Ello es esencial, agregó, porque la creciente brecha entre quienes se benefician del crecimiento económico de América Latina y quienes se quedan atrás, deriva en sociedades polarizadas.

En un discurso que pronunció el 3 de abril en la segunda sesión plenaria de la Asamblea Anual del BID, que se realiza en Belo Horizonte, Brasil, Lowery explicó que los pobres de América Latina están quedado excluidos del crecimiento económico de la región.

"Las nuevas oportunidades que ofrecen los mercados no mejoran los niveles de vida para quienes han quedado excluidos de ellos. Debemos redoblar nuestros esfuerzos de colaboración en esta región para dar a los pobres las
herramientas que necesitan para aprovechar oportunidades", señaló.

Como parte de ese esfuerzo, dijo Lowery, el BID debe comprometer al sector privado de la región.

"El sector privado es el motor de la producción, el empleo y el crecimiento. El desafío que debemos encarar consiste en encontrar vías eficaces para asegurar que los pobres tengan pleno acceso a todas las oportunidades que les ofrece un sector privado pujante para mejorar sus niveles de vida", declaró.

Lowery aplaudió el acuerdo alcanzado en la reunión anual del BID respecto a la propuesta de ampliar el mandato del Banco para el sector privado, e indicó que Estados Unidos acoge favorablemente un plan integral para obtener la participación del sector privado. Citó estudios que indican que el 90 por ciento de la creación de empleos en la región es a través de la microempresa y la mediana y pequeña empresa, y agregó que estas empresas deben ser una de las "principales prioridades" del BID.

El aumento del comercio, agregó Lowery, también aumentaría las oportunidades económicas en la región. Agregó que Estados Unidos seguirá promoviendo los acuerdos bilaterales, así como la conclusión de la ronda de negociaciones en la Organización Mundial de Comercio, y pidió al BID que mejore la capacidad comercial de América Latina por medio de la ayuda técnica.

Lowery indicó que el BID también debe desempeñar un papel para aliviar la carga de la deuda de los países más pobres de la región, lo que les permitiría invertir en salud y educación. Para ello aplaudió la decisión del BID de crear un comité especial para elaborar una propuesta de alivio de la deuda. Estados Unidos colaborará con el comité para diseñar una propuesta para fines de este año, dijo.

A continuación la traducción del texto del discurso del secretario adjunto Lowery, como fue publicada por el BID:

BELHO HORIZONTE, BRASIL
3 abril 2006
Original: inglés 

Discurso del Gobernador Suplente Temporal por los Estados Unidos de América en la segunda sesión plenaria Clay Lowery

En nombre del Presidente George W. Bush y del Secretario John W. Snow, quiero agradecer al pueblo brasileño por la cálida acogida brindada a los Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo. Es un buen auspicio que Brasil sea escenario de la primera Reunión Anual del Banco bajo la presidencia del señor Luis Alberto Moreno. Ello demuestra las ventajas que pueden extraerse cuando las políticas económicas son sólidas.

Crecimiento sostenido en la región

Las buenas políticas económicas aplicadas en gran parte de la región han permitido a los países aprovechar la fuerza de la economía global y promover un crecimiento basado en las exportaciones. Además, en contraste con lo sucedido en anteriores casos de expansión, los países están manteniendo la disciplina fiscal que se requiere para reducir las tasas de endeudamiento y mantener una inflación con tendencia a la baja. Los ministerios de finanzas de varios países están reestructurando sus perfiles de deuda para reducir sus vínculos con monedas extranjeras y crear instrumentos de deuda locales, en algunos casos con vencimientos a largo plazo. Todo ello sirve para reducir la vulnerabilidad ante los choques externos, pero es crítico afianzar las disciplinas fiscal y monetaria para proteger estos logros tan arduamente alcanzados.

Sin embargo, muchos de los sectores pobres de la región quedan rezagados y marginados de estos avances. La creciente brecha entre quienes se benefician con el crecimiento y quienes no lo hacen genera polarización en las sociedades. Las nuevas oportunidades que ofrecen los mercados no mejoran los niveles de vida para quienes han quedado excluidos de ellos.

Debemos redoblar nuestros esfuerzos de colaboración en esta región para dar a los pobres las herramientas que necesitan para aprovechar oportunidades: acceso a educación y financiamiento, vínculos infraestructurales con los mercados, reducción de las barreras para establecer y desarrollar una empresa y capacidad de hacer cumplir sus contratos y proteger sus bienes. Esta institución debe desempeñar un papel medular en estas actividades y concentrarse en aquellos ámbitos en los que puede generar los beneficios más sustanciales.

