.- Las cuentas fiscales le dan, en líneas generales e, incluso, podría aspirar con éxito a conformar ese fondo de reservas o de contingencia de 4.500 millones con el que ha amenazado. Con la recaudación creciente y la economía en expansión eso es, en apariencia, un camino seguro a una economía estable y, por lo tanto, a otros 4 años en la Casa Rosada.

.- No obstante no todo lo que brilla es oro. 

La recaudación está montada sobre impuestos distorsivos, como el del cheque y las retenciones, y sobre impuestos distorsionados, como ganancias y riqueza. Estos dos últimos camino a un cambio seguro: el de ganancias que no soporta el mínimo de 1.800 pesos y el de la riqueza con el absurdo corte de 102 mil, el precio de un humilde departamento de 2 ambientes.

.- La modificación del impuesto a las ganancias implicará, de hecho, un aumento de salarios, elevando la capacidad de consumo cuando no entran inversiones como para equiparar la demanda. Con la capacidad instalada casi al límite, un aumento del consumo implica una fuerte presión inflacionaria.

.- Esto, a su vez, se da en el marco de un ya dudoso control de precios, que está mostrando su fracaso mucho antes de lo que el gobierno hubiera esperado. Los formadores de precios, como era obvio, tocaron los mismos antes de sentarse a negociar con el gobierno como, por ejemplo, se ve ahora con los colegios privados y las pre pagas.En las góndolas no se reflejan los acuerdos.

.- La única alegría en este aspecto, entre comillas, es "la aftosa" que debiera tirar los precios de la carne hacia abajo pero, claro, la contrapartida es las divisas que no entran a las arcas públicas por las exportaciones.

.- ¿Esto implica que al gobierno se le escapará la inflación con el costo político consecuente? 

No es seguro pero sí posible. Si no puede parar las demandas sindicales, impulsadas por un desaforado Moyano que ya logró que los camioneros estén, en promedio, por arriba de los 3 mil pesos de ingreso, es indudable que la espiral se retroalimentará.

.- ¿Es posible evitarlo en un año preelectoral? 

Muy difícil, en especial en grandes distritos como la provincia de Buenos Aires.

.-Precisamente allí se espera la primera batalla entre sindicalistas y gobierno y en un área muy sensible; la educación. 

Los docentes piensan amenazar con paralizar las clases si no se les da un ajuste (algo fácil de justificar si comparan sus ingresos con los de los camioneros),con lo que pulverizarían una vez mas las famosos 150 días de clases.

.- Para evitar las medidas de fuerza el gobierno provincial debería desembolsar más de 1.000 millones de pesos, que no tiene en el presupuesto. 

Por consiguiente la única forma sería pedírselas al gobierno nacional.

.- De ceder el gobierno nacional esto tendría varias consecuencias imediatas:

1) Los estatales bonaerenses exigirían un aumento similar, lo que elevaría las necesidades del gobierno provincial a 2.500 millones de pesos.

2) El gobierno nacional no podría conformar su fondo de contingencias.

3) Los docentes y estatales del resto de las provincias también se movilizarían en pedido de ajustes.

.- Del manejo de esta ecuación mucho dependerá el futuro político del gobierno. Después de todo, los reclamos son la consecuencia de haber alardeado que la economía marchaba a las mil maravillas. 

Ahora todos quieren su parte.