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16/05/2005 | Trabajo forzoso: explotación laboral y tráfico de personas en Europa

OIT Staff

De acuerdo con un nuevo informe 1/ de la OIT, se estima que, actualmente, la cifra de víctimas del tráfico de seres humanos asciende a 2,4 millones de personas. Mientras que en Asia, América Latina y el África subsahariana la proporción de personas objeto de este tráfico respecto al total de trabajadores forzosos es inferior al 20 por ciento, en los países industrializados y en transición dicha proporción supera el 75 por ciento. Según se afirma en el informe, los incentivos económicos para el tráfico de personas son poderosos: el beneficio ilícito total generado en un año por un solo trabajador del sexo comercial en los países industrializados asciende como media a 67.200 dólares de Estados Unidos. OIT en línea ofrece una visión del tráfico de personas en Europa.

 

Durante años, Elena, madre de dos niños, fue una de las muchas mujeres que sufren en Ucrania la violencia doméstica. Cuando decidió probar suerte y encontrar algún otro modo de procurarse un ingreso, sus problemas empeoraron gravemente.

Un vecino le habló de un hombre que le ofrecía una paga de 1.000 euros al mes por trabajar como criada en Alemania. Para una mujer maltratada residente en una localidad en la que el ingreso mensual medio asciende a 63 euros, el empleo parecía demasiado bueno para ser verdad.

Y, en efecto, lo era. Después de un prolongado y clandestino trayecto que incluyó un viaje en un automóvil de lujo para salir de Ucrania, ser obligada a atravesar un bosque a pie por la noche y cruzar un río en una embarcación desvencijada, Elena se encontró por fin en Alemania, pero no trabajando como criada como se había previsto.

En cambio, acabó en una casa situada a las afueras de una localidad en  la que su amiga y ella fueron obligadas a mantener relaciones sexuales con docenas de hombres.

Su terrible experiencia concluyó tres meses más tarde, cuando la policía alemana realizó una redada en el burdel. Fue arrestada, enviada a una prisión de mujeres y, finalmente, deportada a su lugar de origen.

Elvira Mrushkovska, directora de la ONG local “Suchasnyk” asegura que historias como éstas no son infrecuentes. Se ha ocupado de más de 100 casos similares. A su regreso, Elena se inscribió en el centro regional de empleo, que trabaja en asociación con la ONG, y actualmente busca un puesto de trabajo legítimo. Entre agosto de 2004 y marzo de 2005, 3.500 víctimas reales o potenciales del tráfico de seres humanos recibieron asesoramiento y orientación de las oficinas del centro de empleo de la región.

Tráfico para la explotación del trabajo forzoso en Europa

Más allá del tráfico para la explotación sexual comercial, existe una inequívoca necesidad de comprender mejor las diversas formas de tráfico existentes en Europa.

Albania, la República de Moldova, Rumania y Ucrania constituyen importantes fuentes de procedencia de las víctimas de este tipo de prácticas. En estos cuatro países, una proporción comparativamente amplia de la población vive por debajo del umbral internacional de pobreza, y la necesidad de incrementar los ingresos puede dar lugar a consecuencias imprevistas y terribles, como la esclavitud de índole sexual y el tráfico de personas.

En cualquier caso, un tercio de las víctimas son objeto de tráfico con fines económicos ajenos a la explotación sexual.

En un estudio 2/ alemán publicado conjuntamente con el informe mundial de la OIT sobre el trabajo forzoso se describen 42 casos de este tipo de abuso, incluido el trabajo forzado en la industria del sexo, la explotación de trabajadores del servicio doméstico, el trabajo estacional en la agricultura, la construcción, los servicios de comidas, el sector de las ferias de atracciones y las industrias cárnicas. La mayoría de las víctimas proceden de Europa central y oriental, con una elevada proporción de trabajadores estacionales polacos.

