A José Benito Cabrera Cuevas, ‘Fabián Ramírez’, las Farc le perdonaron la vida. Así lo contó el mismo jefe del bloque Sur, hoy uno de los negociadores en el proceso de paz en La Habana, en un correo dirigido al secretariado de esa guerrilla.

El mensaje, con fecha del 15 de abril del 2013, fue hallada en una memoria USB que el Ejército incautó durante una operación militar contra un campamento ilegal en Vistahermosa (Meta).

En el documento, conocido por EL TIEMPO, ‘Ramírez’ no habla de su amplio expediente judicial ni de sus negocios de narcotráfico, sino de sus ‘pecados’ contra el reglamento de las Farc, que, dice, pusieron en riesgo su vida y la de sus hombres.

El correo revela que Ramírez fue degradado temporalmente como castigo por sus faltas. Así, pasó de ser uno de los ‘duros’ del bloque Sur al cuarto puesto en el mando de esa estructura.

Ramírez, tras una operación de la FAC de la que salió malherido en el 2010, se movía con frecuencia hacia la zona de los Llanos Orientales y Caquetá. El jefe guerrillero dice que, a consecuencia de su “insubordinación”, volvió a quedar en la mira de la Fuerza Pública. “Sucedió un bombardeo y desembarco sobre mi persona y los camaradas que me acompañaban en el área del Rubí, donde perdimos siete equipos, dos módems, dos escáneres y dos discos duros con información”, cuenta. Eso ocurrió en La Macarena (Meta).

También dice que prestó una antena de internet y que eso permitió que la Fuerza Pública lo ubicara en la región del Yarí. En esa operación fue capturado su hijo menor. Otro de los pecados de ‘Fabián Ramírez’, según se lee en la carta, fue haber prestado sin permiso de su jefe directo, ‘Joaquín Gómez’, 200 millones de pesos a un jefe del bloque Oriental y otros 290 millones a la cabeza de un frente del bloque Sur. “Esto no se puede volver a repetir porque así los camaradas los necesiten con urgencia,hay que decirles que primero hay que consultar al superior”, admite ‘Ramírez’.

También dice que llevó a uno de sus refugios a otros dos hijos, un hermano y un sobrino, “poniendo en peligro su vida, la de otros guerrilleros y el campamento”.

No fueron los únicos ‘externos’ a los que les dio ingreso. En el correo afirma que también permitió que hasta su campamento llegaran dos mujeres y que una de ellas tenía “relación con el enemigo”. “Esta mujer tenía como propósito ubicarme y dar toda la información para mi captura o asesinato”, reconoció ‘Ramírez’.

El mensaje revela que se movía con frecuencia a la zona en la que actúa el bloque Oriental y que en una ocasión, también sin permiso, hizo de puente entre civiles que buscaban reunirse con un jefe de otro bloque.

“No hay que proceder tal como lo realicé, cayendo no solamente en insubordinación sino también en que no fui consultivo con mi superior”, agregó. También cuestionó los límites establecidos por el secretariado para el actuar de los frentes y bloques. Sobre ese episodio, dijo que actuó de manera “irrespetuosa e inconsulta”.

Cada uno de esos ‘pecados’ le fueron perdonados. De hecho, su confesión le permitió ganar un cupo en la mesa de negociación.

Muchos nexos con el narcotráfico

El 27 de febrero pasado, el Gobierno confirmó a ‘Fabián Ramírez’ como nuevo negociador de las Farc en La Habana.

‘Ramírez’ es una de las cabezas del bloque, uno de los más belicosos y comprometidos con el narcotráfico de esa guerrilla.

Sobre él, por cargos de narcotráfico, Estados Unidos ofrece desde hace una década una recompensa de 2 millones de dólares. Está pedido en extradición.