La misión del actual presidente es la de salvaguardar la revolución bolivariana y no hay nada más peligroso que un inepto cancerbero en poder de las llaves del calabozo. Ya en el presidio militar de Ramo Verde se concentran importantes líderes opositores como Leopoldo López y los alcaldes de San Cristóbal y de San Diego. Además, en las últimas horas Maduro ha anunciado la detención de tres generales a los que acusa de estar tramando un golpe de Estado.

La gran incógnita es si el Gobierno también se atreverá a ir a más con la diputada opositora María Corina Machado. Por lo pronto, Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional y segundo hombre fuerte del régimen, la ha despojado de su inmunidad parlamentaria por su intento de intervenir en la OEA para denunciar los atropellos del Gobierno. Los propios diputados de la oposición ni siquiera pudieron debatir la arbitraria decisión ante la negativa de Cabello, quien nunca ha destacado por su vocación de diálogo.

En su periplo internacional en busca de apoyos que la oposición no encuentra en la mayoría de los gobiernos de Latinoamérica, María Corina ha regresado a Caracas tras una estancia en Lima donde ha recibido el respaldo del Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa y de la clase política peruana. A pesar de la lógica preocupación que le causa la voluntad de los chavistas de darle un castigo "ejemplar", la líder del bloque de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) ha insistido en que tiene todo el derecho de seguir siendo diputada electa por el pueblo y de manifestar su rechazo a un Gobierno que pisotea el Estado de Derecho.

María Corina, que es una política avezada y comprometida con la estrategia de un sector de la MUD de tomar las calles junto a los estudiantes universitarios para mantener el pulso con la policía política bolivariana y los paramilitares chavistas, no se limita a volver a Venezuela. Además, convocó una marcha en el centro de la capital a modo de respuesta al mensaje intimidatorio y bravucón de Diosdado. O sea, se traga todo el miedo y la aprensión que despierta un Gobierno que dispara contra estudiantes, allana hogares indiscriminadamente, "fabrica" tramas de conspiración para justificar la oleada represiva y monta farsas judiciales con el fin de amontonar a los opositores en un presidio político que aumenta de manera alarmante.

María Corina es valiente y, como el resto de sus compañeros que hoy permanecen en Ramo Verde, apuesta por el precio político que habrían de pagar Maduro y sus hombres si continúan la escalada represiva mientras el país está embarcado en una deriva social y económica abocada al desastre. Pero no olvidemos que la diputada podría correr la misma suerte que la juez María Lourdes Afiuni, quien permaneció encarcelada cuatro años y durante su cautiverio fue violada por los guardias y llegó a sufrir un embarazo que se malogró. En sus memorias 'La presa del Comandante', Afiuni relató el horror y las vejaciones a las que fue sometida con el permiso y la complicidad de Chávez.

Todo es posible en esta Venezuela donde la barbarie institucional es ley y el desamparo de los opositores es total. María Corina Machado asegura que se puede salir del túnel. Abandonarlos en la oscuridad sería un crimen.