1. La generación de más de 3,5 millones de empleos en cinco años

DIFICULTAD
La competencia por proponer la mayor cantidad de empleos durante el presente proceso ha sido intensa. En una pugna de cifras, se han comprometido hasta 3,5 millones de empleos en los próximos cinco años. Julio Gamero, ex viceministro de Trabajo, indica que estas propuestas tienen falencias porque no especifican la calidad de empleos que esperan generar. Es decir, podría incluso comprometerse en esta cifra población subempleada o temporalmente empleada.

Indica que los candidatos no informan cómo esperan alcanzar esta meta, pues para lograrla se requeriría que crezcan sectores intensivos en mano de obra como el agrícola y el de construcción, pues esto no se podría lograr sobre la base del sector industrial o extractivo.

Uno de los candidatos ha señalado que se basaría en el sector construcción, prometiendo 500 mil viviendas en los próximos años. Esta propuesta también tiene serios cuestionamientos.

2. La reducción del precio del balón de diez kilos de GLP de S/.35 a S/.10

DIFICULTAD
La reducción del precio del balón de gas licuado de petróleo (GLP) o gas doméstico también genera serias dudas. La razón es que quienes lo están proponiendo no solo confunden este combustible con el gas natural, sino que, además, al reducir los precios, se traerían abajo toda una estructura de producción existente en esta industria.

Según indica el decano del Colegio de Economistas, César Bedón, quien ha evaluado el tema, si bien se podrían reducir costos en la cadena de comercialización, llegar a S/.10 resulta un imposible, a menos que el Estado subsidie este precio como sucede en Ecuador y Bolivia, y genere grandes costos al fisco. Esto además implicaría que el Estado deje de recaudar S/.8 y S/.6, en regalías e IGV, respectivamente, por cada balón de GLP.

Bedón explica que si bien la producción de GLP es local, un GLP a bajo costo lo único que motivaría es desincentivar la producción de este combustible.

3. Elevar la remuneración mínima vital de S/.600 a S/.1.200

DIFICULTAD
Decirlo puede ser sencillo, aplicarlo irresponsablemente puede generar un descalabro, por varias razones. Gustavo Yamada, profesor de la Universidad del Pacífico, indica que esto ahogaría a las pequeñas y medianas empresas (pymes), sobre todo del interior del país, que rigen su sistema de salarios sobre la base de la remuneración.

Señala, por el contrario, que una propuesta responsable sería plantear al menos remuneraciones mínimas diferenciadas en función de la economía y el costo de vida en cada región del país.

Por su parte, Norberto García, consultor del Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES), señala que los candidatos no plantean plazos para subir la remuneración mínima vital, aunque sostiene que duplicarla en cinco años resultará imposible. Más aun, si esta no tiene como sustento un estudio o cálculo respecto de cómo afectará a las pymes.

4. Reducir el IGV e IR sin afectar la estabilidad de la caja fiscal

DIFICULTAD
“Hay espacio para reducir el IGV”, señala el tributarista Sandro Fuentes, quien explica que desde los noventa se ha considerado que la tasa técnica debe estar en 16%. Sin embargo, no se ha podido aplicar esta tasa por la creciente informalidad que afecta al sistema tributario, aun hoy.

Fuentes indica que – como es usual– los candidatos no han especificado cómo harán para que la reducción del IGV tenga un efecto contrario al que se espera: reducir la carga tributaria a los contribuyentes sin afectar los ingresos fiscales.

En ese sentido, el especialista señala que esto solo se conseguiría siempre y cuando se vuelva a organizar a la población tributaria, pues en la actualidad el número de contribuyentes se asemeja al de los años noventa.

Indica que pensar en reducir el IGV y el IR sin aplicar medidas adicionales, pensando que esto impulsará la recaudación, no es más que una apuesta. Una timba.

5. Reducir y eliminar la renta básica de la telefonía fija

DIFICULTAD
La eliminación de la renta básica en la telefonía fija es un tema eterno. Según Liliana Ruiz, presidenta de Alterna Perú, se ha discutido mucho sobre el tema y hasta el momento no se ha logrado eliminarla, no solo por ser un tema contractual entre el Estado y la principal operadora de telefonía del país, sino que además la renta básica tiene un sustento económico para todos los consumidores.

En ese sentido, explica que eliminar la renta básica significaría incrementar las tarifas de la telefonía fija, pues aquella genera un mínimo de tráfico a la operadora que le permite hacer descuentos por volumen a los consumidores. Señala que esto se aplica en todo el mundo.

Ruiz sostiene que buscar descuentos en la telefonía no pasa por tratar de eliminar la renta básica, sino estudiar otro tipo de mecanismos a través del Osiptel y de los operadores. Así, la eliminación a rajatabla llevaría a tener un efecto distinto al que se busca.

6. Aplicar un nuevo régimen pensionario llamado Pensión 65

DIFICULTAD
La pensión universal para los mayores de 65 años ha sido también una de las propuestas desplegadas durante esta campaña presidencial. El plan está orientado a beneficiar a cerca de doscientas mil personas con más de 65 años que han laborado en el sector informal y que no han realizado aportes de jubilación.

El especialista Ricardo Vergara, de Sase Consultores, ha analizado las promesas de índole previsional, indica que si bien la propuesta puede ser positiva, significaría incluir en el sistema de pensiones a personas que, al no haber aportado, le generarían una deuda inmensa al Estado y que podría no ser sostenible más allá de cinco años.

En ese sentido, nuevamente el fisco podría verse afectado al intentar cubrir esos gastos. Así, considera que el único camino para que estas personas puedan acceder al sistema pensionario es su formalización o creando un sistema independiente de aportes.