El cese de fuego unilateral anunciado este lunes por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, ha generado reacciones encontradas en el país suramericano.
En ocasión del inicio de las conversaciones de paz de La Habana el jefe negociador de las FARC, Iván Márquez, informó que la guerrilla había ordenado "el cese de toda clase de operaciones militares ofensivas contra la fuerza pública y los actos de sabotaje contra la infraestructura pública o privada durante el periodo comprendido entre las 00.00 horas del día 20 de noviembre del 2012 hasta las 00.00 horas del día 20 de enero de 2013".
Algunos sectores salieron rápidamente a saludar el gesto como un hecho generador de confianza de cara al proceso de paz y a pedir una respuesta equivalente por parte del gobierno colombiano.
Otros pidieron prudencia ante el anuncio. Y tampoco faltó quien denunciara la medida como una trampa.
El ministro de Defensa de Colombia, Juan Carlos Pinzón, afirmó la tarde del lunes que las fuerzas de seguridad del país continuarán sus operaciones militares, incluso aunque las FARC hayan declarado una tregua unilateral.
Pinzón reiteró que la orden seguirá siendo "combatir a los grupos ilegales en todo el territorio nacional".
Así las cosas, ¿qué tan significativo es entonces el cese de fuego anunciado? ¿Y qué consecuencia puede tener para el futuro del conflicto y del diálogo?
BBC Mundo conversó con dos analistas con visiones diametralmente opuestas para averiguarlo: León Valencia, de la Corporación Nuevo Arcoiris, y Rafael Guarín, de la Universidad del Rosario.
*León
Valencia: "Un gesto audaz e importante"
¿Qué tan
significativo es el cese del fuego anunciado por las FARC?
Me
parece un gesto audaz de las FARC, un gesto muy importante que empuja las
negociaciones de paz hacia adelante. (Ese gesto) también fue utilizado en otros
procesos de paz: el FMLN (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional,
de El salvador), en un momento de dudas, en un momento de críticas al proceso
de paz que negociaba a principio de los años 90 del siglo pasado, hizo un cese
unilateral de hostilidades para enviar un mensaje de tranquilidad a la sociedad
salvadoreña que fue muy bien acogido. Y yo espero que en Colombia también sea
bien acogido este gesto (de las FARC).
También
espero que las FARC tengan -como creo que tienen- una capacidad de mando, un
control sobre sus tropas que permita que este cese al fuego sea verdadero y
sincero, y que entonces el proceso entre en una competencia de gestos
positivos. En un proceso de paz es muy importante que si una parte hace un
gesto positivo que la otra parte también se lo responda. Y si esto entra en una
competencia de gestos positivos, no de gestos negativos, la paz puede avanzar
rápido.
¿Y que
sería un gesto positivo por parte del gobierno? ¿Puede acaso el presidente
Santos ordenar también un cese de hostilidades por parte del ejército?
No creo,
pues aquí hay una presión muy grande. Por un lado están la Fuerzas Armadas que
son las que han insistido en mantener la confrontación y negociar en medio del
conflicto. Pero también hay una derecha encabezada por el presidente Uribe que
se opone a cualquier cosa que signifique limitar la confrontación, o por lo
menos un cese de acciones ofensivas. Por ejemplo, responder recíprocamente al
gesto de las FARC. Eso significaría una campaña muy dura de esa ultraderecha
encabezada por el expresidente Uribe contra ese proceso de paz. Y a eso es a lo
que le teme el gobierno: a una actitud negativa de las Fuerza Armadas frente a
un cese de hostilidades y también a esa ofensiva de la ultraderecha uribista.
Esta
tampoco es la primera tregua navideña que anuncian las FARC… ¿Qué la hace
diferente? ¿Su duración? ¿El momento?
