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31/01/2006 | Reunión Marítima de la Conferencia Internacional del Trabajo (7-23 de febrero de 2006) La gente de mar en el mundo: destinos diversos reflejan tendencias mundiales

OIT Staff

Cerca de 1,2 millones de gente de mar trabajan para la industria de transportes marítimos en todo el mundo. A bordo de los barcos de crucero del mundo a menudo la tripulación representa a 20 nacionalidades o más. Mientras que el auge actual de la construcción de naves crea una fuerte demanda de oficiales, la tendencia hacia una creciente automatización de los buques reduce la necesidad de marinos. La OIT promueve un nuevo Convenio sobre el Trabajo Marítimo como respuesta a las necesidades de esta industria globalizada. Si es adoptado, el Convenio consolidará y pondrá al día más de 65 normas internacionales de trabajo adoptadas desde 1920. El periodista Ian Gill reporta desde Filipinas.

 

En la amplia acera de T.M. Kalaw, una calle muy transitada cercana a la área portuaria de Manila, decenas de gente de mar sin empleo y representantes de compañías de transporte marítimo coinciden en un mercado de trabajo informal pero muy eficiente.

En este mercado la experiencia de los diversos niveles – oficiales y marinos – es muy diferente. También se trata de un barómetro para detectar con precisión los cambios al nivel mundial, ya que el archipiélago de las Filipinas proporciona el 20 por ciento de la gente del mar del mundo.

El experto marino Edgar Salcedo es un contramaestre (o supervisor de cubierta), y desde hace cuatro meses cuando terminó su último trabajo en un petrolero japonés va todos los días a T.M. Kalaw. Está preocupado porque le han dicho que algunas compañías han impuesto un límite de edad, 45 años, para su cargo, y a los 47 él es demasiado viejo.

Oriundo de la isla meridional de Mindanao, donde viven su esposa y sus tres hijos, Salcedo tiene que pagar en Manila alojamiento y comida mientras espera por un trabajo. Aunque el salario en su trabajo anterior era de 1.450 dólares al mes, dice que está dispuesto a aceptar un salario más bajo – “pero no menos de 1.000 dólares”. Con tono quejumbroso, agrega: “como hombre más viejo, puedo enseñar a la tripulación joven”.

Por el contrario, Elmer Perlado, un oficial (segundo de a bordo), ha estado desempleado por un mes pero tiene mucha más confianza en encontrar un empleo. Originario de Negros, también de 47 años y padre de cinco hijos, Perlado estuvo cerca de obtener un trabajo con un sueldo de 2.700 dólares al mes y dice que es sólo questión de tiempo antes de que consiga una buena oferta.

A medida que los nuevos barcos se especializan y automatizan, cambian también los requerimientos de personal. La demanda de oficiales de cubierta e ingenieros continúa aumentando, mientras que tripulaciones menos numerosas significan un descenso en la demanda de marinos con menores calificaciones. Esta tendencia la confirma el informe de la mano de obra del Consejo Marítimo Internacional y del Báltico (BIMCO) y de la Federación Internacional de Armadores (Diciembre 2005), que estima una escasez de 10.000 oficiales cualificados y un excedente de 135.000 marinos.

“Los filipinos son requeridos para posiciones operativas y de responsabilidad de gestión, pero si no están capacitados tienen dificultades”, sintetiza el capitán Emmanuel Regio, Presidente de la Asociación Filipina de Agencias de Dotación y Gestores de Barcos.

Tanto como la reducción de la demanda global, el otro gran reto del marino filipino es la competencia a bajo costo proveniente de los vecinos asiáticos como China, India, Myanmar y Viet Nam, tal como tiempo atrás los marinos filipinos desplazaron a sus colegas europeos y estadounidenses.

“La referencia de salario mensual de un marino filipino es de 1.400 dólares”, dijo el capitán Gregorio Oca, presidente del poderoso sindicato Asociación de Oficiales Marinos y Sindicato de Navegantes de Filipinas (AMOSUP), que recientemente concluyó negociaciones con diversos armadores internacionales.

Pero Oca admitió que la cifra no tiene mucho peso cuando otros países ofrecen la mitad o menos del salario. “No mencionaré nombres, pero marinos en algunos países aceptan 500 ó 700 dólares mensuales”, dijo Oca. “¿Qué podemos hacer? Estamos a la merced de los armadores”.

