Los supuestos involucrados en la muerte del miskito Ronald Davis Martínez (51), el pasado miércoles 21 de septiembre, empiezan a aparecer. Ayer por la tarde, el juez suplente de Distrito Penal de Audiencias de Bluefields, en la Región Autónoma Atlántico Sur (RAAS), Elroy Romero Bennett, admitió la acusación contra cuatro personas que introdujo el Ministerio Público por el asesinato del dirigente indígena de Betania, jurisdicción de La Cruz del Río Grande.
La
Fiscalía acusó a Luder Campbell Howard, hermano de la maderera Celeste Campbell
Howard, y cuñado de Nixon Ellis, de ser el jefe del operativo que terminó con
la vida de Martínez.
Ellis es el representante legal de una de las
dos juntas directivas territoriales de Awaltara Lupia Nahni Tasbaya, conformada
por comunidades indígenas de dos municipios del Atlántico Sur, La Cruz y La
Desembocadura del Río Grande.
OTROS
INVOLUCRADOS
Además fueron acusados en calidad de
coautores: Levan Ernesto Hodgson Pineer, de 25 años; Elmer Anthony Hodgson, de
29 años, y Karen María Rocha Omeir, de 29 años.
Tras la audiencia preliminar, Karen Rocha
Omeir declaró que los otros acusados participaron en el crimen tal y como acusó
la Fiscalía durante la audiencia preliminar.
Por su parte, Elmer Hodgson dijo que él había
sido contratado por Levan Hodgson para trabajar como chofer desde el día domingo.
Según su versión, anduvo con ellos domingo y lunes por lo que le pagaron 100
dólares. Elmer Hodgson aseguró que fue amenazado para llevarlos hasta la trocha
donde Martínez fue asesinado.
El fiscal auxiliar del Ministerio Público,
Holman Loáisiga Bermúdez, acusó que Luder Campbell Howard (hermano de Celeste)
reunido con Elmer Hodgson y Levan Hodgson Pineer en un bar local le propuso a
Karen Rocha Omeir sacar a Martínez del hospedaje donde descansaba, “porque le
causaba problemas en sus trabajos”.
Luder Campbell también trabajaba para la
empresa maderera instalada en la comunidad Betania.
Maderera:
fue puesta en libertad
Según un
agente policial que investiga el caso que ha conmocionado a la población de
Bluefields y la comunidad indígena de La Desembocadura y La Cruz del Río
Grande, Celeste Campbell fue puesta en libertad por falta de méritos en su
contra.
Campbell
había sido retenida e investigada por la Policía.
Días previos a su muerte, Ronald Davis Martínez
redactó una carta donde reclamaba a Campbell el diez por ciento de la venta de
una madera sacada de la comunidad Betania, donde Martínez era representante
legal. Esa transacción maderera se calcula habría generado a la empresa
ganancias de 200 mil dólares.