El
momento. Especialmente porque ellos actualmente tienen la iniciativa en muchas
zonas del país. Y no hay que perder de vista que la navidad se presta para dos
cosas: primero, para dar un mensaje positivo a la opinión pública con una
tregua; pero también para operaciones ofensivas, porque por lo regular las
acciones militares en época de navidad tienen un buen resultado porque todo el
mundo baja las manos. Las mismas fuerzas militares muchas veces se descuidan
por el mismo ambiente festivo que hay en el país y ese momento siempre lo han
aprovechado las FARC para obtener grandes victorias sobre el ejército. De
manera que yo valoro lo que están haciendo las FARC, decretando un cese desde
ahora, desde 20 de noviembre al 20 de enero, que es un tiempo importante.
¿Pero si
la guerrilla no respeta completamente la tregua, no es más lo que se pierde?
Siempre
hay ese peligro, siempre hay factores de riesgo en esto. Pero las FARC son muy
centralizadas, con un mando muy firme. Aquí los de las FARC remplazan más
rápido y fácil a su comandante general o cualquier miembro del secretariado que
cae (en combate) que lo que se remplaza un ministro de gobierno. Eso no quita
que haya riesgos. Pero en la valoración final lo que tenemos que hacer es
comparar este tiempo de cese de hostilidades con los tiempos de acción para que
veamos cuanto bajan los heridos y los muertos de la fuerza pública y los
ataques a la sociedad civil, a ver si tenemos ganancia real.
¿Cree
usted que el cese de fuego servirá para contestar de una vez por toda la
pregunta de si el Secretariado de las FARC tiene control real sobre toda la
organización?
Definitivamente
va a ser una prueba de fuego (para las FARC). Ahora, no hay que perder de vista
que aquí también hay mucha desinformación y muchos interesados en atribuirle a
las FARC las peores cosas. Aquí se miente mucho también sobre las FARC. Y, en
ese sentido, la prensa también va a tener una prueba de fuego, para ver como
informa objetivamente sobre eso.
¿Y el
hecho de que el gobierno seguramente va a continuar con sus acciones ofensivas
frente a unos guerrilleros en tregua, no podría terminar tensionando la
negociación?
Cese
unilateral significa cese de las acciones ofensivas, no de todas las acciones
de las FARC. Nadie se va a quedar quieto si lo atacan. (Ellos) van a
reaccionar, se van a defender, esa es una realidad. Y de parte de las fuerzas
militares seguramente habrá sectores que aprovecharán el momento para arreciar
acciones contra las FARC. Ese es un tema supremamente complicado. Pero estos
guerrilleros son viejos guerrilleros, que saben qué es eso.
*Rafel
Guarín: "Una maniobra propagandística"
¿Qué tan
significativo es el cese del fuego anunciado por las FARC?
Esta no
es la primera vez que las FARC declaran un cese de actividades violentas en
Colombia. Las FARC, en el proceso de paz con el presidente Pastrana también
para navidad declararon un cese de acciones violentas. Durante el año 1982
también hicieron lo propio, sin que eso signifique de ningún modo la decisión
de abandonar la violencia.
Lo que
el país necesita en este proceso de paz para garantizar el éxito del mismo es
una decisión irreversible y definitiva de las FARC de abandonar la violencia.
No un cese (de fuego) por dos meses, que no es más que un anuncio que a partir
del 21 de enero empezarán de nuevo a asesinar y poner bombas en el país.
Pero por
algún lado se empieza... ¿No cree que hace más creíble su compromiso con el
actual proceso de paz?
Evidentemente
se trata también de una maniobra de las FARC para darle credibilidad al proceso
de paz y ganar legitimidad. Pero también hay que entender este anuncio de las
FARC dentro de lo que Mauricio Jaramillo (uno de los primeros negociadores del
proceso) dijo en Cuba el día 4 de septiembre: que las FAC iban a pelear el cese
bilateral de hostilidades. Y ese cese bilateral tiene el propósito de romper la
presión militar sobre las FARC.
