El presidente Obama llegó a la ciudad y sostuvo varias reuniones con el presidente Enrique Peña Nieto y su gabinete; nos enteramos de lo que discutieron y los temas de la agenda bilateral que abordaron, pero también los que se reservaron.

No hay duda de que la economía es un tema prioritario para ambos países, compartir la frontera con una de las potencias más importantes del mundo pone en un lugar privilegiado al país. Sin embargo, México y Estados Unidos comparten otro tema, uno más complicado de abordar, pues involucra muchas responsabilidades. Un tema que necesariamente debe estar incluido en la agenda por el bien del desarrollo y crecimiento de ambas naciones.

Hablo del crimen organizado, un tema que hasta ahora sigue avanzando dentro del país incluyendo nuestras fronteras, pues cada día es mayor el fortalecimiento del crimen organizado, los enfrentamientos, los grupos de autodefensa y las armas que cruzan a nuestro país.

Hoy hay incertidumbre y poca tranquilidad entre los mexicanos, hasta el momento no tenemos una estrategia clara que responda a esta coyuntura, los días pasan y seguimos teniendo un discurso a largo plazo sin saber cómo se atajará el problema en el corto plazo; los días pasan y en varios estados en los que se había logrado una estabilidad, la violencia vuelve a dispararse, como es el caso de Sinaloa. A este paso y si esto sigue avanzando, será imposible hablar de desarrollo económico con Estados Unidos o con cualquier otro país.

Y es que para que realmente México tome el impulso que necesita, se requiere antes un ambiente seguro y confiable para todos. La tranquilidad de cualquier inversionista o empresa interesada en México es condicional irrefutable de su desarrollo económico, basta ver al Grupo Farmacéutico Saba y Danone, empresas que prácticamente tuvieron que huir de Michoacán por la violencia en la entidad.

Es por ello que aunque la estrategia mediática de este gobierno sea no enfocarse en la seguridad, es necesario compartir una agenda con el gobierno de Estados Unidos sobre este tema, sobre su corresponsabilidad, sobre el control de armas de fuego y sobre los programas conjuntos que permanecen detenidos.

México y Estados Unidos comparten la frontera y por lo tanto el interés  de impulsar nuestras economías, pero el gobierno mexicano no puede ignorar que su mayor prioridad debe ser mantener a nuestros ciudadanos seguros. Así, el orden de los temas es muy claro, la seguridad está por encima de la discusión económica, pues el desarrollo de un país depende necesariamente de su tranquilidad.

No obstante, pareciera que ésta no es su intención, eso lo demuestran al decidir ocultar información. Tal es el ejemplo de la lamentable explosión en el edificio administrativo de Pemex, hecho del que no conoceremos las causas, pues el gobierno ha decidido reservarse esta información por 12 años, para, según ellos, no intervenir en las investigaciones. ¿Qué no había sido una explosión por los gases almacenados en el subsuelo?

Tal vez hubiera sido interesante preguntarle al presidente Obama si él hubiera contemplado guardar información durante 12 años sobre las lamentables explosiones ocurridas en Boston, tal vez nos hubiéramos llevado una sorpresa… tal vez una lección.

 *Diputado del PAN

max.cortazar@gmail.com