Incluso hay expertos que señalan que hay que olvidarse de la sustitución de importaciones y hasta de la "seguridad alimentaria", para concentrarse en aquellos nichos, donde se pueden obtener solo los mejores resultados. Elaborando lo que se tiene. Con las ganancias que producen las áreas favorecidas por la naturaleza, mejor que lo demás se importe.

Otras tesis, ésta sí inveterada y mundialmente aceptada, explica que los países desarrollados son los que exportan productos industrializados. Por décadas se acusó a los países ricos de comprar a precios de gallina flaca los recursos naturales de los países pobres, para devolverles bienes manufacturados a mucho mayor costo. Una respuesta fue la fundación de la OPEP, donde participó activamente Venezuela a través de Juan Pablo Pérez Alfonso.

El modelo rentista petrolero nos hace muy vulnerables a las fluctuaciones de los precios del crudo. Nos ha dejado aislados y estancados como país monoexportador. Con un capitalismo de Estado creciente, que deja de lado a los particulares y arruina la economía.

Venezuela debería concentrarse en explotar los derivados del petróleo que se venden en el mercado internacional, a unos precios que superan con creces los márgenes de lo que obtenemos por la venta del barril. Buena parte de las reservas probadas deberíamos convertirlas en productos industrializados nosotros mismos. El lema de la "British Petroleum" es "Más allá del crudo". El mundo va en camino de independizarse de la energía petrolera, pero hay cientos de productos que se pueden obtener del petróleo que seguirán siendo de gran utilidad. Entre otros: lubricantes, detergentes, querosenos, ceras, vaselinas, pinturas, parafinas, velas, fármacos diversos, plásticos, barnices, disolventes, fertilizantes, insecticidas, cauchos, poliéster, brea, coque, asfalto, fósforos, azufre, muchos petroquímicos como la fibra sintética y cloruro de polivinilo: para hacer cortinas, muebles, manteles, alambres, cables eléctricos, techado y botellas.

Una política para atraer a los inversionistas nacionales e internacionales sería vital para desarrollar a fondo los derivados del crudo. El concurso del empresariado venezolano y mundial. Las investigaciones del Intevep, las 20 refinerías que llegó a tener Pdvsa, la petroquímica "El Tablazo" durante el primer gobierno de Caldera y la apertura petrolera durante su segundo mandato, deberían servir de referencia. Tenemos materia prima para muchos años, el tema utilizarla al máximo de su capacidad y diversidad, para atender las necesidades más sentidas de la población, con la exportación de bienes industrializados. Hay que lograr el desarrollo sustentable.

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