“Todavía estamos en el infierno” Néstor Kirchner, 11 de Diciembre de 2003

“Todavía estamos en el infierno” Néstor Kirchner, 28 de Agosto de 2004 “Todavía estamos en el infierno” Néstor Kirchner, 14 de Mayo de 2005

“Todavía estamos en el infierno” Néstor Kirchner, 9 de Julio de 2005

“Todavía estamos en el infierno” Néstor Kirchner, 1 de Marzo de 2006

“Todavía estamos en el infierno” Néstor Kirchner, 8 de Marzo de 2006

La pregunta del millón parecería ser, pues, cuándo abandonamos a Lucifer... Sin embargo, lo que menos interés despierta a la actual dirigencia política es el “cuándo”. Aunque, en rigor de verdad, este pecado data ya de muchos años. Cuando de política se trata, los verbos, sólo admiten conjugarse en presente. El futuro no es siquiera un adverbio de tiempo. Mañana queda siempre demasiado lejos...

Por esta razón, en Balcarce 50 los almanaques se detienen en el 2007 y, es posible que, ni el mismísimo Néstor Kirchner, sepa qué es lo que hará una vez logrado el objetivo de la segunda vuelta. Desde los “arreglos” de precios hasta los subsidios al transporte o los planes jefes y jefas que hoy le otorgan calma, “atados con alambre” mañana le declararán la guerra...

La “panacea” actual tiene fecha de vencimiento porque no hay reforma estructural en juego. Desde el índice de precios al consumidor hasta el crecimiento de la construcción no se están dados por un normal funcionamiento del mercado sino que responden a artilugios políticos, presiones y negociados que condenan, inevitablemente, al fracaso en el largo plazo.

Únicamente, en el letargo de este cortoplacismo, se puede admitir que el freno a las exportaciones de carne haga caer en precio y aumentar la oferta para el consumo interno. Producir lo que no es rentable carece de fundamento. Aunque, si se tiene en cuenta el modus operandi del Presidente Kirchner podría deducirse que esta medida tiene los días contados y que es sólo un medio para el fin buscado; es decir, para llegar a una negociación con el sector de manera tal que queden congelados algunos precios.

A fuerza de amenazas se ha logrado mantener un índice de precios que se asemeja más a los deseos del Gobierno que a la realidad de los bolsillos. ¿Cómo se logró detener el aumento del precio del combustible? Luis D’Elía - piquetero devenido subsecretario de Estado - puede dar cátedra del método empleado.

Desde luego que, si sólo se observan los fines, Kirchner ha logrado cierto éxito. Pero los medios empleados, antes o después, muestran la hilacha y el tejido se deshilvana.

El largo plazo quedó, precisamente, aplazado en el discurso de asunción mismo del Presidente argentino: “En los países civilizados con democracias de fuerte intensidad, los adversarios discuten y disienten cooperando. Por eso los convocamos a inventar el futuro. Venimos desde el sur del mundo y queremos fijar, junto con todos los argentinos, prioridades nacionales y construir políticas de Estado a largo plazo, para, de esa manera, crear futuro y generar tranquilidad” (Néstor Kirchner, 25 de Mayo de 2003)

Hoy sólo tenemos esto que vemos: oficialismo. Disidentes abstenerse. ¿El precio es demasiado caro? ¿Podría la Argentina recibir a un Primer Mandatario capaz de afirmar que su gestión se basará en las exitosas gestiones de sus antecesores?

Por lo pronto, lo que sigue de Marzo está claro: entretenimiento popular en la Plaza de Mayo aunque no se pudo más que titubear - sin atinar siquiera lograr un ápice de coherencia - para responder a la Sra. María Cecilia Pando cuando demostró, sin eufemismos, cómo obra, en su dudosa “democracia”, el oficialismo.

La destitución de Aníbal Ibarra deja al descubierto, si bien se mira, dónde está uno de los mayores males de la Argentina. El afán por el mantenerse en el cargo le impide a nuestros gobernantes una salida digna de sus cargos. El traspaso de mando, el pasado sábado, en Chile debería enseñarnos que es, únicamente, a través de criterios aunados cómo una Nación deja de ser cipayo.

Posiblemente, la trascripción de dos discursos diferentes pronunciados ante idénticos acontecimientos alcance para entender qué pasa de este lado de la cordillera y por qué estamos lejos – con el 2007 a cuenta – de encontrar la salida del infierno donde, pese a los declamados crecimientos económicos, seguimos estando, según el mismísimo Presidente...

“Formo parte de una generación diezmada. Castigada con dolorosas ausencias. Me sumé a las luchas políticas creyendo en valores y convicciones a los que no pienso dejar en la puerta de entrada de la Casa Rosada. No creo en el axioma de que cuando se gobierna se cambia convicción por pragmatismo. Eso constituye en verdad un ejercicio de hipocresía y cinismo. Soñé toda mi vida que éste, nuestro país, se podía cambiar para bien. Llegamos sin rencores pero con memoria (...) Actuaremos con un concepto integral de la defensa nacional, integrando la contribución de la acción de nuestras fuerzas armadas en pro del desarrollo, trabajando para su modernización e impulsando la investigación científico tecnológica en coordinación con otros organismos gubernamentales”

Néstor Kirchner, 25 de Mayo de 2003

"Un día 12 de marzo, hace 32 años, a los 50 años de edad, falleció mi padre, Alberto Bachelet Martínez. Mañana estaré junto a él, pero sé que él está aquí conmigo. Por eso quiero saludar a las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad de Chile, que son parte importante de nuestra historia y que hoy día son patrimonio de todos los chilenos (...) En los últimos 16 años se han limado las asperezas de una sociedad dividida, y se ha construido una sociedad unida por el noble y común deseo de un futuro mejor para todos, una patria inclusiva, donde ninguna diversidad esté afuera, en dónde nadie sienta que su destino está a la intemperie. Ha llegado el momento en que nos miremos unos a otros, cara a cara, sin resquemores ni suspicacias”

Michelle Bachelet 11 de Marzo de 2006

GABR IELA POUSA

(*) Analista Política. Lic. en Comunicación Social (Universidad del Salvador) Master en Economía y Ciencias Políticas (ESEADE)