El vicepresidente de la Conaie, Miguel Guatemal, dijo a la AP que con la denuncia presentada "queremos que pare la explotación del petróleo, eso causa daño ambiental, eso afecta la selva que es de donde sacan la comida y el agua los pueblos no contactados, que es de donde viven, queremos que se respete el derecho a la vida de esos pueblos".
Añadió que junto con la demanda se ha presentado una serie de fotografías satelitales donde se observa que la selva está disminuyendo, lo que va "en contra de la supervivencia de esos pueblos". No dio cifras ni detalles.
En el documento presentado a la Fiscalía, la Conaie pidió que "se investiguen las situaciones de vulnerabilización deliberada de los pueblos libres en aislamiento voluntario tagaeri, taromenane, oniamenane, iwene y probablemente otros, pertenecientes a la nacionalidad waorani" que habitan en la amazonia central.
Señaló que esos pueblos enfrentan su extinción "debido a efectos combinados de políticas gubernamentales, principalmente relacionadas con la exploración y explotación petrolera, que son llevadas a efecto en los territorios de supervivencia de los pueblos citados".
Destacó que tales actos administrativos y los hechos promovidos por varios funcionarios públicos "constituyen un tipo penal claramente previsto en la legislación nacional e internacional, que solicitamos sean investigados a fin de que se instauren, de manera urgente, las acciones legales que sean necesarias".
La denuncia responsabiliza de los agravios a Correa, el asesor jurídico de la Presidencia, Alexis Mera; la ministra de Ambiente, Marcela Aguiñaga; y el ministro de Recursos Naturales no Renovables, Wilson Pastor.
"El departamento jurídico del Ministerio (de Ambiente) se está empapando del pedido de la Conaie para dar una respuesta", dijo a la AP el funcionario del departamento de Comunicación de esa entidad, Geovany Espín.
La directora de Comunicación del ministerio de Recursos Naturales No Renovables, Yesenia Barreno, afirmó a la AP que "el ministro está preparando una respuesta" a la acción presentada por la confederación indígena.
Los pueblos que han preferido vivir en aislamiento desde llegada de los primeros españoles, habitan en la amazonia central ecuatoriana entre los ríos Napo y Curaray y la frontera internacional entre Ecuador y Perú. Los pocos acercamientos que han tenido individuos de la civilización occidental hacia los indígenas, especialmente madereros clandestinos, han terminado en ataques con lanzas y flechas envenenadas.
No se conoce con certeza cuántos habitantes hay en esas condiciones de vida.
