Con el cronómetro en marcha para determinar cuándo la teocracia de Teherán dispondrá de suficiente uranio enriquecido como para producir su propia bomba atómica, Barack Obama envió ayer a Irán un vídeo sin precedentes.
Aprovechando las tradicionales y grandes celebraciones persas del año nuevo, el presidente de Estados Unidos realizó un alarde de tono conciliador a favor de alcanzar un entendimiento diplomático.
Con subtítulos en farsi, Obama no deja de felicitar a los iraníes por su fiesta de «Nowruz» pero destacando que el nuevo gobierno de Estados Unidos «se encuentra comprometido a seguir la vía de la diplomacia para hacer frente a todas las diferencias que nos separan». Llegando a afirmar que todo ese necesario proceso de entendimiento «no avanzará a través de amenazas».
Giro copernicano
Esta nueva posición de Estados Unidos hacia Irán supone un cambio sustancial con respecto a la política practicada por la Administración Bush.
Ya que el anterior gobierno norteamericano puso como condición previa a negociaciones directas que Irán suspendiese su masivo programa de enriquecimiento de uranio. Además, el anterior ocupante de la Casa Blanca nunca quiso descartar la posibilidad de un ataque militar para destruir la infraestructura nuclear iraní.
En su comentado mensaje, Barack Obama insiste en que Estados Unidos «quiere que la República Islámica de Irán asuma su justo papel en la comunidad de naciones». Pero con la advertencia de que ese merecido puesto «no podrá ser alcanzado a través del terror o las armas».
El vídeo de tres minutos producido por la Casa Blanca fue distribuido a múltiples medios de comunicación al alcance de Irán, como BBC Persia, Al Yasira y la Voz de América. Además, el mensaje de Obama ha sido colgado en «You Tube» y en la renovada página web de la Casa Blanca.
El presidente de Israel, Simón Peres, también realizó una alocución similar apelando a un entendimiento «con el noble pueblo iraní». Como reacción inicial, el gobierno de Irán indicó que las buenas intenciones de Estados Unidos deberían traducirse en acciones concretas, como el levantamiento de sanciones.
Un asesor del presidente Ahmadineyad dijo que «la Administración Obama ha hablado hasta ahora; con palabras sólo no se puede avanzar». Los dos países carecen de relaciones diplomáticas desde hace casi tres décadas, cuando revolucionarios integristas mantuvieras como rehenes a 52 estadounidenses durante 444 días.
