La venta y distribución de discos y películas piratas se ha incrementado aceleradamente en los últimos dos años en el país, tanto que las autoridades de la policía consideran que ya es un negocio controlado por el crimen organizado.

Las ganancias económicas que perciben los grandes distribuidores –supuestamente clandestinos– de discos y películas piratas son de varios miles de dólares, según investigaciones de la Policía.

Prueba de ello fue la desarticulación de un laboratorio pirata situado en el km 3 y medio de la carretera a Los Planes de Renderos.

En el lugar las autoridades decomisaron 14 torres con 112 quemadores y una gran cantidad de discos en blanco, todo lo incautado tiene un valor de $60 mil y con ese equipo, la banda tenía capacidad para quemar más de 3 millones de unidades por año.

En el lugar se detuvo a Alma Morena Murcia supuesta la cabecilla de una banda distribuidora de discos y películas piratas. La mujer es esposa de Tiburcio Flores Pineda, supuesto miembro de la banda Los Perrones vinculada al narcotráfico y al crimen organizado.

A pesar de toda la evidencia que la policía encontró en la casa de los detenidos, un juez de Paz de San Marcos dejó en libertad a los imputados.

Otra de las capturas significativas que ha realizado la PNC y han dejado en evidencia que la piratería opera en toda Centroamérica es la detención de un panameño identificado como Eric Abdiel Gómez Santamaría quien manejaba un furgón con un lote de 168 mil CD en blanco.

La detención se realizó en la frontera de El Amatillo, La Unión y el cargamento está valorado en 50 mil dólares y venía desde Panamá. El lote de discos compactos venía para una empresa de importación de DVD que aparece a nombre de Lader Marileth Martínez Estrada, quien es investigada por la policía.

Con el TLC hay más piratas

La acelerada distribución de piratería ocurre después de tres años que entró en vigencia el Tratado de Libre Comercio (TLC) con EE.UU., en el cual se modificaron algunas leyes sobre la Propiedad Intelectual y Derechos de Autor.

Las reformas contra la piratería formaron parte de un paquete de modificaciones a leyes locales para aplicar el tratado entre Centroamérica, República Dominicana y EE.UU. (CAFTA, siglas en inglés).

Estas reformas permitieron realizar decomisos tras la entrada en vigencia del TLC, pero estos procedimientos generaron desórdenes, caos y vandalismo en el centro capitalino. Hoy, el fenómeno crece a la vista de la policía y otras autoridades.

El enfrentamiento más grande entre piratas con la policía ocurrió el 8 de abril 2006, cuando los vendedores incendiaron negocios, cabinas telefónicas y saquearon almacenes en medio del caos, después que la División de Finanzas realizara varios decomisos.

Tres años después, esas ventas en las calles del Centro Histórico de San Salvador se han incrementado incontrolables, así como también en las cabeceras departamentales de todo el país.

Según las investigaciones de la División de Finanzas los puestos de discos y películas piratas son utilizados por las pandillas para ocultar armas y en muchos casos para guardar el dinero de extorsiones que realizan a negocios y el transporte colectivo o para vender drogas.

Un equipo de El Diario de Hoy realizó un recorrido por varias calles del centro capitalino y verificó el incremento de ventas de discos y películas ilícitas.

Más de 45 por ciento de esos negocios ilegales comercian películas pornográficas a la vista de niños y en plena vía pública.

Los vendedores se han adueñado de las aceras y las calles debido a la impunidad que existe en el centro de San Salvador. Por ejemplo un tramo de la Calle Arce frente a la Basílica del Sagrado Corazón ya es utilizada como parqueo por los vendedores.

Varios automovilistas se quejan a diario por lo estrecho que se hace la calle. La mayoría de vehículos de los clientes son de buenas marcas y de lujo.

Además los vendedores hasta se comunican con radios móviles y pagan vigilancia privada.