Desafíos que enfrenta el Banco

El cambio de presidencia en el Banco nos ofrece la oportunidad de reflexionar sobre los retos y oportunidades que se institución. Las políticas fiscales más estrictas y el incremento en losle plantean a la ingresos nacionales han reducido la demanda de financiamiento tradicional del Banco, por lo que el volumen de préstamos ha venido disminuyendo. En la
medida en que esto refleja que las condiciones económicas han mejorado, no es algo negativo. Pero también da pie a una pregunta: ¿Cómo puede mantener el Banco su relevancia en la región?

La respuesta no consiste simplemente en aumentar el volumen de préstamos a su nivel histórico; es decir, la respuesta no está en la cantidad. Lo que importa es la calidad: una ayuda que ofrezca resultados reales y pertinentes a la población. Como ha dicho con frecuencia el Presidente Moreno, el sector privado es la prioridad máxima del BID. El sector privado es el motor de la producción, el empleo y el crecimiento. El desafío que debemos encarar consiste en encontrar vías eficaces para asegurar que los pobres tengan pleno acceso a todas las oportunidades que les ofrece un sector privado pujante para mejorar sus niveles de vida.

Acogemos con gran beneplácito el acuerdo logrado aquí en Belho Horizonte respecto a la propuesta de ampliar los préstamos a entidades sin garantías soberanas y expandir el mandato del Banco para el sector privado. Valoramos plenamente los esfuerzos de todos para lograr este positivo resultado. Nos complace también el compromiso de la Administración de proponer un plan integral para mejorar la eficacia y la coordinación de las ventanillas del BID para el sector privado. Esto es absolutamente crucial para que el Banco se mantenga a tono con la realidad de la región y
esperamos trabajar con la Administración y los países miembros en esta fundamental tarea en los próximos meses.

Seguimos convencidos de que una de las principales prioridades del grupo del BID debe ser la atención a las pequeñas y medianas empresas. Se han realizado estudios de los que se deduce que hasta el 90 % de los empleos que se crean en la región pertenecen a las microempresas y a las empresas pequeñas y medianas. Los gobernantes de nuestro hemisferio respaldaron este criterio en la Cumbre de las Américas de 2004 al pedirle al BID que se preocupara de extender préstamos a la pequeña empresa.

Las empresas necesitan infraestructura y los pobres necesitan acceso a los mercados. El Presidente Bush propuso, el año pasado, la creación de un novedoso Fondo de Infraestructura de las Américas (Infrastructure Facility of the Americas) con el propósito de movilizar la inversión privada en infraestructura reduciendo los costros que representa para los inversionistas privados la búsqueda de buenos proyectos en la región. El recién aprobado Fondo para la Preparación de Proyectos de Infraestructura incorpora este concepto como uno de sus elementos. Esperamos poder trabajar con el Banco para poner en marcha el Fondo de Infraestructura de las Américas y el subsiguiente flujo de inversiones privadas.

El aumento del comercio debe ser otro componente de cualquier estrategia para incrementar las oportunidades económicas disponibles para la región. Estados Unidos seguirá promoviendo los acuerdos bilaterales, así como la
feliz conclusión de la ronda de negociaciones de Doha. El Banco puede desempeñar un papel crítico incrementando la capacidad comercial a través de la asistencia técnica para reducir las barreras normativas e institucionales al comercio.

Por último, es importante también que el Banco dirija su atención a los países más pobres de la región. Estados Unidos promovió y logró recientemente un acuerdo sobre una histórica iniciativa de alivio de la deuda en la que se solicita la anulación del 100 por ciento de las obligaciones de los países más pobres de la región con el Banco Mundial, el FMI y Banco Africano de Desarrollo. Consideramos que el BID debe cumplir con su parte reduciendo la carga de la deuda de los países más pobres, ampliando los recursos a su disposición para invertir en salud y educación e incrementando la eficacia del FOE.

Ha sido sumamente alentadora la decisión de la Asamblea de Gobernadores de crear un comité especial de Gobernadores para redactar una propuesta de alivio de la deuda y de reforma del FOE. Esperamos que la labor de este comité se materialice en una propuesta que puedan considerar los Gobernadores para fines de este año.

La pobreza tiene un costo humano intolerable. Los sectores pobres de la región están enviando un mensaje a los gobiernos y líderes de esta región, incluidos los Estados Unidos y el BID. Es un mensaje urgente, que exige una
respuesta rápida, seria y eficaz. Es necesario difundir las oportunidades para extender los beneficios de un crecimiento liderado por el sector privado a los marginados y los rezagados. Juntos con el Presidente Moreno y todos los países miembros del Banco, esperamos ver revitalizados nuestros esfuerzos por alcanzar esta visión para todos los ciudadanos del hemisferio, pero en especial para los más pobres.