El ministro se presentó ante el pleno del Congreso peruano para explicar los pormenores del ataque terrorista que el miércoles produjo la muerte de tres oficiales al derribar un helicóptero que intentaba rescatar a otros cinco militares heridos.

Rey dedicó la parte pública de su exposición, que luego pasó a reservada, a denostar contra los anteriores gobiernos que, según su versión, "desactivaron'' las bases antiterroristas, y a criticar a los organismos y personajes que plantean que se homenajee a las víctimas de la guerra interna con un Museo de la Memoria.

A pesar de que brindó pocos detalles de los últimos ataques, que han puesto en entredicho la versión del Gobierno de que los terroristas no son una amenaza para el país, el ministro anunció que iba a presentar unas imágenes "muy crudas'' del accionar terrorista.

''Esa es la situación en la que nuestra gente tiene que pelear'', dijo antes de exhibir fotos de trincheras rodeadas por púas, túneles en medio de la agreste vegetación y trampas encubiertas con bombas artesanales y ramas afiladas.

Añadió que toda esa estrategia defensiva fue preparada "durante años por esta gente para enfrentar a las fuerzas del orden".

''Hay túneles muy bien pensados, estratégicamente planificados, bases para ametralladoras antiaéreas y trampas explosivas'', remarcó.

El ministro señaló que los militares que han llegado a la zona tienen que vivir sin "una mínima comodidad'' y que en muchos puestos selváticos se afronta "la misma extrema pobreza que la gente del lugar, con cocinas a leña, con ollas que tienen años''.

''Voy a mostrarles la saña con la que proceden los delincuentes terroristas para masacrar a quienes nos defienden'', enfatizó antes de pasar otras impactantes imágenes.

Al ministro se le quebró la voz cuando dijo que "la única manera'' de no tener bajas sería retirarse de la zona.

Entre las imágenes que mostró en el hemiciclo, difundidas también en vivo por la televisión peruana, se pudo ver a un soldado atravesado por una caña de bambú, a otro con tajos de hacha en el tórax y a un tercero con una gran herida en la cabeza.

Rey pidió, en ese momento, que se interrumpan las imágenes y dijo que no quería "recurrir al morbo'', pero que consideraba necesario mostrar "cómo son las cosas'' en la selva peruana.

También criticó a los analistas que señalan que la policía ha logrado éxitos en el combate al narcoterrorismo en la zona del Huallaga, pero los militares sufren demasiados reveses en el Valle de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE).

''Eso no es comparable, en el Huallaga se trabaja desde hace nueve años, hay vías de comunicación y cultivos alternativos exitosos, una presencia del Estado con salud y educación; en el VRAE no, durante los seis años antes de este Gobierno se abandonó totalmente'', dijo.

Este período al que aludió estuvo al mando del gobierno de Transición que presidió Valentín Paniagua (2000-2001) y el régimen de Alejandro Toledo (2001-2006).

''En el VRAE hay remanentes terroristas, es una geografía agreste y los terroristas tienen armas que quitaron (a los militares), pero también tienen las que obtienen del narcotráfico, vía el contrabando'', añadió.

El ministro dijo que después de que se rescate a los muertos y heridos en los últimos ataques se replanteará ‘‘parte de la estrategia'' antisubversiva y se acelerarán las compras de equipos de última generación.

El atentado de este miércoles desató las críticas al gobierno del presidente Alan García por su tratamiento del problema terrorista.

El gobierno suele calificar a los grupos que operan en el VRAE, en la confluencia de los departamentos de Ayacucho, Junín y Cuzco, como "remanentes'' de Sendero Luminoso, aliados al "narcoterrorismo'', minimizando su gravedad.

Según cifras de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Perú es el segundo productor mundial de hoja de coca, después de Colombia, y algunos analistas sostienen que se convertirá en el primer productor en 2011.

Aunque las fuerzas de Sendero Luminoso se han reducido a dos centenares de militantes, se desplazan en el VRAE y en zonas de ceja de selva que conocen a la perfección y se han aliado con grupos narcotraficantes, lo que les ha permitido recuperar su potencia de fuego y pasar la ofensiva.