Con su partido Likud en desventaja en las encuestas para las elecciones del 28 de marzo, este nacionalista intransigente tiene mucho que ganar con el triunfo de Hamas, que ha realizado ataques suicidas y se niega a reconocer a Israel. En ocasiones anteriores Netanyahu ha superado fuertes desventajas para ganar elecciones y esto podría volver a suceder, dicen los analistas.

Una encuesta publicada el lunes _la primera desde que Hamas ganó 74 de las 132 bancas del parlamento palestino la semana pasada_ reveló que Likud está ganando posiciones.

Si las elecciones se realizaran hoy, Likud obtendría 16 de 120 bancas en juego, mucho menos de lo necesario para formar gobierno, pero un buen avance con respecto a las 13 que hubiera obtenido la semana pasada.

Si bien el partido centrista Kadima sigue gozando de gran apoyo _la encuesta le dio una banca más para un total de 42_, el copamiento de la Autoridad Palestina por Hamas o nuevos ataques suicidas asustarían a los israelíes moderados, que se pasarían al Likud, dijeron los analistas. La encuesta de 500 israelíes tuvo un margen de error de dos bancas.

Preguntado si los sucesos recientes podrían llevar a Netanyahu al poder, el politólogo Hanan Crystal dijo, "no me sorprendería si sucediera".

La historia revela que cuando temen por su seguridad, los israelíes se vuelven más belicistas.

La encuesta del lunes mostró un leve aumento en la oposición a los repliegues unilaterales de tierras en disputa en Cisjordania. Casi el 53% de los israelíes rechazan esos repliegues, comparado con el 49% en la encuesta anterior. Esos repliegues son un punto central del programa de Kadima. El primer ministro Ariel Sharon conformó el partido centrista a fines del año pasado cuando los intransigentes de su partido Likud trataron de impedir el repliegue unilateral israelí de la Franja de Gaza en agosto.

La creación del Kadima _ un hecho histórico en la política israelí_ atrajo a un gran sector del electorado hacia el centro, quebrando el bipartidismo tradicional entre el intransigente Likud y el Laborismo, más pacifista.

Pero esta tendencia se podría invertir si desmejora la situación y los ex votantes del Likud, que constituyen la mitad de la base de Kadima, vuelven a su partido, dijeron los analistas.

"A primera vista, los resultados de las elecciones en la Autoridad Palestina presagiaron la muerte de la visión izquierdista del mundo... y reafirman la concepción de la derecha israelí de la esencia del conflicto palestino-israelí", dijo el comentarista Uzi Benziman en el diario Haaretz.