El debate televisivo de la BBC intentaba formar a su extenso público en todo el mundo a propósito del conflicto de las viñetas.

Desafortunadamente, el debate dejó a la audiencia con mayor confusión. El presentador, para empezar, parecía ignorar el motivo teológico por el que las viñetas son ofensivas para los musulmanes, pero también pasó por alto porqué las democracias seculares chocan con sus antítesis. Los medios del mundo, y sus respectivos gobiernos tras ellos, han estado reaccionando a las imágenes de la televisión en lugar de hacerlo al conocimiento directo. La crisis de "las viñetas ofensivas" se ha convertido en la práctica en "una ofensiva de viñetas". He aquí el porqué;

La sincronización temporal; las viñetas danesas, al margen de su contenido o del propio debate, fueron publicadas en septiembre del 2005. ¿Por qué costó cinco meses que se materializaran lo que los medios occidentales llaman "reacciones instantáneas al insulto"? 105 días y noches es un periodo de tiempo demasiado largo como para que una reacción en masa pueda ser descrita como "instantánea". Ese examen por sí solo puede alterar y romper la lectura estratégica del asunto de las viñetas. Los líderes de la comunidad musulmana de Dinamarca declararon haber intentado solucionar el asunto localmente pidiendo al diario que se disculpara o al gobierno que se disculpara por él: todos sabemos cuál fue la postura danesa: un tema de principios. Pero la cuestión permanece abierta: ¿por qué se necesitaron cinco meses antes de que al Jazira le prestase atención, las páginas web las diseminaran, y miles de militantes emprendieran una campaña sistemática de de quema de embajadas y boicoteo de productos, todo teniendo lugar a la par que un sorprendente recordatorio del precedente francés del asunto del velo? Fue ampliamente sabido, mundo árabe incluido, que una delegación procedente de Dinamarca había estado recorriendo la región con el fin de provocar una campaña de "apoyo" a su protesta. El imán Ajmed Abdelrahmán Abú Labán decía en la BBC que "muchos líderes espirituales de la región, incluyendo el Líbano, estaban horrorizados por las caricaturas". Algunos ven una agenda más general: explotar el perjuicio causado por los dibujos para imponer un nuevo orden político en ese país escandinavo y más allá.

El factor tiempo entre la publicación y el ultraje fue demasiado largo. Fue una oportunidad política por excelencia, puesto que mientras la delegación musulmana danesa se reunía con muchos líderes, incluyendo a Nasralah, de Hezboláh, en el Líbano y a líderes de Hamas y la Gamaa Islamiya, además de líderes más corrientes, las viñetas estaban circulando en la práctica. ¿Por qué no explotó en noviembre, diciembre, comienzos de enero, sino exactamente hace unas cuantas semanas? Porque, como pondría en evidencia el simple análisis, las decisiones se tomaron, las medidas se diseñaron y los planes fueron trazados por "las élites jihadistas". Las masas tuvieron que esperar hasta que el estamento decidiera desatar las emociones. Cada régimen y organización consultados tuvo que exponer la idea de "respuesta" de sus planificadores, con el fin de refinar las expectativas y proyectar los dividendos.

