Las autoridades civiles y forestales del condado californiano de Santa Bárbara, han confirmado que el importante incendio que en días pasado arrasó miles de hectáreas tuvo su origen en un "utensilio de cocina" abandonado en un campamento de personas dedicadas a cultivar marihuana y que están al servicio de cárteles mexicanos de las drogas.

Los agentes forestales encargados de cuidar la zona que ardió desde el sábado pasado y que dejó calcinas 355 kilómetros cuadrados de maleza y árboles, además de amenazar a unas veinte casas, aseguraron que en zonas remotas existen muchos plantíos de drogas propiedad de narcotraficantes mexicanos. Russ Arthur, del Servicio Forestal, dijo que ese "es un problema que crece".

En las últimas semanas y coincidiendo con la temporada de cosechas, las corporaciones federales, estatales y de condados han decomisado decenas de miles de plantas de marihuana en operaciones contra el narcotráfico.

Cerca de la zona donde se originó el incendio, en un cañón remoto del bosque nacional de "Los Padres",  fue encontrado un campamento, treinta mil plantas de marihuana y un fusil Ak-47. Ese sería el primer incendio forestal causado por narcotraficantes en el condado de Santa Bárbara.

Las autoridades consideran que el número de sembradíos clandestinos de marihuana en EEUU ha aumentado en los últimos años después de que los narcotraficantes están haciendo uso de terrenos públicos para sus fines. Así, el comisario de Santa Bárbara, Bob Brown, declaró: "Tenemos evidencia de que la mayor parte de esos tipos de plantas de marihuana son obra de organizaciones de la droga de México".

Afirmó también que "las ganancias de la venta de las plantas de marihuana son canalizadas de regreso a los carteles de la droga y éstos utilizan el dinero para exacerbar la violencia al sur de la frontera".