En tierra de ciegos, el tuerto es rey. Mientras los mercados financieros globales, en particular Europa y EEUU, están complicados, Brasil, la mayor economía de América Latina y ciertamente bastante estatista con una enorme presión impositiva, recibió de parte de la agencia calificadora Moody's la elevación de su calificación crediticia de Baa3 a Baa2, que así mantuvo el panorama positivo para sus bonos y destacó la resistencia de su economía.
"Mediante una combinación de medidas monetarias y fiscales, las autoridades están en proceso de desactivar las condiciones que han causado un sobrecalentamiento en la economía", indicó Moody's. El Banco Central elevó las tasas de interés en cuatro ocasiones este año y tomó otras medidas para reducir el fuerte crecimiento del crédito en Brasil, cuya economía se habría expandido 7,5% en 2010.
La presidenta Dilma Rousseff anunció recortes presupuestarios de más de US$ 30.000 millones para contrarrestar un aumento en el gasto público el año pasado, que indujo a que la inflación se elevara al 6,55%. La calificadora dijo que mantuvo su perspectiva positiva ya que hay espacio para más mejorías en las cuentas fiscales en los próximos meses. Así, se espera un nuevo upgrade de la nota brasileña en los próximos 12 a 18 meses y no se descarta una calificación 'A' en el futuro.
Para el ministro de Hacienda, Guido Mantega, los indicadores muestran que la inflación ha comenzado a moderarse y aseguró que la tasa de inflación cerraría el año entre el 6,15 y 6,20%. Antes del anuncio de Moody´s, Mantega dijo que "por primera vez el riesgo de Brasil es menor que el de EEUU.... la deuda brasileña, se paga 41,2 puntos base (0,41%) y para la deuda estadounidense el precio es hoy de 49,7 puntos base (0,49%)".
Por el contrario, la agencia Fitch alertó que rebajaría a negativa su perspectiva crediticia de EEUU "si el límite de crédito no es elevado antes del 2 de agosto", aunque cree que gobierno y oposición conseguirán superar su disputa que llevó a los republicanos a rechazar, en la Cámara de Representantes, un pedido del gobierno de elevar el límite máximo de crédito por encima de la friolera de US$ 14,3 billones, ya superado.
Fitch sigue calificando el crédito estadounidense con la mejor nota, AAA. En mayo, Standard & Poor´s ya había rebajado a "negativa" la perspectiva para el país. Pocas semanas después, Moody´s puso en cuestión la solvencia de EEUU por primera vez en la historia. En lugar de una drástica reducción del gasto estatal, el Secretario del Tesoro se ufana que habrá acuerdo y de que EEUU aún tiene margen de endeudamiento hasta el 2 de agosto.
Por su lado, Ollanta Humala, quien ganó reflejando al Brasil de Lula, apenas electo presidente, inició una gira por Sudamérica. Al visitar a Evo Morales en Bolivia, Humala, que ya había dicho que tiene "una visión de integración bastante compartida" con la de Morales y que el objetivo consiste en luchar "contra la pobreza, la desigualdad, la exclusión y el narcotráfico", aseguró que ahora "se va a poder realizar".
El partido de Evo, el Movimiento Al Socialismo, busca convencer a Ollanta que Perú integre la Alternativa Bolivariana por los Pueblos de Nuestra América (ALBA), integrada, entre otros, por Cuba y Venezuela.
En fin, es de esperar que Humala siga al tuerto y no a esta alternativa aún más estatista, aún más empobrecedora y servil.
