Ahora bien, si se observa lo ocurrido en series de tiempo más amplias, se encontrará información adicional para comprender mejor la situación actual. En los últimos cincuenta años, se pueden distinguir dos situaciones muy distintas. En los primeros veinticinco años de ese período (1963-1987), Chile y Perú tenían un PBI per capita bastante similar;  la brecha importante es sólo un fenómeno característico de los últimos veinticinco años (1988-2013).

Entre 1963 y 1987, en efecto, el PBI per capita de Chile era generalmente superior al del Perú, pero la diferencia nunca superaba el 25%. En promedio, la diferencia era de 10%. En este primera etapa, hubo inclusive cuatro años en los que el PBI per capita del Perú superó al de Chile: 1974-1977, a consecuencia seguramente del ajuste que efectuó Chile y del endeudamiento externo en el que incurrió el Perú.

A partir de 1988, sin embargo, se empezó a abrir una brecha enorme entre el nivel de desarrollo de uno y otro país  Ese año, el PBI per capita de Chile fue 1,41 veces el del Perú, y tres años más tarde la diferencia ya superaba el 100%, llegando el PBI per capita de Chile a ser 2,05 veces el del Perú.  La brecha continuó ensanchándose en los diez años siguientes, llegando a su pico el 2001; sin embargo, luego la brecha ha ido reduciéndose.

Para comprender la situación actual, cabe preguntarse, pues, por qué a partir de 1988 se abrió esta brecha y por qué a partir del 2002 se viene cerrando. Evidentemente, lo que ocurre en el Perú desde el 2002 es exactamente lo que ocurrió en Chile desde 1988: el retorno a la democracia, pero respetando los fundamentos de la economía de mercado pre-establecidos.

El despegue de Chile no ocurrió con Pinochet, pero tampoco se debió solo al retorno a la democracia. Entre 1963 y 1973, Chile tuvo democracia y no logró despegar. A fines de los 1980s, la combinación ganadora chilena fue volver a la democracia, pero respetando los fundamentos de la economía de mercado establecidos por el gobierno de Pinochet: mercados libres, moneda estable y apertura comercial.

Lo mismo está ocurriendo en el Perú. El despegue peruano no ocurrió bajo el gobierno de Fujimori, pero tampoco se debe solo al retorno a la democracia. De 1963 a 1968 y de 1980 a 1990, el Perú tuvo democracia, pero su desempeño económico fue pésimo. Al igual que en Chile, la combinación ganadora fue retornar a la democracia respetando los fundamentos de la economía de mercado establecidos por el gobierno anterior.

La sana competencia entre dos países hermanos como Chile y el Perú debe servir, en todo caso, para que cada uno de ellos sepa definir mejor sus preferencias y el precio que está dispuesto a pagar por ellas.