La "agitación" sugería urgir a la gente a hacer lo que los líderes soviéticos esperaban de ellos. La propaganda debía actuar en la mente ("pasiva") de los individuos, mientras que la agitación lo haría respecto de sus emociones ("activas"). A principios de la década de 1920, la "propaganda" pasó a ser "difusión de la ideología marxista-leninista", o en general, de todo aquello que diera sustentabilidad dogmática a la justificación de un partido único y la instalación de un Estado centralizador, jerárquico en sus estructuras de mando, y tumultuoso en su dinámica de adoctrinamiento y obediencia. 

Venezuela no escapó de estas tendencias "intelectuales". La izquierda criolla pronto aplicó estos métodos en tiempos de masificación de la educación. LA UCV en mucho, fue penetrada por este tipo de accionar político. Un pensamiento para nada construido sobre la base del individuo inteligente y creativo, sino sobre el pareto de la agitación de las masas y la simbología... "Por estas calles" -en otro orden- significó en su momento -sabiéndolo no- la antesala propagandista que facilitó lo que hoy tenemos: un gobierno populista, de pensamiento único y socialista, que ha quedado al descubierto por inviable y fracasado. Mucho que aprender amigo Ibsen, de esta lección... 

Venezuela es un gran "departamento de agitación y propaganda oficial". Un patio ideológico que al más puro estilo bolchevique, se ocupa del poder y no de la gente. Emocionar y distraer a sus agitados es el esquema, mientras cunde la miseria y sus agitadores gozan de los privilegios del poder... Agitadores otrora encapuchados, que hoy exhiben sus caras alegremente, como la nouvelle élite -glamorosa y autoritaria- a la vista gorda de la mayor agitación de despilfarro y violencia, que haya parido mando alguno. 

Y sabemos que estas cosas terminan mal. Terminan acabando, terminan cayendo al vacío y a pedazos. Como terminó la Unión Soviética y todos aquellosrevolucionarios, agitadores de oficio, que bajo la propela de un discurso antiimperialista y antiburgués, quisieron ser más monarcas y burgueses que sus detractados, para quedar en la nada, en el olvido y en la más profunda soledad. En fin, es la negación que sufren aquellos que no saben más que agitar y especular maliciosamente. 

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