Juan Manuel Santos se negó a negociar con el terrorismo mientras cumplía su función de ministro de Defensa

"Así sea más difícil (este Gobierno) quiere buscar la paz por encima de estimular la guerra", alegó Juan Manuel Santos, presidente colombiano, quien recientemente anunció que el Ejecutivo ha avanzado en "conversaciones exploratorias" con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la guerrilla colombiana más poderosa. Sin embargo, Álvaro Uribe ha buscado adelantársele una que otra vez. Y es que el expresidente neogranadino tiene sus reservas ante el sistema de promotor de tregua que dirige su sucesor.

El exmandatario concedió una entrevista exclusiva al diario colombiano La Tarde en la que señaló sus opiniones ante la labor de Santos. De esta manera, aseguró respetar totalmente al gobierno, pero ser lealmente pleno a las ideas.

"Quienes dejaron crecer la violencia en Colombia ahora quieren lavarse las manos como los padres de la reivindicación de las víctimas", criticó. "No se les puede dar piso político, ni legitimidad a los victimarios guerrilleros y paramilitares", defendió, pues según el expresidente, es lo que se está logrando la mandato actual.

POLÍTICO ACTIVO 

Uribe es un político que se mantiene activo a diferencia de los que prefieren las sombras luego de haber gobernado. Así, justifica su postura incesante refiriéndose a la tesis de gobierno que aseguró al ser electo: Seguridad Democrática, Confianza Inversionista y Política Social. Como consecuencia, expresó que "mientras tenga salud para intervenir estimulando procesos democráticos", lo hará, pues le continúa preocupando que con el paso de la historia, el país siga queriendo dialogar más con el terrorismo y menos con el pueblo, indicó.

TWEETS EXPRESIDENCIALES 

Mediante su cuenta en la red social Twitter, Uribe se muestra indignado cuando alega que Santos, durante su función de ministro de la Defensa, "nunca dio señales de aceptar negociar con el terrorismo temas como narcotráfico o desarrollo rural".

"¿Qué es lo que se va a negociar? ¿Vamos a negociar con los padres de las violaciones de los Derechos Humanos que son estos terroristas? Eso es inadmisible, este es un país democrático", denunció en una conferencia.

Lo cierto es que mediante las redes sociales, entrevistas y artículos, el exmandatario defiende su postura antidiálogo a capa y espada.

¿TERRORISMO O SEGURIDAD? 

No es un tema fácil asumir el diálogo con un ente que ha proporcionado tanto terror y muertes. El internacionalista y politólogo colombiano, Juan David Vélez, explica que en su país no existe alguien que rechace la paz, pues es un derecho y una necesidad indispensable. Además, sugiere que la política de seguridad democrática, votada y aprobada en el gobierno de Uribe, había traído resultados positivos permitiéndoles el reclamo a las víctimas y la introducción de la reparación administrativa. No obstante, agrega que esta normativa ha sido burlada con la gestión de Santos.

"Con el terrorismo solo se puede negociar el sometimiento a la justicia.

Los errores del pasado consistieron en adular y conceder todo y más a los terroristas. Los gobernantes tenían la mejor voluntad de paz, eso es indiscutible, pero fueron engañados y ridiculizados miserablemente por los criminales, que aprovecharon esa tregua para rearmarse e iniciar actos de barbarie y terrorismo", explicó Vélez.

CAMBIO DE OPINIÓN 

Recientemente, el Presidente colombiano había mostrado firmeza en esto, hasta recientes días atrás.

El último caso fue el de dos mujeres rehenes del Ejército de Liberación Nacional que pidieron saldar su liberación a Oleoducto Bicentenario, contratista petrolera en la que laboraban. Santos advirtió duramente que no habría negociación ni pago de fianzas con terroristas. Quien osara efectuar alguna de esas operaciones, sería expulsado del país, advirtió.

Ahora, la postura parece haber cambiado ¿Qué puede negociarse con un grupo terrorista? Limitar las matanzas, los secuestros, los atentados o el narcotráfico con qué objetivo, qué consecuencia, qué acuerdo ¿Es el Estado Colombiano quien está dando su brazo a torcer? Eduardo Montealegre, fiscal general de Colombia, ha dicho públicamente que prefiere que Rodrigo Londoño Echeverri, máximo jefe de las FARC, alias "Timochenko", labore en el Congreso antes que verle disparando contra los civiles. O están dando una segunda oportunidad a los asesinos o esta política promete revolucionar las mentes de quienes llevan años atentando contra el país. Uribe ha cuestionado duramente estas declaraciones, acusándolo de dar mal ejemplo. El fiscal "tiene la obligación de llevar a la cárcel a todos los delincuentes", declaró el exmandatario.

Según Uribe, la guerrilla no es tonta. Pues, sabe que, pase lo que pase, "aún en la situación más desesperada, o en su debilitamiento más profundo, siempre tendrá a la mano la opción de la negociación con el Estado. Es el as que tiene entre su manga, ventaja anticipada que todos aceptamos a sabiendas y como parte de las reglas del juego".

Entonces, la duda se ubica en si se apuesta por una negociación o si podría ésta llegar a ser una dura y hasta peligrosa manipulación de un grupo que mantiene en suspenso y miedo a millones de ciudadanos desde su conformación en 1964.