“Hemos perseguido de manera agresiva a los traficantes de armas que operan en los Estados Unidos”, aseguró la funcionaria estadounidense en una rueda de prensa al final de su participación en una cumbre de cancilleres del G20 en este balneario turístico de Los Cabos.
“Nuestro objetivo es parar todo el movimiento ilegal de armas a través de nuestra frontera”, dijo.

Clinton elogió la valentía del presidente Calderón y consideró que, aunque lentamente, su gobierno cada vez le gana más terreno al crimen organizado.
Durante una visita por Ciudad Juárez, localidad fronteriza con Texas, Calderón develó el jueves el cartel para reclamar que México no quiere más armas.

Las letras del cartel, con la frase en inglés “No more weapons” o “No más armas”, fueron hechas con armas decomisadas al crimen organizado y que posteriormente fueron destruidas.
El letrero se instaló cerca del puente internacional de Ciudad Juárez, que hace frontera con El Paso, Texas.

México ha reclamado a Estados Unidos que haga mucho más para detener el flujo ilegal de armas que llegan a manos de carteles de las drogas y les dan el poder de fuego con el que han desatado una espiral de violencia en diversas zonas del país.
El gobierno de Calderón sostiene que la mayoría de las armas que utilizan los miembros del narcotráfico son adquiridas en Estados Unidos.

Desde que comenzó el gobierno de Calderón en diciembre del 2006, la violencia atribuida al narcotráfico y el crimen organizado ha dejado más de 47,500 asesinados, según cifras oficiales actualizadas hasta septiembre del 2011. La crisis económica mundial fue desatada en parte por decisiones irresponsables de entidades financieras por lo que urge mejorar la regulación de éstas, dijo este lunes el presidente mexicano, Felipe Calderón, ante cancilleres del G-20 reunidos en su país.

Calderón señaló que los países del G-20, conformado por las principales economías del planeta, deben “actuar con contundencia y oportunidad” y asumir el “liderazgo que el mundo está demandando” para enfrentar la crisis.

En su ponencia ante los cancilleres que concluyen este lunes su reunión de dos días en el balneario mexicano de Los Cabos (noroeste), Calderón enfatizó que para enfrentar los problemas de países europeos como Grecia, “quienes otorgaron créditos, los bancos y las instituciones financieras, también tienen que asumir esa pérdida”.
“Una buena parte de esta crisis se originó por decisiones equivocadas y por la incursión desmedida, abusiva, en riesgos por parte de entidades financieras, públicas y privadas”, agregó el presidente mexicano quien reclamó que esa mayor regulación no se traduzca en mayores costos.

“No podemos permitir que la irresponsabilidad de unos cuantos genere costos tan elevados para millones de personas. Ahora hay que mejorar la regulación sin exacerbarla, sin que la regulación eleve los costos financieros de las entidades y de los países”, puntualizó.
Calderón añadió que el tamaño del desafío exige que las economías “grandes y poderosas con fuertes superávits de cuenta corriente y balanza comercial fortalezcan y expandan su mercado interno para hacer crecer sus economías y al mismo tiempo fortalecer a la economía global”.

Calderón también señaló la necesidad de impulsar la economía aumentando la inversión en infraestructura, promoviendo su renovación en naciones desarrolladas y creando nuevos proyectos en países en desarrollo.

“Hay gran cantidad de dinero privado dispuesto en el mundo, en fondos de pensiones, en fondos soberanos y de seguros, que si logramos articular mecanismos adecuados nos darán grandes beneficios”, indicó.

Los cancilleres del G-20, entre ellos la representante estadounidense, la secretaria de Estado Hillary Clinton, y de otras 10 naciones invitadas finalizan este lunes un encuentro de dos días preparatorio de la cumbre del grupo que se realizará en junio también en Los Cabos.