Fidel Castro no solo escribe reflexiones sobre política internacional, sino que también está al tanto de las reformas promovidas por Raúl Castro, que recaba el criterio de su hermano mayor sobre las más importantes, afirma Ricardo Alarcón (La Habana, 1935), presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento cubano) y exministro de Exteriores. “Todas las cosas fundamentales se consultan con el comandante en jefe”, dice.

Pregunta. ¿Cómo ha sido la relación de Cuba con Obama?

Respuesta. Hay una gran brecha entre el discurso y la conducta. Primero habló de un “nuevo comienzo” en las relaciones, pero en la práctica ha sido más eficiente que otros presidentes en la aplicación de restricciones y multas.

P. La Asamblea General de la ONU pide el levantamiento del embargo. ¿Qué gestos puede aplicar Cuba para ayudar a que, eventualmente, un Obama reelegido revise su política?

R. No hay por qué esperar ningún gesto. El gesto más grande que pudiéramos hacer el día en que ellos terminaran el bloqueo y tuvieran una política normal hacia Cuba sería aceptarlo. ¿Qué mayor gesto después de una política injusta y fracasada? Nos excluyeron de la OEA. ¿Qué pasó después, el año pasado? Pues que la OEA anuló aquella decisión.

P. ¿Piensan volver a esa organización?

R. No. ¿Para qué? Ya no tiene ningún sentido.

P. La UE mantiene la Posición Común sobre la exigencia de cambios en Cuba. Es improbable que Rajoy promueva su anulación.

R. El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero lo intentó abiertamente sin conseguirlo. Pero tampoco nos vamos a deprimir porque se mantenga. De hecho, fue una concesión de Europa a EE UU, que se burló de Europa.

P. ¿A qué se refiere?

R. Cuando se dicta la ley Helms-Burton, en 1996, Europa plantea una demanda ante la Organización Mundial de Comercio porque violaba los compromisos de EE UU. Tras una negociación, Europa apoyó la posición de EE UU —que si la democracia, los derechos humanos y toda esa historia— a cambio de que el Congreso modificara aquellos aspectos de la ley que afectaban al comercio de Europa con Cuba. Ningún presidente norteamericano hizo algo para cambiar la ley. Europa cumplió escrupulosamente y EE UU se burló de Europa, le dio una nalgada.

P. ¿Cómo son las relaciones con el Gobierno de Rajoy?

R. Yo diría que normales. Ha habido algunas declaraciones infelices que, cuando nos parecen inapropiadas, respondemos. Pero apenas ha habido conflictos. Yo creo que ustedes ya tienen suficientes problemas, y, además, las relaciones empresariales son importantes y hay que mantenerlas.

P. En Cuba siguen mandando Fidel y Raúl.

R. La inmensa mayoría de las autoridades cubanas nacieron después del triunfo de la revolución. Es un error imaginar o pintar a Cuba como gobernada por la gente que tomó el poder hace 50 años, ¿pero cuál es el tema desde el punto de vista mediático? Pues que haya algunos compañeros de la generación fundadora (los comandantes de Sierra Maestra) que todavía son útiles y tienen capacidad. ¿Dónde está el pecado en eso? Fidel Castro ha tenido y sigue teniendo un papel fundamental en la revolución cubana.

P. ¿Consulta mucho Raúl con su hermano?

R. Son hermanos que se quieren muchísimo. Y todas las cosas fundamentales, Raúl lo ha dicho, hay que consultarlas al comandante en jefe.

P. Cerca de 400.000 cubanos se han sumado al trabajo por cuenta propia. ¿No cree que la sociedad ha cambiado y necesita una democracia pluralista?

R. Rousseau y todos los que han estudiado seriamente la democracia representativa la han definido como lo que es: una ficción. Usted es libre el día que vota; a partir de ahí el representante actúa en nombre suyo. La libertad desaparece después de la votación.

P. La Asamblea vota casi por unanimidad. ¿No se contempla algún mecanismo que permita la entrada de voces discrepantes?

R. Es otro error pensar que no haya voces discrepantes, que no hay discusión en la Asamblea. Para nosotros es menos importante el parloteo que la discusión real, la participación de la gente, la construcción de consensos.

P. Hay millones de cubanos pendientes de la reforma migratoria. ¿Se liberalizarán las entradas y salidas del país?

R. Llegaremos a un consenso pleno pronto. La idea es liberalizar, pero sin descuidar la seguridad del país, porque las invasiones, las acciones terroristas, todo ese tipo de cosas han venido de afuera.