Los inversores se han lanzado a comprar materias primas agrícolas.Un fondo compró hace unas semanas el 7% de la cosecha mundial de cacao.
La
subida de precios de materias primas agrícolas como trigo, maíz y cacao atrae
en todo el mundo a los especuladores. Cuanto peor sea la cosecha en los grandes
productores, tanto más éxito tienen en propagar el temor a una escasez de
alimentos y prometen a los inversores grandes ganancias.
La
prohibición de exportar granos anunciada el jueves por Rusia empeorará aún más
la situación. "En este momento el mercado se ve dominado por el
miedo", afirmó el analista de temas agrícolas del Commerzbank, Eugen
Weinberg.
En
Internet, algunos servicios financieros calientan el ambiente desde hace meses.
"¡El trigo lo hará rico!", anuncia por ejemplo una web de
inversiones. Y añade: "El boom de las materias primas apenas ha
comenzado". La creciente demanda se enfrenta a una disminución de las materias
primas, lo que genera "precios en alza, incluso explosivos".
Los
especuladores no son en opinión de Weinberg los causantes del aumento de los
precios, pero "pueden acelerar el proceso". BayWa, el mayor
comerciante europeo de productos agrícolas, cree en cambio que en algunos
mercados tienen una mayor influencia incluso que la propia cosecha o la
demanda. "Un 70% es culpa de los especuladores", asegura el jefe del
consejo de administración de la firma, Klaus Josef Lutz.
La
situación es especialmente grave con el trigo debido a la peor sequía en 50
años que está viviendo Rusia y las inundaciones en Canadá, países que son
respectivamente el cuarto y noveno productor mundial del cereal. Ya antes de
que Rusia bloqueara las exportaciones los precios del trigo aumentaron un 50%.
Los
expertos no creen que se llegue a una crisis alimentaria. "Hay suficientes
reservas", señala Weinberg. Sin embargo, los propios productores agrícolas
también intentan sacar provecho y hay reticencia a vender a la espera de que
los precios suban. Lutz llamó a los campesinos por ello a no especular con los
precios.
Quejas
de los fabricantes
Las
inversiones en los mercados agrícolas no son nuevas, y el índice de materias
primas CRB, con el que los inversores participan en el mercado mundial de
petróleo, gas, soja y algodón, ya existe desde hace más de 50 años. Lo novedoso
es la presencia masiva de grandes inversores que participan con sumas
millonarias e impulsan así los precios al alza.
Hace
unas semanas se produjo un pico especulativo cuando un fondo británico compró
de un solo golpe el 7% de la cosecha mundial de granos de cacao y lo almacenó
para venderlo justo antes de la temporada navideña a los fabricantes de
chocolate, con un ingente beneficio. El sector se queja desde hace meses de que
su principal materia prima se ha convertido en el balón de juego de los
especuladores.
Antes,
los productores podían calcular ellos mismos el precio en base a informaciones
sobre la cosecha y otros indicadores, pero ya no. Lo mismo ocurre con los
panaderos, por ejemplo.
Los
bancos esperan en el futuro incluso mayores negocios con las materias primas.
El estadounidense J.P. Morgan acaba de comprar por 1.700 millones de dólares
una gran participación en el comerciante de materias primas RBS Sempra, que era
codiciado también por el alemán Deutsche Bank.
Seguramente
la política no podrá quedarse sin hacer nada ante el problema, pero Lutz
subraya que no se puede actuar de forma nacional o aislada, porque entonces los
especuladores se buscarán otro mercado. "Esto es un juego
global".