El jefe de la Dirección Central de Inteligencia Interior (DCII) aseguró en una entrevista publicada por el diario Journal du Dimanche que Francia está hoy en el mismo nivel de amenaza que en 1995, año marcado por una ola de atentados.

Afirmó que todos los semáforos están en rojo, a la luz de los informes de seguridad que proporcionan los socios extranjeros de Francia y de las observaciones internas. “Hay razones objetivas para estar preocupados”, advirtió Squarcini.

La amenaza de atentados es fuerte, dijo, y explicó que el riesgo es triple, en primer lugar porque hay indicios de que Al-Qaeda en el Magreb islámico tiene planes de atacar Francia y que con ese objetivo envió un escuadrón al país. En segundo lugar está la presencia de yihadistas (combatientes islámicos) que proceden de Afganistán, Yemen o Somalia, y en tercero los franceses musulmanes que se radicalizan y de manera individual montan su operación, señaló.

Sin embargo, la amenaza más concreta la representan los militantes de Al-Qaeda en el Magreb islámico, ya que, además de las evidencias del escuadrón, hace 15 años, la gente que atacó Francia llegó desde el este de Argel. Squarcini refirió que los servicios secretos han frustrado un promedio de dos atentados por año y citó el caso de un belga-tunecino de 25 años de edad que fue detenido por la Policía egipcia cerca de Gaza, luego expulsado a Bélgica y después a Francia para ser interrogado.

El hombre tenía planes de llevar a cabo un atentado suicida frente a un teatro de París durante un evento en beneficio del ejército de Israel, recordó.

En Dinamarca, las autoridades elevaron ayer su nivel de alerta, después que un hombre detonó un artefacto el viernes en un hotel de Copenhague, la capital del país. El sujeto tenía un mapa con la dirección de las oficinas del periódico Jyllands-Posten, que publicó las caricaturas de Mahoma que causaron protestas en Medio Oriente, África y Asia en 2005.