El presidente griego, Carolos Papoulias, aseguró el miércoles que su país se encuentra "al borde del abismo" después de las manifestaciones violentas contra el plan de austeridad, que dejaron tres muertos en la capital.
"Nuestro país está al borde del abismo", afirmó el presidente en un comunicado difundido tras la muerte de tres personas durante una nueva huelga general contra el plan de austeridad impuesto a cambio de una multimillonaria ayuda para evitar la quiebra del país.
"Todos tenemos la responsabilidad de no dar ese paso de más que nos haría caer en el vacío", advirtió el jefe del Estado, cuyo rol es principalmente protocolar, pero que todavía es considerado como garante de las instituciones.
Tres personas murieron en un banco del centro de Atenas incendiado por cócteles Molotov lanzados por jóvenes con el rostro cubierto por pasamontañas, al margen de una manifestación contra el plan de austeridad.
El inicio de grandes problemas
"Esto sólo es el principio de una gran guerra", avisa Hélene, una de las decenas de miles de personas que desfilaron en Atenas el miércoles en contra del plan de austeridad anunciado por el gobierno, cuando tres personas murieron en violentos incidentes al margen de la huelga general.
La del miércoles es la tercera huelga general en menos de tres meses en Grecia y el ambiente, al igual que el cielo de Atenas, es pesado.
La multitud se encara a la policía antidisturbios desplegada a lo largo de todo el Parlamento, donde una comisión examina las medidas de austeridad tomadas a cambio de la ayuda de los Europeos y del FMI, del que se espera que salve al país de la bancarrota.
Los enfrentamientos estallan cuando varios jóvenes tratan de burlar el cordón de seguridad. En lugares determinados, algunos perturbadores lanzan cócteles molotov que prenden fuego a los escaparates: un banco se incendia y mueren tres personas en el edificio que albergaba la sucursal bancaria, según una fuente policial.
"Esto es sólo el principio", insiste Hélene Galani, en el desfile que, hasta entonces, avanzaba pacíficamente. "Estoy dispuesta a apostar que un día, este gobierno deberá abandonar Atenas en helicóptero".