Las fuerzas del régimen respondieron con una intensa ráfaga de disparos tanto en la capital como en Daraa, donde un activista denunció que no se permitió el paso a un convoy que se dirigía a Azraa para participar en los funerales de 23 personas fallecidas allí el viernes. Según el activista, las fuerzas de seguridad dispararon contra el convoy y mataron al menos a seis personas. “Esperamos más derramamiento de sangre, pues las calles bullen de ira”, añadió.

Testigos señalaron que otras ocho personas murieron en dos diferentes barrios de la capital, Damasco. Un médico del barrio de Barza, a las afueras, dijo que los activistas levantaron un hospital de campaña para atender a los heridos.

Otro testigo dijo que las fuerzas de seguridad entraron al hospital de Daraa y arrestaron a todos los internos que resultaron heridos en la represión de las protestas antigubernamentales del viernes, donde al menos 112 personas perdieron la vida según la lista de nombres reunida por activistas y publicada en internet por el grupo February 5 for Peaceful Change in Syria.

Dos legisladores independientes sunitas, ambos de Daraa, dijeron ayer al canal de televisión Al-Jazeera que renunciaban al Parlamento en protesta por las matanzas en el país. Se trata de las primeras renuncias dentro del régimen autocrático del presidente Al-Assad. “Las soluciones con agentes de seguridad no funcionan”, indicó el legislador Khalil al-Rifaei.

“Si no puedo proteger a mi pueblo de las balas de las fuerzas de seguridad, no tiene sentido ser un diputado”, dijo el otro legislador, Naser al Hariri.

El mufti de Daraa, o predicador musulmán, quien es nombrado por el gobierno, también renunció. “Presento mi renuncia como resultado de la caída de las víctimas y mártires de los disparon policiales”, afirmó Rezq Abdulrahman Abazeid.

Condena internacional

La represión del viernes recibió la condena de la comunidad internacional.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo en un comunicado que “este atroz uso de la violencia para acabar con las protestas debe llegar a su fin ya. En lugar de escuchar a su propio pueblo, el presidente Al-Assad está responsabilizando a personas ajenas mientras busca la asistencia iraní para reprimir a los ciudadanos sirios a través de las mismas tácticas brutales que han sido usadas por sus aliados iraníes”.

El gobierno de México, a través de un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores, llamó al gobierno sirio a “respetar los derechos humanos”, a “evitar el recurso de la fuerza” y a “privilegiar un diálogo político incluyente con los ciudadanos”.

En Francia, la Cancillería señaló que el gobierno de Nicolas Sarkozy está “profundamente preocupado” por el uso de la violencia y abogó por un “diálogo político inclusivo”. Los gobiernos alemán e italiano se manifestaron en el mismo sentido. Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, pidió una “investigación independiente, transparente y efectiva de esos asesinatos”.