¿Una inflamación generalizada de las masas a causa del "asunto de las viñetas" sería mejor antes o después de las elecciones palestinas, según los estándares de Hamas? ¿Antes o después de las elecciones iraquíes, según el punto de vista salafí? ¿Antes o después de las elecciones egipcias, según los planes de la Hermandad Musulmana? ¿Antes o después de la retirada del gobierno libanés, según los cálculos de Hezboláh? ¿Antes o después de la decisión iraní de acometer la carrera nuclear, según los planes de Ahmedinijad? Y encabezando la lista de coincidencias se encuentra el hecho de que Dinamarca está a punto de presidir el Consejo de Seguridad de la ONU, justo cuando sus miembros se disponen a llevar a Teherán ante la ONU. A primera vista, no existe vínculo entre las manifestaciones espontáneas pero violentas por una parte, y los complejos cálculos de la red de regímenes y organizaciones por otra. Pienso lo contrario. Abú Labán lo anunció a los cuatro vientos: la delegación fue a buscar el apoyo del este árabe musulmán después de que todas las tentativas de solucionarlo fracasaran. La primera parte de la afirmación es correcta: los diplomáticos de la Liga Árabe en Copenhague no estaban satisfechos con la respuesta del gobierno danés, y sabemos porqué. Pero la segunda parte del viaje de la delegación por la región debe ser tratada: si la Liga Árabe fue rechazada por la liberal Dinamarca, ¿a quién piden "apoyo" en Egipto, Siria, Gaza y el resto de la región? En pocas palabras, a las autoridades religiosas y a las fuerzas militantes: ¿y por qué buscarían más allá de los círculos diplomáticos en calidad de ciudadanos daneses? Porque la decisión de prender una intifada ya había sido tomada por los arquitectos del viaje a ultramar: no se remite un dossier a Hassán Nasralah, de Hezboláh, al Ijwán de Egipto, a Hamas, y a otros salafíes de la región para solicitar oraciones; el casus belli ya estaba en marcha. Iba más allá de las viñetas danesas. Trata de un tema más general: algo que un representante de un grupo islamista americano llamaba en la CNN "un cambio estratégico en la relación mundial tras el 11 de Septiembre". Por lo tanto, el procedimiento, no la sustancia de la protesta, tenía que ser pensado, ideado y preparado. De ahí el tiempo transcurrido entre septiembre y enero.

El tema; ciertamente, de que los musulmanes del mundo encontraron inherentemente ofensivos los dibujos es una realidad, pero también es otra realidad que "los intermediarios" entre las masas y "la crisis" estaban preparando exhaustivamente su campaña. Muchas voces, incluyendo dentro de Europa hoy, afirman que el Jyllands Posten y sus colegas en el campo de las viñetas querían exponer una idea allá por el verano: al afirmar que la libertad de expresión no es selectiva fueron demasiado lejos en opinión de la sociología religiosa musulmana. Pero otras muchas voces están acabando de descubrir que la "parte" a la que hacían frente los periodistas no era el público musulmán, sino los activistas políticos -- los islamistas -- que afirman representar a cerca de un quinto de la humanidad: el islam. El tema trata de un conflicto entre seculares liberales de Occidente e islamistas de todo el mundo que tratan de imponer sus opiniones mundiales acerca de la ley, la ética y las relaciones internacionales. Los islamistas quieren trazar los límites de las libertades del mundo, y los liberales occidentales rechazan esa limitación. Los islamistas remiten a artículos de la fe musulmana que prohíben cualquier representación de Alá y del profeta Mahoma, por no hablar de las satíricas. Y los liberales occidentales dicen que no están limitados por ninguna ley religiosa, por no hablar de interpretaciones fundamentalistas. En circunstancias normales, las viñetas danesas (convertidas en europeas) herirían los sentimientos del musulmán medio. Pero las circunstancias no son normales: han sido modificadas por la maquinaria jihadista internacional y transformadas en campos de batalla de Indonesia a Beirut, de París a Copenhague. Sin la intifada anti-europea de la organización jihadista por todo el mundo, la crisis se hubiera parecido a otras similares. Cuando Jesús fue representado en imágenes degradantes, u otras deidades insultadas en todo el mundo, incluyendo la destrucción de las estatuas de Buda por parte de los Talibanes, las reacciones incluyeron protestas, cartas, quema de banderas y similares. Pero la crisis de las viñetas generó otro "tipo" de reacciones: una guerra contra Occidente liderada por los jihadistas, que afirman que una guerra contra el islam ha provocado su jihad.

El Dr. Walid Phares es profesor de Estudios de Oriente Medio y experto en el islam político y la jihad, graduándose en Derecho y Ciencias Políticas por las Universidades Jesuita y Libanesa y doctorándose en Relaciones Internacionales y Estudios Estratégicos por la Universidad de Miami. Enseñó en la Saint Joseph University en los 80 y ejerció en Derecho en Beirut hasta 1990. Más tarde fue editor del Sawt el-Mashreq y Mashrek International, emigrando posteriormente a Estados Unidos, donde ha dado clases en la Florida International University y la Florida Atlantic University. Ha publicado centenares de artículos y escrito siete libros acerca del fundamentalismo islámico, y ha sido consultado por el Congreso americano en 3 ocasiones.