Mientras en Buenos Aires, Argentina, Ricardo Miguel Cavallo —su socio y brazo derecho en el polémico caso del Registro Nacional de Vehículos— era sentenciado a cadena perpetua por haber cometido crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura militar en aquella nación, Henry Davis Signoret se convertía en uno más de los acaparadores de tierras en Bahía de Banderas, Nayarit.

Luego de haber sido presidente del Consejo de Administración del Renave en el sexenio de Ernesto Zedillo, Henry Davis invirtió millones de dólares para comprar lotes, calles, avenidas, camellones, estacionamientos públicos… y hasta un campo de golf llamado Flamingos, de casi seis kilómetros de largo, sobre un terreno de suaves colinas y cuyo campo tiene pasto Bermuda tanto en los fairways como en los greens y posee nueve obstáculos de agua y 43 trampas de arena.

Además cuenta con cuatro mesas de salida para acomodar a quienes pegan largo o corto, y un diseño que provee un nivel adecuado de reto para jugadores de todos los niveles, así como una zona de entrenamiento de más de 230 metros de largo y un green de práctica.

Una decena de organizaciones no gubernamentales ha denunciado que para mantener en excelente estado el campo de golf, Henry Davis “está deprimiendo la laguna del Quelele, así como gran parte de las aguas del río Ameca, lo que ha provocado la falta de agua en los poblados más cercanos a ese lugar.

“Pero ninguna autoridad municipal o estatal hace nada para llamar a cuentas a este empresario voraz”, aseguran las ONG.

Las organizaciones son la Cámara de Comercio de Bahía de Banderas, AC; la Asociación de Pequeños Empresarios y Residentes de la Cruz de Huanacaxtle, AC; Unidos por la Dignidad del Corral del Risco, AC; Mujeres Unidas por Bahía de Banderas, AC; Asociación Vecinal de Bahía de Banderas AC; Alianza Jaguar, AC; Natura Nayarit, AC; Defensores de la Bahía de Chila, AC; Un Coco Compostela, AC; Observatorio Ciudadano Nuestra Tierra, AC; Eco Red Manglar, AC; Alianza de la Costa Verde, y Caspen, camioneros y taxistas.

La buena suerte le comenzó a sonreír a Henry Davis durante la administración del gobernador Antonio Echavarría, pues fue justo cuando las autoridades le ofrecieron el metro cuadrado a solo 11 dólares. Por el campo de golf Flamingos pagó 9 millones de dólares.

Fue así como Davis y sus socios, entre ellos su hijo Alec Davis Carstens, armaron desde 2010 varias empresas inmobiliarias turísticas: Desarrollo Banderas, SA de CV; Turismo Vallarta I, SA de CV; Turismo Vallarta II, SA de CV; Impulsora Marítima, SA de CV; Proyecto Marina Nuevo Vallarta, SA de CV.

Con las tres primeras compraron al Fideicomiso Bahía de Banderas (Fibba) en el condominio Maestro Flamingos, una muy buena cantidad de terrenos, que significan en su conjunto 83 por ciento de la superficie de área de ese condominio, aunque en éste hay tres hoteles de la cadena Riu, y otros desarrollos turísticos como Villas del Palmar Flamingos, La Estancia, Del Canto y Península Nuevo Vallarta, entre otros.

Según la escritura pública número 59,464 del 10 de octubre de 2000, Desarrollo Banderas compró a Fibba seis lotes cuya superficie abarca 216 mil 641 metros cuadrados. Henry Davis desembolsó para ello 6 millones 945 mil 924 dólares.

Cinco de esos lotes colindan con la avenida pública Paseo de los Cocoteros y dan frente al Océano Pacífico, pero éste empresario decidió privatizar también y colocar casetas de vigilancia.

Las ONG se cuestionan que “lo curioso del asunto es que ninguno de los seis lotes ha sido desarrollado turísticamente en 12 años y si el vendedor, Fibba, les pide el proyecto turístico que se comprometieron a presentar en seis meses los compradores, dudamos que esto se haya hecho; incluso, en algunos lotes que dan a la playa aparece entre la maleza un letrero que dice: “Este lote no se vende”.

Con la tercera sociedad, el mismo 10 de octubre de 2000, Turismo Vallarta II, Alec Davis Carstens como apoderado de la empresa compra al Fibba, mediante escritura pública 59,463 la cantidad de mil 70
metros cuadrados.

Esa área está constituida por diez lotes en los cuales se incluyó uno de 538 mil metros cuadrados del campo de golf Flamingos, aunque la diferencia de áreas son lotes de varios tamaños que aún están “en breña”, incluyendo un vivero sembrado con miles de palmeras.

