Las advertencias anoche de Kerry sobre las consecuencias económicas (mayor aislamiento y boicot internacional) y de seguridad (nueva espiral de violencia en Cisjordania) que sufrirá Israel si fracasan las negociaciones con los palestinos son vistas por algunos ministros como "inaceptable forma de presión". La titular de Justicia y jefa de las negociaciones, Tzipi Livni, sin embargo, defiende a Kerry: "No amenazó sino recordó el precio que podríamos pagar si no llegamos a un acuerdo".

"Los intentos de boicotear a Israel son inmorales e injustificados. Además no conseguirán su objetivo y sólo provocarán que los palestinos se atrincheren aún más en su posición de rechazo (a un acuerdo) e intransigencia. Por tanto, alejan la paz", ha afirmado el primer ministro, Benjamín Netanyahu.

Y añade en un mensaje seguramente destinado a Kerry pero sobre todo a la Unión Europea (UE) que le advierte con sanciones económicas si no hay acuerdo y sigue construyendo en las colonias: "Ningún tipo de presión provocará que renuncie a los intereses vitales de Israel empezando por la seguridad de sus ciudadanos".

Netanyahu, sin embargo, ha expresado en conversaciones privadas la "gran preocupación" por los efectos que el boicot tendría en la economía israelí.

Mucho más crítico hacia el mediador norteamericano se muestra el ministro de Asuntos Estratégicos, Yuval Steinitz. "Las palabras del secretario de Estado, John Kerry, son ofensivas, injustas e inaceptables. No se puede esperar de Israel que negocie con una pistola en su sien cuando trata los aspectos más críticos de los intereses nacionales y de seguridad", afirma Steinitz. Cree que "las advertencias de Kerry aumentarán el deseo palestino a no flexibilizar sus posiciones para firmar la paz".

El ministro y líder ultranacionalista, Naftali Bennett, fue el primero en responder a Kerry: "Sólo la seguridad traerá estabilidad económica y no un Estado terrorista junto a nuestro aeropuerto Ben Gurion, De nuestros amigos en el mundo, esperamos que estén de nuestro lado ante los intentos de boicot antisemita contra Israel y no que les den publicidad".

Kerry no ha tardado en responder a las críticas israelíes exigiendo que se cite con exactitud sus palabras y balance en alusión a su tradicional oposición al boicot contra Israel. Washington añade Kerry sólo quiso mostrar un posible escenario ante el fracaso de las negociaciones haciendo referencia a las consecuencias que también deberían afrontar los palestinos.

¿Qué dijo Kerry en la Conferencia de Seguridad de Munich? En su "cruzada" para que Netanyahu y el presidente palestino, Abu Mazen aprueben un documento que fije los parámetros hacia un acuerdo definitivo y evite el fin del diálogo en abril, Kerry avisó: "Los peligros son muy altos para Israel. Su progreso económico y situación de seguridad es algo momentáneo e ilusorio. Todo cambiará si las conversaciones fracasan. El fracaso no es una opción".

Kerry se preguntó también: "¿Abu Mazen, que está comprometido con el proceso de paz, podrá seguir en el poder o veremos extremismo y violencia? ¿Cual será la respuesta de decepción de los palestinos y árabes? ¿Israel podrá seguir siendo un Estado democrático y judío? Hay una campaña creciente de deslegitimación de Israel, se habla del boicot y éste se agravaría si hay fracaso en las negociaciones. El estatus quo no puede continuar y todos deseamos una solución a este conflicto".

Aunque Kerry elogiara a Netanyahu por "tomar medidas muy difíciles (liberación de presos) para promover el diálogo", en entorno del israelí le acusan de no presionar de igual forma a Abu Mazen.

El ministro de Finanzas, Yair Laid, apoya la mediación de Kerry y alerta sobre el impacto de un boicot. "Si no hay un acuerdo de paz y entramos en el siguiente y posible escenario de un daño del 20% de la exportación a la UE y cesa la inversión directa europea, 19.000 trabajadores perderán su empleo y la exportación sufrirá unas perdidas de 20 mil millones de shékels al año (más de 4.000 millones de euros)", avisa

Lapid ha suspendido las partidas presupuestarias a los asentamientos ante la sospecha de que parte del dinero iba de forma ilegal al Consejo de Asentamientos para fines políticos.

Según las últimas filtraciones, el acuerdo que promueve Kerry se basará en la creación de un Estado palestino en las fronteras del 67 con capital en Jerusalén Oriental (en sus barrios árabes y sin citar la soberanía de la Explanada de las Mezquitas o Monte del Templo) y la entrega de territorios en Israel a cambio de la permanencia del 75% de los colonos en Cisjordania. Asimismo, establece como fin de las demandas del conflicto, el reconocimiento de Israel como Estado judío.

Incluiría también indemnizaciones a los refugiados y sus antepasados ya sean palestinos (que huyeron o fueron expulsados) o judíos (expulsados o huidos de los países árabes) cuando se creó Israel en 1948.