a instalar por técnicos rusos estará basado en el que llevaba el submarino accidentado “Kursk” dado que probó sobradamente su seguridad tras el trágico accidente.  

Aunque Kazajstán busca el equilibrio en sus relaciones con el exterior, una vez más su cooperación con países terceros en materias sensibles como las aquí tratadas muestran que sus relaciones con la Federación Rusa siguen y seguirán considerándose vitales. Como Estado miembro tanto de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva como de la Organización de Cooperación Económica Eurasiática, así como de otros instrumentos regionales como la Organización de Cooperación de Shanghai, Kazajstán seguirá modulando su aproximación a Occidente para no romper importantes equilibrios a los que le obligan tanto la geoeconomía como la geoestrategia en una compleja región del mundo. Entre septiembre de 2006 y enero de 2007 el Presidente Nazarbayev realizó múltiples visitas al exterior destacándose las efectuadas a Washington DC, a Bruselas y a Berlín, por este orden. En los EEUU obtuvo los avales para ingresar próximamente en la Organización Mundial del Comercio (OMC), y discutió sobre su apoyo logístico a las operaciones en Afganistán o sobre cómo presionar a Irán en el futuro. Con las autoridades comunitarias recordó que es preciso contar con las potencias regionales del Caspio para poder dar salida a recursos energéticos de y por una cuenca cuyo estatuto jurídico está aún por definir. Y, finalmente, en Berlín apostó por desarrollar unas relaciones bilaterales que, con un volumen de intercambios de 2.000 millones de dólares, hacen de Alemania el sexto socio de Kazajstán tras Rusia, Italia, Suiza, China y Francia. Este es el telón de fondo de un Estado que mantiene un envidiable y fructífero equilibrio en sus relaciones con los EEUU, Rusia y China y que explora y aprovecha las oportunidades que ofrecen otros países y en especial los europeos.

Carlos Echeverría Jesús (Madrid, 26 de marzo de 1963) es Profesor de Relaciones Internacionales de la UNED y responsable de la Sección Observatorio del Islam de la revista mensual War Heat Internacional. Ha trabajado en diversas organizaciones internacionales (UEO, UE y OTAN) y entre 2003 y 2004 fue Coordinador en España del Proyecto "Undestanding Terrorism" financiado por el Departamento de Defensa de los EEUU a través del Institute for Defense Analysis (IDA). Como Analista del Grupo asume la dirección del área de Terrorismo Yihadista Salafista.