En el Gobierno, las Fuerzas Armadas y la Policía se inició el análisis del proyecto tendiente a unificar los servicios de inteligencia militares y policiales en una Agencia Central de Inteligencia (ACIE), que estaría bajo el control directo del Presidente de Bolivia, en este caso Evo Morales, revelaron fuentes oficiales.

Fuentes del Comando de Ejército y de la Policía adelantaron que la iniciativa cambiaría la actual organización y estructura de los sistemas de inteligencia que operan desde hace 57 años. “Hay una propuesta de crear la ACIE, pero eso tiene que manejar directamente el Presidente”, reveló una de las fuentes militares.

El 15 de noviembre del 2008, durante el aniversario de la Escuela Militar de Inteligencia del Ejército (EMIE), el ministro de Defensa, Walker San Miguel, reveló que hace dos años se discutió la creación de la ACIE, que apuntaría a concentrar información tanto de las Fuerzas Armadas como de la Policía Nacional.

Un año después, el 14 de noviembre último, el comandante del Ejército, general Ramiro de la Fuente, informó que revisaron “el sistema con el que cuenta la EMIE para apoyar en la reestructuración de una nueva técnica, según el proceso de cambio que plantea el Gobierno”.

Las fuentes consultadas coincidieron en que la ACIE manejaría la parte operativa de recolección de información. “La Policía sería la responsable del sistema de inteligencia interna y la externa sería manejada por las FFAA, que comprende toda la parte operativa militar”, sostuvo una fuente policial.

A diferencia del pasado, esta información se concentrará en una sola instancia de inteligencia. Además, el trabajo estará apoyado por un equipo multidisciplinario de profesionales, entre politólogos, economistas, abogados y sociólogos.

“Esto permitirá contar con un sistema de inteligencia de acuerdo con la necesidad que tenga el Gobierno”, precisó la fuente de la Policía, que añadió que la estructura que se perfila otorgará al Presidente el control de la inteligencia nacional.

La ACIE deberá ser creada por ley, que se vislumbra será considerada por la Asamblea Legislativa Plurinacional. Actualmente funciona la Comunidad de Inteligencia, donde participan las FFAA, Policía y los ministerios de Gobierno, Defensa y Cancillería. En este año, esta instancia sólo se reunió una vez, reveló la fuente militar.

La Agencia tendría como fin proteger los recursos naturales, luchar contra el crimen internacional organizado y planificar lo que será el Estado en un nuevo escenario y con una nueva Constitución Política del Estado, explicó San Miguel el pasado año.

Esta propuesta también busca modificar la doctrina nacional, que abarca cambios en el sistema de personal y servicio militar obligatorio. “Todas estas partes de la doctrina militar se están cambiando, pero en una forma positiva. Hay ideas y propuestas que son revisadas”, explicó la fuente de las Fuerzas Armadas.

Consultado sobre el particular, el senador masista Gastón Cornejo destacó la iniciativa. “El servicio de inteligencia de las FFAA tiene que modernizarse en forma absoluta. Celebro que haya esta decisión”, destacó el oficialista.

Para el diputado opositor Bernardo Montenegro, esta propuesta “persigue la lógica de controlar todo el poder y tener un gobierno totalitario”.

“Se revisó la doctrina y el sistema con el que cuenta la Escuela Militar de Inteligencia... según el proceso de cambio”.(Gral. Ramiro de la Fuente, comandante del Ejército).

Hacen labor de inteligencia y consiguen informantes

Los servicios de inteligencia actuales buscan y consiguen información de diversas formas; una de ellas es comprándola y la otra realizando, precisamente labores de inteligencia. Las Fuerzas Armadas y la Policía desplazan personal civil para este trabajo, que responde a la seguridad y otras veces a intereses políticos.

Esta es la descripción hecha por ex y actuales agentes de inteligencia policial. Una de las fuentes explicó que, cuando se compra información es necesario verificar el valor de ésta para evitar incurrir en errores. Los agentes conocen de esta práctica y saben a qué se arriesgan, explicó una de las fuentes.

Otra de las labores que desarrollan es buscar e identificar a los potenciales informantes. Estas personas deben cumplir un cierto perfil que se arma a partir de conocer su personalidad y actividades que realiza. Los informantes son enlaces entre los hechos y la inteligencia.

El sistema penal reconoce la figura del agente encubierto. Este agente actúa en tareas de narcotráfico que pueden durar días o años en el objetivo de penetrar una organización criminal.

La información que obtenga es analizada por un “Ratón de Biblioteca”, que es otro agente que cruza variables en procura de estructurar la información.

