La posibilidad de que Rigoberta Menchú, premio Nobel de la Paz 1992, aspire a la Presidencia de Guatemala tomó fuerza tras el apoyo ciudadano a una opción política indígena.
Una encuesta, realizada por Vox Latina para Prensa Libre, determinó que el 71,2 por ciento de los guatemaltecos apoyan la elección de un presidente indígena. El director del Instituto Centroamericano de Estudios Políticos, José Dávila, afirma que "no se puede descartar que un indígena llegue a ser presidente de Guatemala, pero lo logrará por político, no por indígena".
Tras conocer los resultados, Rigoberta Menchú —a través de la Fundación que lleva su nombre— reconoció que estaría dispuesta a liderar un grupo político como instrumento que lleve a los indígenas al poder. Precisamente el primer paso que consiste en la conformación de un partido político sería dado en los próximos meses, señala Vilma Sánchez, directora de la Asociación Política de Mujeres Mayas. Pese al entusiasmo inicial, Sánchez aclaró que sería difícil que la representación indígena participe en las elecciones del 2007.