El superávit comercial alemán ha subido el 50% en los cuatro primeros meses del 2010.Hay una falacia de agregación tan obvia que es absurda: no todos pueden tener un superávit comercial.
Para economistas como Daniel Gros -
entrevistado en la página siguiente-,Alemania es el ejemplo de las virtudes de
rigor salarial, disciplina presupuestaria y poderío manufacturero necesarias
para que el resto de la zona euro salga de su grave crisis de endeudamiento. La
máquina exportadora germana vuelve a rugir ahora dirigida hacia los boyantes
mercados de Asia. El superávit comercial ha subido más del 50% en los primeros
cuatro meses del 2010, un resultado extraordinario dado el colapso de la
periferia dentro y fuera de la zona euro. Durante la década de los 2000,
gracias a una férrea disciplina salarial, Alemania mantuvo estables sus costes
unitarios laborales - el coste pro unidad de producto-mientras subieron entre
el 20% y el 40% en el resto de la zona euro. Hasta logró ganar cuota mundial
pese al fenómeno chino. Yno para en su carrera virtuosa. Acaba de anunciar un
ajuste fiscal por 80.000 millones de euros con recortes de hasta el 10% de las
prestaciones por desempleo para "dar ejemplo al resto de la zona
euro", según Angela Merkel.
Esto pese a que la deuda pública alemana sólo se sitúa en el 65% del PIB y
registra un déficit muy razonable en estos tiempos, del 6% del PIB.
"España debe seguir el ejemplo de Alemania, sólo que más rápido",
dice Gros.
Pero en el extraño mundo de la economía en uniones monetarias, la virtud puede
ser muy poco solidaria. Heiner Flassbeck, ex asesor del carismático y ahora
difunto canciller social demócrata Oskar Lafontaine en los años noventa, cree
que su país está "empujándonos a todos por un camino de deflación y hacia
la destrucción del euro". Flassbeck - ahora economista jefe del think tank
keynesiano de la ONU, la Unctad-acusa a Alemania de realizar un dumping
salarial, agravando la raquítica demanda interna en Alemania con efectos
desastrosos para el resto de la zona euro. Por si esto fuera poco, el ajuste
presupuestario restará más demanda interna a la euroeconomía. "Alemania es
demasiado competitiva y si no se encuentra forma de parar el dumping salarial,
el euro no sobrevivirá", sentencia.
Para Flassbeck, elogiar el permanente superávit alemán delata una lógica
fallida. "Hay una falacia de agregación tan obvia que es absurda; no todos
pueden tener un superávit", dijo. Aunque la pérdida de competitividad en
la periferia europea se debe a subidas de salarios demasiado altos o
productividad demasiada baja, Alemania ha agravado el problema. El resultado es
una divergencia de competitividad que ha generado desequilibrios abismales en
la zona euro y ahora se manifiestan en una crisis de financiación de deuda
de los países deficitarios. Si la competitividad se gana mediante aumentos de
productividad, se puede evitar este juego de suma cero. Pero aunque "los
alemanes creen que han sido más productivos que nadie, no es verdad",
dice. Alemania sólo ha registrado un aumento del 3,2% de la productividad en la
primera década de los 2000, Más que España. Pero mucho menos que otros países,
entre ellos Grecia. El control de los costes unitarios laborales en Alemania se
ha conseguido gracias únicamente a una caída del 9% de los salarios reales
desde el 2000, segun el instituto berlinés DIW.
Economistas en Londres coinciden con el análisis
de Flassbeck. "Las economías con superávit como Alemania suelen verse como
parangones de la virtud", dijo Jennifer McKeown, una joven economista de
la empresa de análisis Capital Economics. Pero añadió: "No todo el mundo
puede expandir su mercado de exportaciones".
Tanto Flassbeck como Mc-Keown instan a Alemania a
hacer lo posible para estimular el consumo y la inversión no sólo para dar una
salida a las exportaciones del sur sino también para resolver sus propios
desequilibrios internos. "Deben dejar de recortar el déficit y hacer lo
posible para que las empresas suban los salarios", dice. Si esto choca
contra el sentido común imperante en la Europa de la austeridad, McKeown
sugiere algo aún más contraintuitivo: una reforma laboral para dejar que los
salarios suban en tiempos de crecimiento. "Si las empresas saben que
podrán bajar salarios en una recesión, quizá pagarán más en la
recuperación", dice.
Ambos creen que el ajuste fiscal es innecesario.
"Deberían dejar de bajar el déficit", dice Flassbeck. Pero estas
ideas se encuentran a años luz del consenso en Berlín y Frankfurt. Jamás van a
hacer lo que es necesario para evitar una espiral de deuda y deflación; en
cinco o seis años habrá destruido la zona euro", dice Flassbeck.
"Probablemente la mejor salida será que salga Alemania y vuelva al
marco".
