Además de suspender maniobras con Israel, Ankara expulsa a los cazas hebreos de su territorio.
La crisis diplomática entre Turquía e Israel hace tambalear la alianza estratégica militar de los últimos años y podría poner fin a la presencia de instalaciones secretas israelíes en territorio turco. Los servicios de inteligencia del ejército israelí conocidos como Aman mantenían en los últimos años, en la parte oriental de Turquía, una base que sigue de cerca todo lo que ocurre en territorio iraní.
En la instalación se utilizan medios electrónicos de espionaje que siguen de lejos todo movimiento, especialmente en las instalaciones nucleares de Irán. Sin embargo, la creciente tensión bilateral, agravada con el abordaje israelí del barco turco Mavi Marmara, está poniendo en peligro la cooperación entre ambos países. El Gobierno de Ankara, que no esconde su ira hacia Israel por la muerte de nueve activistas de dicho barco, estudia ahora la posibilidad de cerrar esa base.
En el Ministerio de Defensa israelí reina una gran preocupación. "Si eso ocurre, Israel perderá sus ojos, sus oídos y su nariz, que le permiten seguir todo lo que sucede en el territorio iraní", dice una fuente del ministerio. Turquía anunció también la decisión de no invitar a las fuerzas armadas israelíes a ejercicios de su ejército conjuntos con fuerzas extranjeras, entre ellos el Anatolian Eagle,previstos para el próximo mes de octubre. Hasta hace dos años el Tsahal israelí participaba en dichas maniobras de forma regular.
También la fuerza aérea israelí resultó dañada por la crisis con Ankara. Hasta hace unos meses los cazas con la estrella de David se entrenaban en el espacio aéreo turco y durante años mantuvieron en ese país escuadrillas de combate y de transporte en las bases aéreas militares turcas. Ahora todos los cazas israelíes han sido devueltos a casa y el Tsahal busca lugares alternativos para entrenarse. Una de las alternativas que se está negociando es la de Rumanía. Ya en el 2006 Israel yel país de Europa oriental firmaron un documento al respecto.
Por otra parte, el departamento de operaciones del Gobierno israelí envió a sus oficiales y soldados una orden tajante que prohíbe viajar a Turquía. En los últimos diez años, ese país fue el destino preferido de cientos de miles de turistas israelíes. Los vuelos de la compañía israelí El Al han sido anulados, pero se mantienen los de algunas compañías turcas.
Israel también ha decidido no enviar ningún ministro a la cumbre euroasiática que está teniendo lugar en Turquía, ya que, según Jerusalén, el fin de esta es contribuir aún más al aislamiento de Israel. Finalmente, se envió a la conferencia a uno de los diplomáticos de la embajada israelí de Ankara para que ningún alto cargo tenga que enfrentarse a la ira acumulada a raíz del abordaje del Mavi Marmara.