La
contrainsurgencia se basa en dos aspectos centrales: el aislamiento político y
la presión militar. Las FARC ya rompieron el aislamiento político con el inicio
de negociaciones de paz. Ahora las FARC pretenden romper la presión militar
consiguiendo un cese bilateral de hostilidades.
El
anuncio del cese que se acaba de hacer hay que comprenderlo en ese contexto:
las FARC lo que buscan es generar un ambiente orientado a presionar al gobierno
del presidente Santos para que detenga las operaciones militares en su contra,
lo que seria un gravísimo error porque significaría nada más ni nada menos que
extender la llamada zona de distensión de El Caguán, de hace diez años, a todo
el territorio nacional.
¿Y qué
tan factible es que el presidente Santos ordenar también un cese de
hostilidades por parte del ejército?
El
gobierno nacional creo que sabe que no puede dejarse engañar, que es lo que
quieren las FARC declarando un cese unilateral de acciones violentas con el
propósito de conseguir un cese bilateral que detenga las acciones militares.
Además
el país, Colombia, si bien en la encuestas muestra disposición a que el proceso
de paz tenga un resultado, que no es otro que la desmovilización y el cese de
la violencia, también ha demostrado, las encuestas muestran que la gente no
quiere mas engaño de las FARC, que la gente no quiere mas impunidad para la
guerrilla, que la gente no quiere que se les permita elegibilidad a criminales
de lesa humanidad y criminales de guerra. De ahí se desprende claramente que el
país no estaría de acuerdo en un cese bilateral de hostilidades y que se
detengan las operaciones contra las FARC
¿Y usted
cree que las FARC no saben eso, que el gobierno no puede corresponder con una
tregua bilateral? ¿Entonces qué ganan?
La
lógica de los integrantes de estas organizaciones es conseguir sus objetivos
combinando acción política y acción violenta. El escalamiento brutal de
acciones (militares por parte de las FARC) de las ultimas semanas está atado a
la estrategia política de la organización en la mesa de negociación en Cuba:
ellos aumentan la violencia para demostrar que tienen capacidad de seguir
haciendo daño y luego convencer a los colombianos, mediante un anuncio
propagandístico de cese unilateral de hostilidades, que es el estado colombiano
el que tiene que dar el paso hacia un cese de operaciones militares si se
quiere lograr la paz, lo cual de ningún modo puede ser una decisión aceptable
si no media una decisión de abandonar la violencia por parte de las FARC.
Pero eso
es lo que busca precisamente el proceso de La Habana…
Si, pero
ya Iván Márquez (el jefe negociador de las FARC) dijo que si no se alcanzaban
en esta oportunidad acuerdos que los satisfagan, lo que él propone es un
acuerdo de regularización de la guerra. Eso significa adoptar normas de común
acuerdo que les permitan a ellos, con legitimidad política, continuar sus
acciones violentas en el país.
Como le
digo, lo que nosotros necesitamos es que haya un anuncio de abandono definitivo
de las acciones violentas de las FARC. Ese es al anuncio que esperan los
colombianos y es el único anuncio que puede dar certidumbre sobre que las FARC
no están utilizando el proceso de paz dentro de su estrategia violenta.
En esto
hay que ser muy prudente. Lo digo sin ningún apasionamiento político. Esta
gente es una gente que no es improvisada: Timochenko (Rodrigo Londoño, el
máximo líder de las FARC) hacia parte de la mesa de negociación en el año 84
con el gobierno de Belisario Betancourt, Iván Márquez también jugó un papel
importa en ese proceso. Estamos hablando con gente que lleva 30 años
participando en procesos de paz al tiempo que organizaban la actividad
violenta. Esta gente no improvisa. Por eso cada vez que sale un anuncio uno
entiende que algunos medios de comunicación y algunos sectores de la opinión
pública salgan a celebrar. Pero en esto hay que actuar con mucha prudencia, o
si no muy fácilmente se termina cayendo en un nuevo engaño.