Dice Leonel que la última vez que vio a su medio hermano Julio César, hoy prófugo de la justicia por supuestos nexos con La Familia, fue en el funeral del padre de ambos, José Godoy Cisneros, el mes pasado, cuando los servicios fúnebres se realizaron en el domicilio del hoy medio hermano incómodo, con quien vivía el padre del gobernador michoacano y donde según todo parecía estar bien, al menos así se lo aseguró. También dice que la orden de aprehensión girada en contra de Julio César no tiene nada que ver con las detenciones del pasado 26 de mayo, cuando autoridades federales entraron a oficinas estatales y municipales de Michoacán para capturar a un número alto de funcionarios de diversos niveles, también por nexos con el narco.
Afirma Godoy, el gobernador, que no tiene nada de qué avergonzarse porque, aun cuando su medio hermano sea un prófugo, incluso con su detención, faltaría un proceso judicial y penal que despeje dudas o compruebe culpas.
Según Leonel Godoy, hasta para la misma justicia, de acuerdo con los conceptos que se manejan en nuestro país, Godoy Toscano no es culpable, lo será sólo si el proceso que se realice da pruebas y, entonces, para el mandatario, será lo justo que pague condena por los delitos cometidos. Dice además que ni siquiera sus hijos están exentos de la ley, menos aún su medio hermano, por lo que le hizo un llamado para que se entregue cuanto antes a las autoridades.
Al final, a lo que Leonel responde, no es a la petición de justicia, sino a la que a manera de eco se escuchó para que deje el cargo que ocupa y desaloje la oficina de gobierno del estado de Michoacán. Y no es de gratis.
Desde el 26 de mayo pasado, cuando se realizaron las detenciones de funcionarios de su gobierno con jerarquía muy cercana a la suya, comenzaron las dudas sobre la integridad del gobierno michoacano; y no es para menos, si los responsables de la seguridad estatal estaban coludidos con el narco, con esa Familia Michoacana que se ha convertido en uno de los grupos delictivos más peligrosos del país y que ha sabido hacer nexos suficientes para expandir su territorio de operaciones.
Leonel Godoy afirma que Michoacán tiene gobernador y él no meterá las manos por nadie y, en caso de que su medio hermano sea capturado, sólo pedirá que el proceso que se realice sea justo y apegado a la ley. Y, para asegurarlo así, convocó a su medio hermano, mediante una entrevista transmitida por radio, a que comparezca de manera voluntaria para ser sometido a los interrogatorios correspondientes y, de resultar todo cierto o falso, que enfrente las consecuencias.
Y es que, con respecto a las detenciones del 26 de mayo, dijo que su medio hermano se presentó ante las autoridades y fue liberado a las pocas horas, comparecencia voluntaria hecha por un llamado previo del gobernador.
Pero, entonces, lejos de la “supuesta” inocencia o culpabilidad, ¿no tendría el mandatario, en su calidad de medio hermano, que ayudar a las autoridades a conocer el paradero del prófugo? Lejos de sus declaraciones con intención de lavarse las manos de las embarradas a las que está siendo sometido por uno de sus familiares, un llamado de entrega voluntaria, por la vía radiofónica, ¿es lo más que puede hacer para ayudar a las autoridades? Y es algo irónico que, el mismo día en que se da a conocer la orden de aprehensión contra su medio hermano, había hablado, con altos funcionarios federales, de la coordinación que debería existir entre ellos para hacer más efectivo el combate al crimen organizado.
¿No tendría el gobernador, en calidad de familiar, que ayudar a las autoridades a conocer el paradero del prófugo?.