Las noticias de que una niña keniata fue capaz de remontar su ascendencia a China 600 años después de que la flota de 25.000 naves del legendario marinero chino Zheng He se hundiera mientras se encontraba en una misión comercial y pacífica destaca el hecho de que la globalización no es un fenómeno moderno. Mwamlaka Shariff Lali, de 19 años de edad, una simple niña procedente de la aldea Siyu, en Lamu, fue recientemente una invitada del estado chino después de que muestras de ADN vincularan su ascendencia a China. La historia china es de apertura y de dejar que la gente sea libre para explorar y moverse.

¿Qué lecciones puede aprender África de este descubrimiento? Mientras que la globalización dirigida por los mercantilistas abrió el mundo a la explotación económica y política en el siglo XVIII, el siglo XXI ha traído un nuevo significado a la globalización. Los países ya no pueden luchar por explotarse mutuamente, sino que tienen que extender los beneficios de la innovación por el mundo. Es ahora obvio que las acciones de individuos por todas partes tienen su impacto en el resto de la humanidad, variando del clima a la cultura y la seguridad.

Mientras que los 1880s atestiguaban el comienzo del escarnio para África, los años cincuenta atestiguaban rápidas retiradas de África por parte de los países colonizadores. Esto llevó a una ruptura tecnológica masiva, economías fracasadas y caos político. Los hechos alentadores de la historia indican que corrientes similares tuvieron lugar en Gran Bretaña. Cuando los gobernantes romanos se retiraron, Gran Bretaña sufrió un retroceso masivo y más tarde remontó. Para África, la colonización permitió que las naciones tribales que habían limitado el conocimiento acerca de lo que estaba más allá de las montañas y la jungla fueran rápidamente conscientes de la enormidad y riqueza del continente en términos de personas y riquezas bajo la superficie.

En el presente, África posee el voto ´ decisivo´ en la mayor parte de los foros internacionales como Naciones Unidas o la Organización Mundial de Comercio. Los países desarrollados acampan literalmente en África en busca de tales votos. Respaldados por teorías económicas demostradas, los expertos de países desarrollados argumentan en favor de crecientes donaciones de apoyo para garantizarse estos votos y mercados para sus negocios. Digamos que, si un país desarrollado ´A´ financia un programa antimalaria en el país ´B´, se garantiza negocios para las industrias vinculadas a la malaria. El país ´A´ financia indirectamente a sus industrias en suelo exterior mientras busca aliados activamente en las votaciones internacionales.

Los países desarrollados han mantenido la burocracia de exportación a África desde los tiempos coloniales. El símbolo de una carrera exitosa ha recaído en empleos de alto nivel ofrecidos por agencias internacionales, que desafortunadamente para África, son normalmente burocráticas. Hace cuatro décadas, pocos africanos podían viajar y ver por sí mismos los motores generadores de riqueza de las naciones ricas. El equilibrio cambia ahora, y muchos africanos están descubriendo lo que crea riqueza en realidad, un pueblo libre.

Escribiendo a comienzos de este año en el New York Times, Sam Roberts observaba que hay más africanos que emigran a Estados Unidos que durante los tiempos del comercio de esclavos. Observaba que más de 50.000 inmigrantes legales se mudan a América anualmente. Washington alberga el mayor número de inmigrantes africanos después de Nueva York. El mayor ´exportador´ de inmigrantes con diferencia a Estados Unidos es Nigeria, seguido de Ghana, Etiopía, Liberia, Somalia y por último Kenia.

Los nuevos inmigrantes tienden a ser bastante emprendedores y aficionados a aprovechar oportunidades nuevas. Por ejemplo, en Estados Unidos, los inmigrantes africanos compiten con los afroamericanos por las oportunidades, lo que a pesar de la tensión promueve mejores posibilidades para que los negros asciendan económicamente. Según Sam Roberts, los signos más visibles de la entrada africana moderna en América son ´… la proliferación de iglesias africanas, mezquitas, salones de peluquería, vendedores ambulantes, repartidores de supermercado, la controvertida mutilación genital femenina y la elección de Barack Obama, hijo de un nativo keniata, para el Senado norteamericano por Illinois´. Los inmigrantes se convierten cada vez más en la estrategia más legítima para explicar a otros africanos las causas de la pobreza. Supervisan de cerca las penurias de sus familiares al tiempo que introducen nuevos enfoques para hacer negocios.

Para llevar a África al siguiente nivel de desarrollo económico, es importante que los estados africanos armonicen y faciliten un entorno financiero contundente. Los gobiernos africanos tienen que abrir los mercados del continente para facilitar el comercio dentro de África, erradicar las bolsas de pobreza (estados africanos soberanos) que han empobrecido a los africanos durante mucho tiempo y promover una estructura financiera uniforme que atraiga a los inversores de la comunidad emigrante, a los locales y a los inversores extranjeros. África puede aprender de China, tomar medidas serias y abrirse, al tiempo que invierte en reforzar la historia positiva. La continuada transición de China desde una economía planificada a una economía de mercado ha hecho trizas el estilo de vida individual. La presencia china se siente en las principales ciudades de África. Para facilitar esto, la clase política tiene que sacrificarse alejándose de utilizar la fuerza gubernamental para mantener a raya a todos.

El gobernador Bai Enpei, de la provincia de Qinghai, observaba allá por 1998 que: "Las cosas que el gobierno no debe gestionar, o no sabe gestionar, o gestiona mal, deben cederse a empresas, a la sociedad o a instituciones relevantes para que las gestionen". África debería crear su propio modelo de crecimiento que parta de la dependencia de la ayuda tradicional que ofrece incentivos a los gobiernos, hasta implicarse en los negocios. Este modelo debería centrarse en la apertura del mercado continental, la expansión del acceso al crédito para el sector privado africano, facilitar la inversión en la expansión del mercado por parte de los negocios y la vinculación estratégica con naciones desarrolladas para acceder a la tecnología y a los conocimientos. África tiene que buscar un modelo que permita que los emprendedores corten amarras en una misión pacífica y comercial tanto local como internacionalmente.

*Shikwati es presidente de la red económica interregional de Nairobi, Kenia.