En general, las conclusiones del estudio alemán ponen de relieve la existencia de un pequeño número de casos de explotación graves, y de formas de coerción que no conllevan la violencia o las coacciones físicas directas. Aunque, de acuerdo con la Oficina Federal de la Policía Criminal, más de la mitad de las 827 víctimas registradas de trabajo forzoso en la industria del sexo sufrieron actos de violencia física, ésta fue una excepción en otras actividades económicas.

En un estudio similar sobre la Federación Rusa 3/ se observó que la coerción es un elemento integrante de la experiencia de trabajo tipo para numerosos migrantes, más que un resultado de una estrategia deliberada de tráfico o reclutamiento engañoso. Las víctimas tienden a migrar de manera voluntaria. El círculo del engaño se cierra en una etapa posterior en el lugar de destino: al principio, se retiran documentos y se dejan salarios sin pagar.

Posteriormente, las víctimas son objeto de la coerción, la restricción de movimientos y los abusos físicos. Los pasaportes eran retenidos por los empleadores en más de un 20 por ciento de los casos. El 18 por ciento de las víctimas en Moscú declararon que trabajaban en régimen de servidumbre: la “deuda” que debían reembolsar al empleador solía exceder considerablemente del importe del salario de un mes. Otro 16 por ciento de los migrantes entrevistados en la capital rusa afirmaron que se les amenazaba con castigos si intentaban abandonar a sus empleadores actuales.

En el estudio sobre Francia 4/ se hizo hincapié en los migrantes chinos clandestinos. Muchos de ellos abandonan su país de origen con un amigo o pariente que establece el contacto inicial con el “cabeza de serpiente”, el agente de contrabando o tráfico, y anticipa el dinero. En ocasiones, el precio se eleva durante el trayecto, y los migrantes pueden permanecer detenidos en su ruta hasta que sus deudas hayan sido satisfechas. En el lugar de destino, las jornadas laborales de 15 horas son habituales, al igual que los ejemplos de restricción física.

Aunque en el informe se subraya la necesidad de disponer de una legislación inequívoca contra el trabajo forzoso, el delito de su comisión no se identifica como tal en el derecho penal vigente de varios países europeos. Con todo, muchos de estos países han promulgado nuevas leyes para recoger como delito el tráfico de seres humanos, o han iniciado ya el proceso de elaboración de este tipo de legislación. Francia promulgó una exhaustiva ley de lucha contra el tráfico de personas en marzo de 2003, mientras que en Alemania, las recientes enmiendas al Código Penal comprenden disposiciones específicas relativas a los delitos de tráfico de personas para la explotación de índole sexual y la explotación laboral.

“En estos casos de tráfico de personas, la mejora en la aplicación de la ley debe formar parte siempre de la solución. Sin embargo, es poco realista creer que el cumplimiento de la ley por sí solo puede erradicar los problemas … varios factores tientan a los productores para recortar sus costes al máximo, desplazando la carga sobre las plantillas”, afirma Roger Plant, autor del informe mundial sobre el trabajo forzoso.

Junto con otros organismos especializados, la OIT ha asistido a gobiernos e interlocutores sociales en la elaboración y la ampliación del alcance de Planes nacionales de acción contra el tráfico de personas en Albania, la República de Moldova, Rumania y Ucrania. Se presta ayuda para la formulación de una política de “migración segura”, así como para garantizar que los planes nacionales de empleo beneficien a las víctimas efectivas y potenciales del tráfico de seres humanos en Albania, la República de Moldova y Ucrania.

1/  “Una alianza global contra el trabajo forzoso”, Informe global con arreglo al seguimiento de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo 2005. Oficina Internacional del Trabajo, Ginebra 2005. ISBN 92-2-315360-3. Precio: 35 francos suizos.

2/N. Cyrus, Human trafficking for labour exploitation in Germany. Special Action Program to Combat Forced labour, OIT, Ginebra, 2005.

3/ E. Tyuryukanova, Forced Labour in the Russian Federation today, OIT, 2004.

4/ Gao Yun, V. Poisson, Le traffic et l’exploitation des immigrants chinois en France, OIT, 2004.

OIT en Linea (Organismo Internacional)

 



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