Admite también que los armadores están aumentando las restricciones de edad – algunas veces tan bajas como 40 – para ciertas categorías de trabajo.

“Los armadores pueden darse el lujo de ser exigentes”, destaca Oca. “Quieren hombres jóvenes y fuertes para reducir el riesgo de emplear gente de mar que podría enfermarse, y ocasionarle pérdidas de dinero”.

Pero para algunos armadores el costo de la mano de obra no es decisivo al reclutar marinos.

Sverre Rognvik, el representante para Manila de Wallenius Wilhelmsen, la más importante compañía de navegación de Noruega, ha trabajado con gente de mar de Filipinas por más de dos décadas. “Los marinos filipinos están bien formados y son conocidos en el mundo por su seriedad”, dijo. “Aún en los Estados Unidos, si dices que tienes una tripulación filipina ellos dicen: no hay problema”.

Rognvik conoce a armadores internacionales que han cambiado sus tripulación por una más barata, pero que cambiaron de nuevo después de accidentes causados al menos en parte por la inexperiencia y el escaso conocimiento del inglés de la tripulación.

“Es natural que el salario de un marino con experiencia sea más alto en un buque cisterna para productos químicos, por ejemplo, porque un accidente o un derrame de petróleo podría ser muy costoso”, agregó.

Esta es la razón por la cual a pesar de los salarios más altos, un gran número de marinos filipinos continúa siendo empleado. Según la Administración de Empelo de Ultramar Filipina (POEA), el número de filipinos empleados en el mar en Diciembre 2005 fue de 236.431, un aumento de 9,3 por ciento con respecto al año anterior. De ellos, 72,2 por ciento eran marinos, 8,7 por ciento oficiales superiores y 19,1 por ciento oficiales subalternos.

Carolina de León, una dirigente de POEA dice que muchos armadores continúan prefiriendo a los filipinos “porque hablan inglés y tienen más afinidad con lo occidental, son flexibles y solidarios”.

Sin duda, el marino filipino es una fuente importante de ingresos para el país. Las cifras del Banco Central muestran que enviarón a casa 1,2 mil millones de dólares, equivalentes a 16 por ciento del total de las remesas recibidas en los primeros nueves meses de 2005.

Como reconocimiento, el gobierno trata de apoyar a sus marinos de diversas maneras, dijo León. Desde 2003, POEA ha establecido una “taquilla única” para el procesamieto más fácil y rápido de documentos que son manejados por más de una docena de organizaciones gubernamentales. POEA además está preparando nuevas tarjetas de identificación con características biométricas como parte de las acciones para combatir el terrorismo. Además, planifica una cobertura social obligatoria, para reemplazar a la actual que es voluntaria.

Con el comercio desde China que estimula la construcción de buques – una línea de transporte marítima japonesa planifica incorporar 282 nuevos buques en los próximos cinco años – la demanda mundial de oficiales capacitados, en cubierta y en la sala de máquinas sigue siendo consistente. BIMCO calcula que la actual carencia de oficales aumentará a más de 25.000 para 2011.

“Miren el boletín de bordo en la entrada para que se den cuenta de cuántas compañías buscan oficiales especializados”, dice el capitán Oca de AMOSUP en el Centro de Marinos de Manila.

“No podemos encontrar segundos de a bordo o segundos ingenieros”, dijo Wilhelmsen’s Rognvit. “Es un problema mundial”.

Hay menos hombres jóvenes que desean hacer del océano su modo de vida, en particular en el mundo desarrollado. El nuevo Convenio de la OIT ayudará también a que estas profesiones sean más atractivas. Los temas que se abordan en el Convenio se refieren a asegurar condiciones de “trabajo decente” para la gente de mar, como la edad mínima para trabajar a bordo de buques, horas de trabajo, seguridad en el trabajo y protección social, normas de alojamiento y comidas, acceso a la asistencia médica, la repatriación, inspecciones laborales y seguridad social.

“El Convenio contiene una extensa normativa aplicable al nivel mundial que promueva el empleo decente en la industria. Creará, tanto como sea posible, igualdad de condiciones en una industria globalizada, al garantizar que la competencia no se base en prácticas de trabajo injustas y de explotación. Este ambicioso objetivo será alcanzado a través de la pronta ratificación del Convenio por parte de gran parte de los países activos en el sector marítimo”, destacó Cleopatra Doumbia-Henry, Directora del Departamento de Normas Internacionales del Trabajo.

OIT en Linea (Organismo Internacional)

 



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