No muestran la cara ni tienen líderes. Hace dos semanas se realizó un ataque en el cual cambiaron la página principal del sitio web de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (www.ypfb.gob.bo). Son un movimiento germinal, fuertemente libertario y de contornos confusos.

Anonymous es un fenómeno reflejo perfecto del nuevo mundo en el que vivimos, de la nueva sociedad de la información que está naciendo a partir del uso y aplicación de las nuevas tecnologías de información y comunicación (TIC) a escala mundial.

Este movimiento global se gestó en la red, por la red y para la red, dicen ser una legión y buscan en la práctica opinar de manera libre y sin restricciones; se oponen a la censura por cualquier tipo de medio digital, no se consideran hackers sino más bien ciberactivistas en la red.

Sin embargo, entre sus filas no se puede negar la presencia de hackers, que son en esencia una gran minoría que utiliza diferentes herramientas y técnicas para atacar y deshabilitar los servidores de entidades de gobierno, financieras y empresariales; dicen no robar, no dañar, no infectar y no se consideran ciberterroristas. En sus anuncios y comunicados utilizan el lema: “Somos una legión, no perdonamos, no olvidamos, espéranos”.

Este movimiento utiliza los ordenadores que ponen a disposición los ciberactivistas, que están al servicio de los ataques contra webs, que se descargan el dispositivo que permite que su ordenador pueda ser parte de los llamados DDoS, ataques distribuidos de denegación de servicio.

Los DDoS son una de las armas que los ciberactivistas tienen a mano. Consisten en mandar, simultáneamente, miles de peticiones a un servidor para que éste colapse.

A partir del incidente de YPFB, es necesario que las entidades del Gobierno intensifiquen sus esfuerzos por mantener sus plataformas tecnológicas seguras, escalables y sostenibles en el tiempo, ya que éste podría ser el inicio de nuevos ataques.

Asimismo, esto demuestra las fallas que poseen las entidades del Gobierno en sus sistemas de seguridad, no basta con tener antivirus, firewall o mecanismos de control perimetral, será necesario que se inicie y se adopte una serie de medidas y estándares tecnológicos que minimicen las vulnerabilidades existentes en las plataformas tecnológicas del Estado.


Luis Sergio Valle S. es presidente de la Fundación para el Desarrollo de las TIC en Bolivia.