"Queremos enmiendas constitucionales, pero queremos cambios que no lleven a la continuidad del mandatario y a que hereden el poder sus hijos", explicó el líder de la coalición opositora y del partido islamista Islah, Mohamed al Sabry.

"No permitiremos que estos líderes corruptos permanezcan en el poder y estamos listos para dormir en las calles por el futuro de nuestro país, con el objetivo de liberarle de las manos del corrupto", advirtió, en referencia a un presidente que lleva gobernando el país durante tres décadas.

El partido de Saleh, el Congreso General de Pueblo, ha propuesto limitar a dos los mandatos presidenciales, ya sean de siete o cinco años. Además, plantea extender el registro para votar a todos los adultos del país.

Sin embargo, la oposición advierte de que las reformas no garantizan que el actual jefe de Estado vuelva a presentarse.

EFECTO EN CADENA

Las protestas en Yemen llegan en un contexto de críticas contra varios gobiernos de países árabes después de los hechos registrados en Túnez. El presidente tunecino, Zine al Abdine Ben Alí, dimitió la semana pasada tras 23 años en el poder por los disturbios ciudadanos originados en las semanas anteriores.

El pasado miércoles, en la ciudad de Adén, se registraron enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes que se habían reunido para protestar por la alta tasa de desempleo y la situación económica del país.