La decisión israelí generó una serie de críticas de Occidente, como la de Gran Bretaña que pidió su “revocación”, mientras Estados Unidos, uno de los cercanos aliados a Israel, declaró que estaba “profundamente decepcionado” con lo que calificó de una medida “contraproducente”.

El presidente palestino, Mahmud Abas, solicitó el viernes ante la ONU la entrada plena de Palestina, un paso al que se opusieron Israel y EEUU, que le instaron a reanudar las negociaciones de paz.

Abas ha puesto la congelación de los asentamientos como condición para volver a las negociaciones, que se derrumbaron hace un año después que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se negara a ampliar una moratoria parcial de 10 meses sobre la construcción.

El Cuarteto de mediadores —EEUU, la Unión Europea (UE), Rusia y la ONU— pidió que las conversaciones empezaran de aquí a un mes y solicitaron a ambas partes que no tomaran medidas unilaterales que pudieran bloquearlas.

Richard Mirón, portavoz del enviado de las Naciones Unidas en Oriente Medio Robert Serry, describió la decisión como “muy preocupante”. La actividad de los asentamientos “desmejora la perspectiva de reanudar las negociaciones y alcanzar una solución de dos estados al conflicto”, añadió Mirón.

“Israel está desafiando la voluntad de la comunidad internacional con su extendida política de asentamientos”, informó Nabil Abu Rdainah, un portavoz de Abas.

Por su parte, la secretaria de Estado estadunidense, Hillary Clinton, anunció que el plan de asentamientos era “contraproducente para nuestros esfuerzos de reanudar las negociaciones directas entre ambas partes”.

En tanto la jefa de política exterior de la UE, Catherine Ashton, dijo que deploraba la decisión israelí y agregó: “Llamo a las autoridades israelíes a dar marcha atrás con este plan”. También los gobiernos de Francia y España, entre otros, externaron su rechazo.

Las nuevas viviendas se construirán en Gilo, un asentamiento urbano instituido por Israel en tierras de Cisjordania capturadas en la guerra en 1967 y anexadas de forma unilateral como parte de su capital declarada, Jerusalén.

Los palestinos quieren crear un Estado en la ocupada Cisjordania y la franja de Gaza, con Jerusalén (este) como su capital, y dicen que los asentamientos podrían impedirles formar un estado.

Unos 500 mil colonos viven en el territorio, donde también residen 2.5 millones de palestinos.

El ministerio del Interior israelí dijo que un comité de planificación aprobó el proyecto y que las objeciones públicas a la propuesta podrían presentarse durante una revisión de 60 días, después de la cual comenzarán las obras.

Pese a la nueva crisis sobre los asentamientos, Netanyahu mantuvo ayer reuniones con ministros del gabinete sobre los esfuerzos del Cuarteto para intentar renovar el diálogo por la paz en las próximas semanas.

El lunes, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió a puertas cerradas en Nueva York para su primera aproximación a la solicitud presentada la semana pasada por los palestinos para ser un Estado miembro de Naciones Unidas.

La decisión parece condenada al fracaso debido a la oposición israelí y estadunidense, pese al considerable apoyo que recibe de otros gobiernos.

Rosh Hashana

- Barack Obama destacó ayer los vínculos “indestructibles” entre EEUU e Israel en un periodo de “incertidumbre”, en un video difundido en ocasión de Rosh Hashana, el Año Nuevo judío.

- El presidente de EEUU recordó, en otra parte de su carta con motivo del inicio del año 5772, que su país tiene “compromiso en favor del Estado de Israel”.

- “Aunque no podemos saber todo lo que nos traerá el nuevo año, sabemos esto: EEUU continuará siendo solidario con Israel, porque los vínculos entre nuestros dos países son indestructibles”.

*Jerusalén/Washington. Reuters