De momento, no habrá milagros. El nuevo presidente de YPF, el ingeniero argentino Miguel Galuccio, ha anunciado este martes un ambicioso plan estratégico para los próximos cinco años, pero ha dejado claro que él no es ningún mago. En un acto celebrado en un hotel de Buenos Aires, al que han sido invitados decenas de funcionarios y empresarios afectos al Gobierno de Cristina Fernández, Galuccio ha anunciado su objetivo de revertir el declive en la producción del petróleo del 6% que, según sus palabras, se ha venido produciendo bajo la gestión de Repsol, y aumentar la producción en 6%.

Para eso, se requerirán grandes inversiones procedentes del extranjero. Galuccio pretende irlas incorporando en los próximos años. Pero después de casi dos meses desde que se produjo la expropiación de Repsol, aún no se ha presentado ningún socio inversor.

El plan estratégico que ha presentado la compañía apuesta por invertir más de 5.600 millones de euros anuales entre 2013 y 2017, con el objetivo de incrementar las reservas y la producción de combustibles. Galuccio ha destacado que las inversiones de la compañía ascenderán este año a 2.800 millones de euros, en el marco de un plan de inversión "agresivo pero realista", que permitirá crecer ese 6% anual en la producción.

Tras la presentación de Galuccio ha intervenido la presidenta Fernández. En mitad de su discurso se ha percatado de que entre los nuevos 17 miembros del consejo directivo de YPF no hay ninguna mujer. "En el directorio [de YPF] no hemos colocado a ninguna mujer, ahora que me doy cuenta”. Y lo ha justificado con un razonamiento singular: "El petróleo es más de hombres. Hay que conocer un campo petrolero, estar en un campo petrolero, con esas temperaturas, hoy había temperaturas de 15 grados bajo cero. Es una tarea muy fuerte, difícil, por eso son tan duros... en general son duros todos en tareas extractivas, como los mineros, por el frío, por el viento".

Fernández ha hecho referencia a las durísimas condiciones con que se trabaja en los campos. Pero los nuevos consejeros no deberán trabajar en los campos, sino en los despachos de YPF.