ENTREVISTA a Daniel Gros, director del Centro de
Estudios Europeos: "España
está en una situación similar a la de Alemania en 1995"
i PIGS resultaba una etiqueta difícil de tragar para
los países deficitarios de la periferia europea - concretamente Portugal,
Irlanda, Grecia y España-,Daniel Gros, director del Centro de Estudios
Europeos, propone otro acrónimo en un informe reciente. GIPSY (Gitano),
añadiendo la Y de Italy a los cuatro cerdos.La terminología refleja un análisis
agudo pero despiadado en la obra de Gros, que ve una necesidad acuciante en los
países deficitarios de la periferia de recortes brutales de salarios para
recuperar la competitividad perdida frente a Alemania en la última década.
Nacido en Alemania, doctorado por la Universidad de
Chicago - en los momentos más ortodoxos de su facultad de ciencias económicas-y
asesor del Fondo Monetario Internacional en los ochenta, Gros no tiene mucho
tiempo para el nuevo keynesianismo. Junto con su estrecho colaborador, Thomas
Mayer economista jefe de Deutsche Bank, cree que deberían existir mecanismos
que permitan que un país insolvente como Grecia, pueda suspender el pago de su
deuda. Propone la creación de un Fondo Monetario Europeo para facilitar estas
reestructuraciones de deuda.
Hay temores en algunas partes de Europa de que el
ajuste que Alemania ya ha anunciado junto con el resto puede empujarnos a todos
por el camino del bajo crecimiento y la deflación.
Hombre. El ajuste que Merkel anunció realmente no es
nada espectacular. Es medio punto en el 2011 y medio punto en el 2012. Decir
que eso va a causar una depresión es un poco excesivo, a mi modo de ver.
Pero ¿cómo pueden España y los países deficitarios salir
de una crisis de endeudamiento sin contar con una expansión de la demanda en
países que tienen superávit como Alemania?
En España se puede hablar de lo deseable y lo
probable. Salir de la crisis de la deuda por el camino del crecimiento sería
deseable pero es muy difícil. Desde luego, crecer tirando de la demanda interna
no es una opción. Tiene que bajar costes relativos respecto a Alemania. España
se encuentra en una situación parecida a la que tenía Alemania en 1995, tras el
boom de la reconstrucción de la ex RDA cuando sus costes laborales se
dispararon. Y Alemania tardó diez años en realizar todos los ajustes
necesarios.
¿Cómo lo hizo?
Primero les costó. Cometieron el error de gastar más
fondos públicos para sostener la demanda, como se hizo en España en el 2008.
Pero no funcionó. Habían pasado años antes de que aprendiésemos esa lección.
Los salarios subieron y, luego, subieron más. Finalmente, se adoptó una reforma
del mercado de trabajo. Y tuvimos la suerte de que se hizo en un momento en el
cual la economía mundial crecía muy rápido, a mediados de los años 2000. El
paro cayó rápidamente. Tardaron diez años y podrían haberlo hecho mas
rápidamente. O sea que el modelo de ajuste alemán es muy lento. España tendrá
que hacerlo más rápido.
¿Cree que la economía alemana puede crecer pese a los
problemas en el resto de la zona euro?
Si no hay un cataclismo financiero, diría que hay
elevadas posibilidades de que el crecimiento alemán sea relativamente fuerte,
por encima del 2%, que para Alemania no está nada mal. Será suficiente para
bajar el paro. Tirará de las exportaciones, pero no exportaciones a la zona
euro sino a Asia, Rusia y Oriente Medio.
¿Esto ayudará al resto de la zona euro?
Pues si llegamos al pleno empleo el año que viene hay
posibilidades lógicas de ver un aumento de salarios en torno al 2% en línea con
las subidas de la productividad. Y si es así, quizá los mercados verán que hay
una luz al final del túnel, que las presiones competitivas sobre el sur bajarán
y dejarán de apretar la tuerca. Aunque eso no quiere decir que no vaya a ser un
periodo muy difícil para España.
¿No puede hacer el Gobierno algo para facilitar estas
subidas de salarios? No. Creo que es mejor que el gobierno se
mantenga al margen de esto. En realidad, aunque haya predicado mucho en el
pasado sobre la necesidad de bajar salarios no hizo nada para intervenir. Ahora
tampoco debería intervenir para que suban.
Pese al ajuste, sigue habiendo un modelo de mercado
laboral basado en la flexibilidad interna.
El sistema de Kurzarbeit - reducción de horas en vez
de despidos durante bajones económicos-es bueno para algunos sectores . Pero
creo que sería un desastre para España porque no sirve para realizar
reestructuraciones profundas de la economía. Kurzarbeit funciona si tienes una
crisis y recuperación en forma de ´V´ y si hay un repunte rápido del comercio.
Hace falta partir también de una situación fiscal muy sólida. Te permite no
perder capital humano especializado. Pero no vale para una reestructuración de
la economía como la que hace falta en España.
¿Qué clase de reestructuración se debe hacer en España?
¿Debe ser igual que en Alemania?
Pues la necesidad de bajar salarios y subir el
porcentaje correspondiente al sector manufacturero es inevitable. España no
tendrá exactamente la misma mezcla; probablemente puede hacer más en los
servicios como turismo, pero no hay más remedio que exportar.