Si los cárteles de México y de Latinoamerica continúan creciendo en alcance y poder en Estados Unidos pueden convertirse en la siguiente generación de retos de la Fuerza Conjunta del Ejército de ese país, señala un reporte de la Universidad Nacional de la Defensa dependiente del Pentágono.
El análisis Evaluación estratégica global 2009 del Instituto de Estudios Estratégicos Nacionales precisa que las opiniones, conclusiones y recomendaciones del libro-reporte no necesariamente reflejan puntos de vista del Pentágono o de otras agencias federales.
“Como el nivel de la violencia a lo largo de la frontera entre Estados Unidos–México se ha convertido suficientemente en una amenaza, el presidente Barack Obama ha pedido al Jefe del Estado Mayor Conjunto, Almirante Mike Mullen, revisar cómo Washington podría hacer más para ayudar a las fuerzas de México”, señala el reporte en su capítulo 15.
El apartado del coronel retirado John A. Cope, especializado en asuntos de seguridad del Hemisferio Norte, advierte que con sólo mirar al sur, “no hacemos caso de las semillas de un futuro problema doméstico que ha sido plantado aquí”.
“Estados Unidos y México deben encontrar la forma de perfeccionar la cooperación en el corto plazo y confrontar un problema compartido de seguridad juntos”, dice el reporte.
Los mayores cárteles , indica, ahora tienen presencia en al menos 230 ciudades de Estados Unidos, y en los últimos dos años las multiagencias de combate al narcotráfico han arrestado a más de 750 miembros del cártel de Sinaloa.