"No veo ningún obstáculo para ser candidato en las próximas elecciones presidenciales", dijo Al Assad para quién, obviamente, el homicidio no es algo sacrílego y que clama contra la humanidad, seguramente argumentará -como los homicidas “legales”- que ejerce el derecho a la defensa propia, ya que la represión que desató asesinó 115 mil personas. La familia Al Assad gobierna Siria desde los años 70.
Pero la
solución contra este tirano no es la violencia: ninguna guerra, a lo largo de
toda la historia humana, ha obtenido resultados positivos por mucha propaganda
que haga el oficialismo. Ni siquiera la emblemática y hollywoodense Segunda
Guerra Mundial (SGM) consiguió su objetivo de “terminar con la tiranía” sino
que, a un costo elevadísimo en vidas humanas, destrucción del mercado y
cercenamiento de libertades, sustituyó a un tirano, Hitler, por otro, Stalin,
que desparramó el marxismo y la guerra fría por todo el planeta.
Amnistía
Internacional denuncia crímenes de guerra en los ataques con drones. Por caso,
el de Manama Bibi que estaba recogiendo verdura en Pakistán cuando un proyectil
la pulverizó delante de varios nietos. “Nos preocupa que estos ataques hayan
resultado en muertes ilícitas”, afirma el análisis, como si hubiera homicidios
lícitos cuando, para la ley moral natural, no los hay. Entre 2004 y el pasado
septiembre, Washington realizó unos 370 ataques de ese tipo en Pakistán, y se
calculan hasta 600 civiles muertos.
Y todo
este delirio de muerte no consigue, finalmente, los objetivos deseados, como no
lo hizo la SGM. Precisamente, la “primavera árabe” ayudada por los bombardeos
de la OTAN, es un gran fiasco. Todo empezó en Túnez que hoy, con el dictador
Ben Alí derrocado, es una "prisión a cielo abierto", con detenciones
masivas de críticos al Gobierno islamista del partido Ennahda, además de
asesinatos y una recesión económica sin precedentes.
Mientras
que la Libia “liberada” por los bombardeos de la OTAN está casi tan mal, y va
para peor, que con Gadafy, Egipto retrocede a las peores épocas de Mubarak. La
reciente propuesta de una ley restrictiva del derecho a manifestarse ha hecho
aflorar las tensiones en una alianza gobernante heterogénea que va desde
“liberales” hasta estamentos vinculados a Mubarak. Desde el 3 de julio, la
represión asesinó unas mil personas y otras 200 han muerto en ataques
terroristas. Entretanto, los militares quieren ampliar sus prerrogativas
constitucionales.
En fin,
resulta increíble que a esta altura del desarrollo de la ciencia, la tecnología
y el conocimiento humano todavía haya quienes promuevan ideas primitivas y
tribales como la incoherencia de creer que “la violencia se puede detener con
violencia” (¿?). De pequeño, creía lo mismo, era esperable viniendo de una
familia de generaciones de militares. Pero luego, toda la evidencia empírica y
científica me mostró que los métodos pacíficos son los únicos eficientes para
detenerla. Como el imperio soviético, creado por la SGM y derrotado por la
paz.
Al grito
de “asesinos” fueron recibidas las autoridades en el funeral por las víctimas
de Lampedusa, es que son quienes sostienen la ley Bossi-Fini que criminaliza a
los inmigrantes -que escapan de la primavera árabe- y a quienes los ayudan,
demostrando con los hechos que, lejos de querer ayudarlos, según justificaban
los ataques de la OTAN, los desprecian.
*Alejandro
A. TagliaviniMiembro del Consejo Asesor del Center o-n Global Prosperity, de
Oakland, Californiahttps://twitter.com/alextagliavini (@alextagliavini)