Al conmemorar el 115 aniversario de fundación del Colegio Militar de Ejército, el presidente Evo Morales se apoyó en las Fuerzas Armadas para arremeter contra sectores autonomistas y miembros de la Corte Suprema de Justicia, quienes se oponen a resoluciones del Ejecutivo, o critican su política de gestión.

El ataque del Primer Mandatario se inscribe en circunstancias en que el Gobierno intenta cerrar varios frentes críticos a la gestión oficial por medio de la presión, el diálogo y la crítica a través de los medios de prensa.

Este es el caso de los sectores que piden autonomía desde Santa Cruz contra quienes el Primer Mandatario se estrelló públicamente, porque intentan —a su juicio— disolver a las FFAA y a la Policía para converger en una “guardia nacional”, y en el caso de los magistrados, el cuestionamiento se debe a que buscan “autoexcluirse” del proceso de cambio del país.

“Las FFAA prácticamente ya participan activamente en el proceso de cambio; rápidamente entendieron que es importante unir, integrar a los bolivianos y no como algunos poderes del Estado, como el Poder Judicial, como la Corte Suprema de Justicia, todavía no entienden cómo hacer una revolución cultural y democrática en el país”, dijo Morales en el acto de ayer.

La crítica de Morales contra los miembros de la Suprema tiene origen en la oposición de los miembros del Poder Judicial a la disminución de sus salarios.

El Mandatario manifestó su confianza en las Fuerzas Armadas y en la Policía. Tanto, que incluso llegó a pedirles —durante el acto militar que se desarrolló en Irpavi— que se sumen “a esta recuperación de nuestros recursos naturales junto a su pueblo”.

Sin embargo, la parte dura del Gobierno emerge desde el seno del denominado estado mayor del pueblo, compuesto por organizaciones sociales afines al Poder Ejecutivo. El secretario ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Isaac Ávalos, y Hugo Moldiz, representante de los partidos de izquierda aliados al MAS, coincidieron en señalar que esta organización pretende acudir a la “persuasión y si es necesario a las medidas de presión” para aplacar a los movimientos sociales que cuestionan al Gobierno. Esta organización tiene el objetivo, además, de derrotar a los enemigos, política e ideológicamente, incluidos los sectores de izquierda que “pretenden cometer los errores del pasado”, dijo Moldiz.

Paralelamente, el Gobierno despliega mecanismos de diálogo para neutralizar los conflictos. Es el caso de Puerto Suárez, donde tres ministros fueron tomados como rehenes ayer por la polémica generada en torno a la presencia de la empresa EBX.

Dos regiones se desentienden

Las declaraciones del presidente Evo Morales sobre la supuesta intención de los autonomistas de “hacer desaparecer” a las FFAA y a la Policía y formar una “guardia nacional” con ambas instituciones, fue ignorada por las autoridades de Tarija y los cívicos de Santa Cruz, que aseguraron no sentirse aludidos. “Eso nosotros desconocemos”, dijo Arturo Lema, secretario general de la Prefectura tarijeña, “pero entiendo, por lo que conozco, parece que es alguno de los proyectos de autonomía que habría presentado Santa Cruz, no Tarija. Tarija no tiene nada que hacer con ese tema”, añadió.

Daniel Castro, vocero del Comité Pro Santa Cruz, señaló que las declaraciones de Morales “son políticas. Sabemos que habló (al respecto) pero no le damos importancia. Nosotros estamos preocupados en solucionar temas de salud y educación”.