Inteligencia y Seguridad Frente Externo En Profundidad Economia y Finanzas Transparencia
  En Parrilla Medio Ambiente Sociedad High Tech Contacto
En Profundidad  
 
30/08/2010 | El mundo de los emergentes

Mariano Aguirre

No es una coincidencia que el Mundial de fútbol se haya celebrado en Sudáfrica y que el próximo tenga lugar en Brasil. Ambos países son potencias emergentes y parte del bloque IBSA (India, Brasil y Sudáfrica). Tampoco es casual que Brasil haya ampliado en los últimos años sus inversiones y ayuda al desarrollo en África,especialmente en las ex colonias portuguesas, ni que las diplomacias de Brasilia y Ankara firmaran recientemente un acuerdo con Irán sobre su programa nuclear.

 

Si bien el acuerdo fue ignorado por Estados Unidos y Europa, mostró que los emergentes están dispuestos a intervenir en cuestiones que hasta ahora estaban reservadas para las grandes potencias tradicionales.

La lista de emergentes suele incluir a India, Brasil, China, y crecientemente a Turquía e Indonesia. México es un candidato, pero los problemas internos de narcotráfico y la profunda vinculación de su economía a la estadounidense le restringen la autonomía que tienen otros países. Rusia está a mitad de camino entre ex potencia mundial y emergente.

Un estudio del Consejo de Inteligencia Nacional de Estados Unidos indicó en el 2008 que el sistema internacional "será irreconocible" hacia el año 2025, que habrá una transferencia de riqueza relativa y poder político del Oeste al Este, y que el mundo está entrando en una fase de multipolaridad. El periodo de transición implicará rivalidades estratégicas sobre comercio, inversiones, innovación tecnológica y recursos.

En las negociaciones sobre comercio, medio ambiente, sistema financiero, salud y, crecientemente, seguridad, los países emergentes tienen un peso que confirma cambios profundos. En una reciente reunión confidencial sobre la guerra en Afganistán entre funcionarios de Estados Unidos, Europa, la ONUs y potencias regionales fue significativo ver que India, Arabia Saudí, China y Pakistán tenían más peso y decisión diplomática que Washington y sus aliados de la OTAN. Estados Unidos y la Unión Europea tienen menos posibilidades de influir no sólo sobre los emergentes, sino sobre otros países del Sur, y algunas alianzas tradicionales de la guerra fría se ven ya afectadas.

Algunos ejemplos. Luego de la derrota aplastante que el Gobierno de Sri Lanka infligió en el 2009 a la guerrilla separatista de los Tigres de Liberación de Tamil Elam, la comunidad internacional intentó presionarlo para que respetase los derechos humanos de la comunidad tamil, y se formase una comisión de investigación sobre crímenes cometidos durante la guerra. El Gobierno cingalés ha resistido sin problemas a Estados Unidos y Europa debido a las inversiones y la ayuda de China. También gracias a China el presidente sudanés Omar el Bashir ha evitado mayores sanciones de la ONU por sus actuaciones en Darfur.

"Ya no tenemos el peso de otros tiempos sobre los gobiernos del Sur", me dijo un diplomático europeo recientemente. Esa influencia limitada y los apoyos entre países del Sur, y Rusia, dan oxígeno a gobiernos como el iraní, el venezolano o el de Zimbabue, que pueden resistir mejor las presiones externas.

Dentro de los emergentes, Turquía es un caso particularmente interesante. Hasta muy recientemente, no estaba incluido en ningún bloque de nuevas potencias. Pero se ha convertido en una estrella en ascenso gracias al dinamismo económico interno y externo (como ha hecho Brasil), su activa diplomacia en Oriente Medio y Asia, y sus intentos mediadores entre Israel y Siria, más su discreta diplomacia en Afganistán.

La disputa de Turquía con Israel por el ataque a la flotilla que se dirigía a Gaza ha aumentado el prestigio del Gobierno de Ankara en Oriente Medio a la vez que ha modificado dos paradigmas tradicionales de seguridad. Por un lado, pone en cuestión que Israel pueda seguir contando, como lo hizo durante medio siglo, con Ankara como un aliado en el mundo musulmán. Por otro, le presenta un desafío a la OTAN que ahora tiene un miembro que ha pasado de ser la frontera de contención estratégica con el islam y Oriente a tener alianzas múltiples, y no siempre alineadas con Occidente, desde Ramala a Kabul, y desde Siria a Teherán.

La diplomacia de los emergentes es diferente del movimiento de los No Alineados de los años sesenta, ya que actúan guiados por una mezcla de dura defensa de sus intereses nacionales a la vez que fomentan alianzas Sur-Sur para crear una barrera defensiva frente a los países del Norte en cuestiones como desarrollo nuclear civil, comercio y salud. Al mismo tiempo, tienden a mantener muy buenas relaciones comerciales con las potencias industriales. El sagaz ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, ha reiterado en las últimas semanas que su país no se aleja de Occidente, pese a que la UE le cierra la puerta, sino que diversifica sus relaciones exteriores. Como siempre han hecho las potencias internacionales.


M. AGUIRRE, director del Norwegian Peacebuilding Centre, Oslo. www. peacebuilding. no

La Vanguardia (España)

 



Otras Notas del Autor
fecha
Título
20/12/2015|
07/08/2015|
17/06/2015|
06/06/2015|
05/04/2015|
27/03/2015|
11/08/2014|
27/11/2013|
20/03/2013|
06/12/2012|
29/03/2012|
21/01/2006|
21/01/2006|

ver + notas
 
Center for the Study of the Presidency
Freedom House