Uruguay dispuso a partir de hoy restricciones al consumo de energía eléctrica con carácter obligatorio para el sector privado, a raíz de la grave sequía que afecta al país.

El ministerio de Industria, Energía y Minería expresó en una resolución que las restricciones están orientadas a "reducir la probabilidad de cortes en el suministro en los meses de mayor consumo".

Entre las medidas dispuestas, los consumidores deberán reducir en 50% el uso de ascensores, escaleras mecánicas, iluminación de comercios y estacionamientos.

Las vidrieras de los comercios sólo podrán iluminarse con un máximo de 100 watts, mientras se autorizará el encendido de letreros luminosos sólo para farmacias y comisarías de policía.

Los negocios de iluminación y venta de electrodomésticos no podrán exhibir equipos encendidos.

La resolución habilita a los inspectores de la energética estatal UTE a controlar el cumplimiento de las disposiciones y disponer "hasta el corte del suministro" en caso de infracciones.

Para el sector público también están vigentes restricciones obligatorias desde hace dos meses.

El déficit hídrico que atraviesa Uruguay provoca una baja generación en la represa de Salto Grande, que comparte con Argentina, sobre el río Uruguay.

El mismo fenómeno se registra en tres represas sobre el Río Negro, en el centro del país, lo que obliga a producir energía mediante el encendido de centrales térmicas a gasoil a un elevado costo.

UTE acumuló una pérdida de 27,4 millones de dólares en abril debido a la importación de combustibles y de electricidad desde Argentina y Brasil, y tiene un aumento en las tarifas de entre 7 y 10%.