Al menos tres civiles murieron y decenas resultaron heridos durante la incursión militar en las ciudades de Rastan y Talbisa, cerca de Homs, la tercera ciudad del país, según testigos y activistas citados por la cadena Al Yazira.

De acuerdo con las versiones, el ataque se produjo después que los soldados, apoyados por tanques y helicópteros, rodearon las ciudades, cerraron caminos e interrumpieron este domingo el servicio telefónico.

'Las ciudades están sitiadas', dijo uno de los activistas que solicitó el anonimato por temor a represalia, y añadió que todos los caminos locales están cerrados por las fuerzas de seguridad.

Otro activista de derechos humanos denunció que las fuerzas de seguridad abrieron fuego esta madrugada contra unos ocho mil manifestantes en la ciudad nororiental de Deir el-Zour.

Los ataques de este domingo ocurren tras dos meses de protestas, y a pesar de las sanciones impuestas por la Unión Europea, que congeló cuentas y denegó visas a Assad y nueve funcionarios sirios.

La rebelión, que comenzó a mediados de marzo pasado, demanda la salida de Assad, cuya familia ha gobernado por 40 años.

Diversos grupos de derechos humanos, entre ellos la siria Sawasiah, estiman que más de mil 100 personas han muerto y más de 10 mil han sido arrestadas por las fuerzas de seguridad.

La cifra de víctimas fatales dadas conocer por las organizaciones no han podido ser confirmadas por fuentes independientes, debido a las restricciones impuestas por las autoridades sirias a los medios de comunicación internacionales.

Las autoridades sirias han responsabilizado de la mayoría de las muertes a 'grupos armados saboteadores' respaldados por islámicos y por potencias extranjeras.