El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo analiza el futuro de los jóvenes iberoamericanos y el crecimiento de América Latina.
"Los jóvenes son optimistas sobre su futuro, pero creen menos en el
de sus países". Quién habla es Luis Alberto Moreno, presidente del
Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que analiza para ELMUNDO.es el futuro
de los jóvenes y el crecimiento de América Latina, horas antes de la
presentación en Casa de América de Madrid de la Primera Encuesta
Iberoamericana de Juventudes. El sondeo ha sido elaborado en 20 países
por la Organización Iberoamericana de Juventud (OIJ) en colaboración con el BID
y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
"El principal problema para los jóvenes latinoamericanos es la seguridad",
explica Moreno, y el alcoholismo y la drogadicción ocupan el segundo puesto en
el ranking. Sin embargo, no ocurre lo mismo en la Península Ibérica,
donde la economía es la preocupación principal.
Moreno destaca que tanto a los jóvenes españoles como a los latinoamericanos
les preocupa la calidad de su educación: "Los jóvenes están
insatisfechos con sus sistemas educativos en general. Las estadísticas
muestran que cerca de un 50% de los jóvenes latinoamericanos no termina la
educación secundaria", destaca, pero añade que cada vez son más los que ven en
la universidad un camino para encontrar empleo, por lo que las matrículas
universitarias están creciendo, llegando incluso a triplicarse en algunos países
en la última década.
El promedio de paro en América Latina está en el 7%, el paro juvenil en torno
al doble. La razón, según el presidente del BID, es que los jóvenes
latinoamericanos no reciben en sus procesos educativos el tipo de aptitudes
necesarias para entrar al mercado laboral.
Aún así, la encuesta desprende el optimismo de los jóvenes. Dos de
cada tres, de los 20.000 consultados, creen que su futuro va a ser mejor en
cinco años dentro de su propio espacio. "Cada vez es más creciente la
presencia de la juventud como actor central en las discusiones políticas, ya que
exigen mejores servicios públicos por parte del Gobierno y esperan una mejor
calidad de vida", asegura.
América Latina, una apuesta ganadora
Moreno, que fue embajador de su Colombia natal en EEUU, advierte de que se
está produciendo un flujo migratorio: "En el pasado había cientos de miles de
latinoamericanos que venían a España para conseguir una mejor oportunidad".
Hoy se abren esas oportunidades económicas para los jóvenes españoles en
el continente. "Esta migración genera un valor importante para nuestras
economías y va a dar a lugar a una integración más profunda entre América Latina
y la Península ibérica".
Para el diplomático, no cabe duda de que la apuesta que hizo España en el
proceso de internacionalización de su economía, sobre todo en el proceso de
globalización de sus empresas, empezó por América Latina. "Esa apuesta,
que otros consideraron en el momento arriesgada y ruinosa, fue una apuesta
ganadora", afirma. De hecho, insiste en que gran parte de los
beneficios de las empresas ibéricas provienen hoy en día del continente
americano.
Aún queda un espacio por cubrir a nivel de entidades medianas, tanto para las
latinoamericanas que puedan invertir en España para atender el mercado europeo,
como para las españolas. "Sabemos que va a haber una época de bajo crecimiento
en algunos países europeos, por eso es momento de salir hacia América Latina",
dice Moreno, "estoy seguro de que las entidades que apuesten por ello
van a tener éxito".
El reto, la productividad
En los últimos años, el crecimiento de los mercados emergentes está
produciendo un cambio de la fortaleza y del centro de la economía
mundial. "Asia tiene cada vez una mayor preponderancia. China
contribuye muchísimo a los buenos vientos que ha tenido América Latina en los
últimos años y hoy es uno de los principales pesos comerciales, sobre todo en
los países sudamericanos".
En opinión de Moreno, la incertidumbre internacional está afectando el
crecimiento de América Latina: "Ahora tenemos que remar nosotros solos
para lograr el crecimiento y tiene mucho que ver con cómo nos
integremos y cómo sigamos encarando las reformas estructurales que está
realizando la región. Todavía tenemos una enorme tarea
pendiente".
El principal reto para el continente en los próximos años es la
productividad. "Hay muchas empresas que no pagan lo que deben a los
trabajadores, son rotativas, no capacitan a su personal, no invierten en
investigación... Esto hace que el crecimiento no sea el que debe". Por otra
parte, el ex embajador insiste en que los costos asociados a la buena calidad de
las infraestructuras son un impuesto que pagan los países a cambio de calidad y
"en América Latina hay que doblar esa inversión".
Después de una gran experiencia en crisis financieras, a los países
latinoamericanos no les está costando tanto recuperarse como a Europa, pero
Moreno advierte de que "esta crisis es distinta": "Hace un año la situación en
España era muy difícil, lo que encontramos hoy es que, más allá de los temas
propios de los ciclos del empleo, empieza a ver una regeneración y un
crecimiento de las exportaciones".
El presidente del BID apunta a que España "ya ha tocado fondo",
lo que es muy importante para ir construyendo expectativas positivas
para la recuperación económica. "Siempre hay luz al final del túnel",
concluye.