Algunas veces, según las fuentes de inteligencia, también se recurre a los infiltrados, aunque esta figura no se encuentra inscrita en el Código de Procedimiento Penal del país.

TAREAS

Ética • El servicio de Inteligencia de la Policía no debe ser utilizado para espionaje a personas, ni para violar su vida íntima ni derechos humanos.

Seguridad • La contrainteligencia brinda protección y seguridad a la información, a las actividades del personal y de las autoridades.

En 1952 nace la inteligencia institucionalizada en el país

La Inteligencia es la actividad encaminada a obtener información reservada. En Bolivia, por lo menos institucionalmente, se empezó a manejar esta herramienta, propia de un Estado, desde 1952. “Es un arma política para el uso impropio de la información contra el adversario político”, revelaron fuentes policiales y militares.

En 1952, Víctor Paz Estenssoro designó al célebre general Claudio San Román como jefe de Inteligencia. Este policía fue el autor del primer sistema de espionaje telefónico instalado en el Palacio de Gobierno. Creó archivos de fichas del régimen movimientista, que se transfirió al Departamento II de Inteligencia de las FFAA, informaron.

A partir de San Román, pasaron una diversidad de jefes policiales por la que hoy se conoce como la Dirección Nacional de Inteligencia. Esta instancia dependería de la Policía, aunque algunas fuentes aseguran que tiene una relación directa con el Ministerio de Gobierno.

Hasta antes del operativo del 16 de abril en el hotel Las Américas, no se conocía exactamente cómo operaban estos servicios.

Este caso destapó una aparente infiltración del capitán Wálter Andrade en el grupo de supuestos terroristas liderado por el abatido Eduardo Rózsa. También se reveló la compra de información. La Unidad Táctica de Resolución de Crisis (Utarc) ejecutó el operativo que fue encabezado por Andrade.

En el Palacio de Gobierno se informó que existe un grupo de inteligencia formado por militares, policías y civiles, asesorados por cubanos y venezolanos.

El vicecanciller Hugo Fernández incluso dijo que era normal el espionaje entre Estados. Algunos hombres que destacan en la inteligencia boliviana.

El espionaje telefónico

El ex jefe de Inteligencia del ex presidente Víctor Paz Estenssoro, en 1952, comandó el primer sistema de espionaje telefónico en el Palacio de Gobierno. Creó archivos repletos de fichas del régimen del MNR, que fueron transferidos al Departamento II de Inteligencia Militar.

Se efectuaron exilios y persecuciones políticas a opositores. Militares contra el comunismo En 1964, con el golpe del general René Barrientos, el Departamento II de Inteligencia fue comandado por el general Rafael Loayza, pieza clave contra el comunismo nacional e internacional.

Se informó que coordinó acciones de la “Operación Cóndor”. Muchos de los casos registrados en el país hace más de 40 años no fueron esclarecidos.

Una venganza de la guerrilla

El coronel Roberto Toto Quintanilla fue subjefe del Servicio de Inteligencia del Estado y murió en noviembre de 1970, cuando una mujer le disparó con un arma automática en el despacho que ocupaba siendo cónsul de Bolivia en Hamburgo, Alemania.

Habría sido ajusticiado en venganza por el asesinato del guerrillero Inti Peredo”.

Los paramilitares en la dictadura

En 1980, Luis Arce Gómez, conocido como “el ministro de la cocaína”, dirigió el Departamento II de Inteligencia de las Fuerzas Armadas. Las fuerzas de inteligencia estaban compuestas por paramilitares y ex soldados de la famosa y temida SS de Alemania. No perdonaron a ningún adversario relacionado con la izquierda.

Los grupos irregulares

Entre 1986 y 1990, los ex jefes de Inteligencia policial Germán Linares y Freddy Zabala fueron mencionados en informes sobre violaciones a los derechos humanos.

Desarticularon a los grupos de las Fuerzas Armadas de Liberación Zárate Willka (FAL-ZW), Comando Nacional Néstor Paz Zamora (CNPZ) y al Ejército Guerrillero Túpac Katari (EGTK).

Acciones contra Eduardo Rózsa

El ex Cnl. José Luis Centellas comandó la Dirección de Inteligencia de Evo Morales y fue acusado de espionaje a políticos, empresarios y periodistas.

El hoy director de Inteligencia, coronel Jorge Santiesteban, coordinó con la ex Utarc el operativo que desarticuló a un grupo de supuesto terroristas liderado por Eduardo Rózsa, que fue abatido el 16 de abril.