El precio que pagó Henry Davis por esa operación fue de 9 millones 484 mil 878 dólares, vendido a plazos, tres años, y en el pago del contado de 6 millones 454 mil 400 dólares. Según la información proporcionada por las referidas ONG, en el Fibba aparecen dos pagos, uno al fideicomiso por 2 millones 858 mil 281 dólares, y otro pago más por 3 millones 592 mil 118 dólares a favor de la empresa Nayarit Real de Palmas, SA de CV.

Con base en la expropiación de 1970, fue por causas de utilidad pública y para desarrollar el turismo en la región, pero Davis Cartens pagó ocho dólares con 86 centavos por metro cuadrado.

“Es decir, que 24 años después, en el 2000, el gobierno estatal y el Fibba vendieron un campo de golf construido con dinero del erario público, con todas sus áreas, a precios prácticamente de regalo y sin que a la fecha hayan desarrollado nada, mientras que en Flamingos el agua que utilizan para regar el campo de golf y el vivero proviene de la laguna del Quelele, que está pegada al campo de golf”, acusan las ONG.

Las empresas Impulsora Marítima y Proyecto Marina Nuevo Vallarta de Henry Davis compraron en las Villas 4 y 5 de Nuevo Vallarta. Dichas adquisiciones fueron también de oportunidad, ya que las hicieron a una empresa turística de Banamex, que eran propiedad de los hermanos Martínez Güitrón.

Por ejemplo, con la escritura pública 66,836, con fecha 26 de agosto de 2003, Proyecto Marina, también de Davis, compró una treintena de lotes en la Villa 5 al Banco Internacional, Grupo Financiero Bital, como fiduciarios y por instrucciones de Proyectos y Servicios Turísticos.

El precio de la operación fue de un millón 441 mil 408 dólares, por una superficie de 26 mil 15 metros cuadrados, a un precio promedio de 55 dólares por metro cuadrado.

Entre esos 30 lotes hay dos, el 40 y 41 de la manzana 7, donde había un edificio con 20 unidades (departamentos), que había construido el Fibba, instancia que también le permitió al comprador adquirir un estacionamiento público (lote 1, manzana 1) y cuatro lotes más que dan al canal del estero del Chino, donde Henry Davis instaló una marina seca para establecer una empresa de Marina Comercial, cuando el uso del suelo en ese lugar es exclusivamente habitacional.

“La venta de ese estacionamiento público ha causado muchos problemas a los verdaderos colonos de la Villa 5, ya que les quitaron un espacio para estacionamiento que es público, pero que ahora el propietario del lote construyó una marina seca”, acusan las ONG.

Por esa razón, las organizaciones en defensa de la tierra hacen una invitación a toda la población nayarita para que se sumen a su lucha por liberar los espacios públicos, que desde hace varios años fueron privatizados y, en el caso de las propiedades de Henry Davis, mantiene bloqueados hasta con ramas, troncos y maleza.

Inclusive, han solicitado el apoyo de Protección Civil Municipal para cortar los troncos atravesados sobre las calles por donde antes circulaban vehículos.

Este sería un intento más de las ONG por recuperar sus espacios públicos, a pesar de que saben que los cuerpos policiales de los empresarios los volverán a amedrentar, filmando a todos y cada uno de los que realicen ese tipo de actividades.

Pero en el ejido, Pueblo de Bucerías, taxistas, hoteleros y restauranteros de Nuevo Vallarta también piensan fincarle responsabilidad a esos inversionistas como Alfonso Rizzuto, Graciano Sovernigo y Davis, por “haber destruido la vialidad, levantando carpetas asfálticas, destruyendo camellones, palmeras, banquetas, machuelos y luminarias”.

También amagan con solicitar el apoyo de otros movimientos sociales en el país que “han sido víctimas de injusticias similares”, por lo que no descartan sumarse a la organización Convención Nacional, en la que convergen el pueblo de San Salvador Atenco, el movimiento estudiantil #Yosoy132 y el Sindicato Mexicano de Electricistas, entre otros.

Aunado a ello, las citadas ONG nayaritas adelantaron a MILENIO que presentarán una queja formal ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y organismos internacionales protectores del medio ambiente, con el fin de no permitir que “se salgan con la suya estos empresarios voraces que han estado en contubernio con los gobernadores de esta bella entidad, Nayarit”.

Claves
Señalamientos

► Las organizaciones que denuncian los actos de corrupción entre empresarios y gobernadores aseguran: “Vamos a solicitar el apoyo de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México para que nos asesore jurídicamente en nuestra defensa para recuperar nuestros espacios públicos, nuestras playas y nuestro mar”.

► “Hacemos un llamado urgente a quien va a ser el próximo presidente de la República para que no nos deje solos en esta lucha desigual e injusta”, señalan en su acusación.

► Y hacen un llamado al presidente Felipe Calderón: “Si quiere terminar bien su sexenio, debería tomar cartas en este lamentable asunto, pues no puede irse así como así y mucho menos que al clausurar el Tianguis Turístico hizo uso del helipuerto que se construyó de manera irregular sobre el mar”.